Se produjo la unidireccionalidad y coincidencia editorial de El Mercurio y La Tercera a favor del Acuerdo Político firmado por colectividades oficialistas y de oposición. Las claves de los argumentos que muestran la satisfacción de esos dos medios de comunicación.
Hugo Guzmán. Periodista. 19/12/2022. Hace varias semanas le decíamos a unas/unos colegas y amigas/amigos, que cuando saliera un editorial de El Mercurio valorando y aceptando los marcos/contenidos del nuevo “proceso constituyente”, querría decir que habría luz verde desde los sectores conservadores/fácticos para avanzar hacia una nueva Carta Fundamental.
Eso ocurrió este fin de semana. Y, sorpresivo o no, se sumó el editorial de La Tercera.
Se produjo una unidireccionalidad y coincidencia editorial de ambos periódicos a favor del Acuerdo Político firmado por colectividades oficialistas y de oposición, más tres grupos invitados (dos que respaldaron el Rechazo).
El hecho político-comunicacional no es menor.
El editorial de El Mercurio señaló que “el acuerdo político para encauzar el proceso constitucional es una buena noticia para Chile…”
El editorial de La Tercera expresó que “el acuerdo alcanzado ( ) entre las fuerzas oficialistas y de oposición para trazar un nuevo proceso constituyente representa sin duda una noticia altamente esperanzadora para el país”.
Casi calcado. Una coincidencia nada despreciable en la lectura del análisis.
Frente a la alabanza de lo acordado, el editorial de El Mercurio (EM) apunta una advertencia para que todo siga bien: “El documento firmado significa el inicio de un camino, que debiera ser ratificado en el Congreso sin cambios que lo distorsionen”.
En el texto de La Tercera (LT), en esa misma línea, se respalda que el Acuerdo Político fijara “los bordes”, las instancias y los mecanismos para llegar a otra propuesta de texto constitucional, que incluye el papel incidente de “expertos” y de un comité de admisibilidad designado por el Senado, hablando de “una buena mixtura”, y se apoya resueltamente que “los partidos, el Congreso y el gobierno vuelven a tomar la conducción de los grandes procesos políticos, rol que en los últimos años venía diluyéndose y que era muy importante recuperar”.
En la senda de la coincidencia, en el escrito de EM se lee que el Acuerdo Político “da cuenta de la subsistencia de capacidades de entendimiento que se pensaba habían desaparecido”. Y se resalta: “Cabe reconocer que en este acuerdo tuvo un papel relevante el Gobierno, junto con los partidos que lo apoyan, además de distintos sectores de oposición que honraron sus compromiso, desmintiendo así injustas descalificaciones de campaña”.
Para quienes deciden/escriben el editorial de LT, “hoy en día están las condiciones para impulsar un acuerdo que permita zanjar de una vez el proceso constituyente”.
Según El Mercurio el acuerdo es visto en el exterior del país “como un signo de madurez política que muestra un rasgos distintivo frente a otras realidades de la región”. Otra vez en la tesis de que Chile es un ejemplo para todos los demás.
Por cierto, ambos editoriales avanzan en denostar a la pasada Convención Constitucional y descalificar el proceso constituyente, no hacen ninguna mención al movimiento social o la sociedad civil, omiten toda consideración a lo que dio origen a que se esté hablando de tener una nueva Constitución, se congratulan de los límites a transformaciones estructurales, se muestran de acuerdo en una elección con un mecanismo que distorsiona la representatividad y, como dijo un comentarista, en pleno siglo XXI saludan la “designación” de autoridades que velarán por un contenido constitucional ya enmarcado.
Como sea, ahí están los argumentos de los diarios vinculados estrechamente a la derecha económica y a la derecha orgánica, y que expresan una tradicional/conocida línea editorial conservadora. Es la luz verde al Acuerdo Político, es el visto bueno a este “proceso constituyente”. Probablemente contribuya a que avance.