No da lo mismo quienes integren el Consejo Constitucional que redactará la nueva propuesta de un texto constitucional. Es la hora decisiva de votar por quienes defienden ideas transformadoras, progresistas, democráticas, de avanzada. Es momento de cerrarle el camino a sectores conservadores y retardatarios.
“El Siglo”. El Editorial. Santiago. 5/5/2023. Es imprescindible que la ciudadanía concurra a votar este domingo 7 de mayo. No da lo mismo quienes integren el Consejo Constitucional que redactará la nueva propuesta de un texto constitucional. Es una oportunidad de dejar atrás, finalmente, la totalidad de la Constitución heredada de la dictadura civil-militar. Es una opción de avanzar hacia una Carta Magna que garantice un Estado social y democrático de derechos, que consagre derechos laborales y sociales, de las mujeres y los jóvenes, que posibilite un nuevo modelo de desarrollo, que proteja el medioambiente y los recursos naturales y fortalezca una democracia participativa.
Nadie debiera restarse de hacer valer su opinión y su posición a la hora de elegir a las mujeres y los hombres que integrarán el Consejo Constitucional.
Es la hora decisiva de votar por quienes defienden ideas transformadoras, progresistas, democráticas, de avanzada. Es momento de evitar un logro de la derecha y la ultraderecha, de cerrarle el camino a sectores conservadores y retardatarios, de evitar que una hegemonía de derecha se imponga en el Consejo.
En una perspectiva realmente democrática y popular, los comicios no se realizan en las mejores condiciones. Eso es, sobre todo, producto de la derrota de las fuerzas políticas y sociales transformadoras en el plebiscito donde se rechazó una propuesta constitucional de avanzada, construida con la participación de amplios sectores del mundo social y la sociedad civil. Eso no se puede negar. Pero al mismo tiempo, eso debe alentar a proseguir la batalla por una nueva Constitución y no abandonar la lucha en los distintos espacios y ámbitos que hay que darla.
En el Consejo Constitucional y en el proceso constitucional, hay que hacer prevalecer las ideas democráticas, transformadoras, de avanzada, de derechos sociales. Eso significa disputarle el espacio a los sectores conservadores y retardatarios, no dejarles el camino despejado. Por eso, hay que votar este domingo y garantizar un triunfo de las candidaturas del pueblo, de la izquierda, de las fuerzas transformadoras, de las y los trabajadores, de quienes aspiran realmente a construir una nueva Constitución.
Eso no resta a proseguir impulsando luchas populares por derechos sociales, por una democracia real y participativa, por la vivienda, la salud, la educación, las pensiones dignas, los derechos de las mujeres y los jóvenes, por el respeto a los derechos humanos, por el impulso de la cultura, por un país con equidad económica y bienestar de las grandes mayorías.
Este domingo, con su voto, chilenas y chilenos determinarán la composición del Consejo Constitucional. Eso es una responsabilidad ciudadana. Con su voto elegirán a quienes redactarán la nueva Constitución. El voto de cada mujer y hombre será decisivo para el camino del contenido de la nueva Constitución y que pueda ser un camino de mayor democracia, mayores derechos, mayor seguridad, mayor justicia y mayor equidad.