Está por aprobarse aumento del salario mínimo, que llegará a 400 mil pesos este 2022, se puso agenda para avanzar en iniciativa de jornada laboral de 40 horas semanales, se iniciaron los diálogos para la reforma previsional y se fijaron pautas en temas del mundo del trabajo.
Patricia Ryan. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 29/04/2022. En las semanas recientes hubo un consensuado acuerdo para terminar el 2022 con un salario mínimo de 400 mil pesos, se concordó entre el Gobierno, la CUT y el empresariado el inicio de diálogos para la reforma previsional, se fijó pauta para analizar la instalación de jornadas laborales de 40 horas semanales, entre otras materias que apuntan a encarar la situación de las y los asalariados del país.
Todo eso fue producto de encuentros, discusiones, intercambios, análisis, realizados en dos meses, desde que se instaló el Gobierno de Gabriel Boric, en que participaron actores estratégicos: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), el Ministerio del Trabajo y Previsión, organizaciones de las Mipymes, entre otras entidades.
Es evidente el contraste de lo ocurrido en los cuatro años de la administración de Sebastián Piñera, donde prácticamente no hubo ningún avance en materia de derechos laborales, menos en cuanto a demandas estratégicas como el ingreso mínimo, las 40 horas de jornada laboral y reforzamiento de la negociación colectiva.
De hecho, desde la CUT se indicó de manera reiterada que el Gobierno había eliminado a la multisindical de las conversaciones y de tratativas para acercar acuerdos en materias laborales. Se hizo evidente que la administración anterior negó persistentemente iniciativas para atender el aumento de desempleo (rondó los dos dígitos), los despidos y baja en los salarios producto de la pandemia del Covid-19.
Como sea, ahora está en desarrollo una agenda laboral intensa y que podría derivar en respuestas a demandas surgidas desde el mundo del trabajo.
A la mano el aumento del salario mínimo
El Gobierno, este día, dispuso el ingreso al Parlamento del proyecto de salario mínimo que considera un aumento a 380 mil pesos en mayo, llegando a 400 mil pesos en agosto. En torno de esto hay acuerdo entre la CUT, los empresarios y prácticamente la totalidad de los legisladores oficialistas y segmentos de la oposición. Hay coincidencia en que esta subida en el ingreso mínimo es necesaria y que está bien financiada. Sería sorpresivo que el proyecto no pasara en el Congreso.
El aumento significa un reajuste del 14,3%, el más alto logrado en 25 años, y considera un acuerdo de inicio de los sectores involucrados, no conseguido hace muchos años.
Además, el proyecto del Gobierno incluye un subsidio a las Pymes y Minipymes, por un valor de 22 mil pesos “por cada trabajador con remuneración mínima en la planilla y un subsidio a la canasta básica”.
En los acuerdo tomados durante la última semana, se consideró “incrementar en la misma proporción y fechas el Subsidio Único Familiar y la Asignación Familiar, esta última de acuerdo a los valores y tramos vigentes, cuyos límites se ajustarán igualmente”.
Partió proceso para reforma previsional
Es un hecho que uno de los temas más sensibles y demandantes en el mundo laboral, tiene que ver con la mejora de las pensiones de las y los asalariados una vez que jubilan, y esto pasa, como se dice hace años, por cambios sustanciales en el actual sistema de pensiones que es privado, trasnacional, monopólico y manejado por grandes consorcios financieros.
Nadie desconoce que es un asunto de alta intensidad porque se tocan grandes intereses financieros, porque requiere de complejos acomodos de fondo y porque le asigna un mayor rol y compromiso al Estado.
El paso dado ahora, y que viene a descongelar realmente el avance hacia los cambios necesarios, fue el inicio de los Diálogos Sociales para la Reforma Previsional, impulsado por el Gobierno. No es nada menor que se lograra que el proceso se inicie con el respaldo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Confederación de la Producción, dos sectores vitales en este ámbito. Además, con la participación directa del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Una característica clave de este diálogo es que se logró sentar en la mesa a las representaciones de las y los asalariados y del empresariado.
El Presidente Gabriel Boric señaló que “buscar acuerdos tripartitos para la reconstrucción de un nuevo sistema de seguridad social no solo es urgente, sino que imperativo en una sociedad que nos exige abordar con urgencia los problemas más apremiantes de la ciudadanía. El diálogo, además de tripartito, ojalá sea paritario porque son justamente las mujeres las que hoy día están más afectadas y tienen una brecha más grande en materia de seguridad social y ahí como sociedad todavía tenemos mucho que avanzar”.
Trabajo decente
En las últimas semanas y producto de varias reuniones e intercambio de opiniones entre representantes de los trabajadores, del empresariado y del Gobierno, se puso en línea una serie de objetivos a asumir en el corto plazo, destinados a avanzar en mejoras a las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores.
Por ejemplo, se informó que se creará una mesa técnica de trabajo con todos los actores involucrados en la rebaja de la jornada de trabajo a 40 horas, para considerar su diseño y gradualidad. Esto implica un impulso decisivo a esa iniciativa que ya encuentra respaldos en el sector privado.
Hay un proyecto en el Parlamento y se prevé no sólo descongelarlo, sino que se avance en promulgar una ley que, al final de cuentas y discusiones, termine consagrando las 40 horas de jornada laboral semanal en Chile, algo que ya ocurre en muchos países.
También se anunció el envío al Parlamento de “un proyecto de ley que flexibiliza los requisitos de ingreso al Seguro de Desempleo de la Ley N° 19.728 e incrementa el monto de sus prestaciones”.
En la línea de reivindicaciones planteadas por la CUT, se indicó que el próximo año se enviará al Parlamento un proyecto de ley que modifica las normas sobre el derecho colectivo del trabajo, particularmente en lo referido al ámbito y nivel de la negociación colectiva.
Además, se propondrá ante el Congreso, ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre “espacios libres de acoso y violencia de género”.