Crónica N° 18.
Miguel Lawner(*). Santiago. 28/6/2023. Supongo que la mayoría de ustedes no debe haber leído o escuchado jamás el significado de esta extraña palabra: CYBERSYN, que se traduce como “sinergia cibernética”; proveniente del inglés: Cybernetic Synergy.
Sin embargo, se trata de un proyecto fascinante, verdaderamente increíble, pionero a nivel mundial, que situó a Chile durante el Gobierno de Allende, a la cabeza de los avances científicos que darían vida 12 años antes a lo que hoy conocemos como Internet. Si…en 1971 se pudo instalar en Chile, un sistema cibernético destinado a transferir información, con el propósito de poder coordinar la gestión de las empresas del estado ya existentes, además de aquellas incorporadas al área social de la economía, tras el acuerdo alcanzado por el Gobierno de Allende con la Democracia Cristiana a comienzos de 1971. Este sistema también se conoció con el nombre de SYNCO: Sistema de Información y Control.
Poco después de haberse constituido el Gobierno de Allende a fines de 1970, el ingeniero Fernando Flores() fue designado Director General Técnico de la Corporación de Fomento, encargado de la gestión y coordinación entre el Estado y las empresas nacionalizadas. Fernando tenía relaciones personales, con el afamado profesor británico Stafford Beer, considerado el pionero de la ciencia cibernética a nivel mundial y junto a Raúl Espejo, también alto funcionario de CORFO, decidió enviarle una carta invitándolo a implementar en Chile, un modelo de sistema viable, que dicho profesor había desarrollado en su libro The Brain of the Firm.
Se trataba de construir un sistema de transferencia de información económica a “casi” tiempo real, dinámico y flexible, entre las empresas estatales y el Gobierno, a fin de conocer y coordinar todas sus actividades: el nivel de producción, la demanda de insumos, de obra de mano y de transporte, a fin de optimizar la producción y su distribución hasta llegar a los consumidores. Una red a escala nacional, interactiva destinada a facilitar la planificación y control de la economía.
El profesor Beer aceptó la invitación y se trasladó a Chile, reuniéndose con el propio Allende, quién quedó fascinado con dicho proyecto. El Presidente, que se había formado como patólogo, comprendió inmediatamente la inspiración biológica del modelo cibernético de Beer y asintió plenamente a su implementación en Chile. Esta reacción causó una gran impresión en Beer. “Le expliqué todo el condenado plan y todo el modelo de sistema viable estable de un tirón. Nunca había trabajado con una persona del más alto nivel jerárquico que comprendiera algo de lo que estaba diciendo. Una vez que Allende se familiarizó con la mecánica del modelo de Beer, comenzó a reforzar los aspectos políticos del proyecto e insistió en que el sistema se comportara de manera “descentralizada, con participación de los trabajadores y de manera antiburocrática”. Cuando Beer finalmente alcanzó el nivel superior de su jerarquía sistémica, el lugar en el modelo que Beer había reservado para Allende, el Presidente se reclinó en su silla y dijo “finalmente (…) el pueblo”. ()
De esta manera, en un recinto de La Moneda, rodeado de un estricto secreto, se inició la construcción de una sala llamada Opsroom, “contaba con un aspecto bastante futurista, parecía (según el propio Beer) el escenario de una película de ciencia ficción…En ella no hay ningún papel. La información se refleja en pantallas y en modelos electrónicos animados, que se despliegan alrededor de la sala. Constaba de un mobiliario compuesto por 7 sillas giratorias (consideradas las mejores para la creatividad) con un panel de botones; estos botones controlaban varias pantallas gigantes en que se podía proyectar la información y otros paneles con información del estado de operaciones”. ()
“La sala era hexagonal, forma orgánica que permitía la correcta disposición de los dispositivos. Incluía 7 sillas giratorias -fabricadas en un taller en Puente Alto – una pantalla llamada Futuro, un esquema del VSM (Staffy), pantallas de reportes de excepción en tiempo real y un Data Feed. Cada silla tenía en su brazo derecho un dispositivo de control interactivo que, a través de la combinación de sus botones (objetos geométricos), activaba órdenes de proyección en las pantallas según los requerimientos de los usuarios, optimizando la comunicación externa e interna”. ()
Mientras se construía el cuarto de operaciones situado en La Moneda, se adiestró a centenares de cuadros ejecutivos de las empresas estatales, en el uso de teletipos.() Estos equipos de comunicación, avanzados para la época, fueron un hallazgo providencial. 500 unidades adquiridas por el Gobierno de Frei Montalva, permanecían en bodega sin haber sido utilizados hasta entonces y permitieron la comunicación al instante, de cada empresa estatal, con la sala de control del CIBERSYN, donde mediante un computador se procesaba diariamente la información proveniente de cada empresa, lo cual permitía enviar recomendaciones para resolver cuellos de botella o acelerar la producción.
El sistema CIBERSYN, debutó exitosamente, con motivo del paro de camioneros, iniciado el mes de octubre de 1972 y que se prolongó a lo largo de tres semanas, afectando gravemente la economía del país.
Gracias a la existencia de unos 200 dueños de camiones que no adhirieron al paro, fue posible atenuar notablemente los efectos de este criminal ataque al Gobierno de Allende. CIBERSYN fue capaz de detectar los lugares donde había existencia de productos básicos y orientar su distribución. Ubicar la existencia de repuestos necesarios para mantener en marcha la producción y acelerar su entrega, coordinar el transporte de alimentos, evitando el desabastecimiento, arma mortal concebida por los opositores al régimen. Comentando este hecho, Beer declaró modestamente: “Comunicación es control”.()
En una acción irracional, como tantas otras llevadas a cabo, los militares que asumieron el mando tras el golpe militar en septiembre de 1973, destruyeron sin piedad el centro de control donde funcionó el corazón del proyecto CIBERSYN. No quedó rastro alguno y durante varios decenios, nadie en Chile se enteró de la audaz hazaña emprendida por el Gobierno de Salvador Allende.
Esta acción atroz, es otra de las asignaturas pendientes que tenemos con la dictadura militar, que algunos pretenden reivindicar hoy día.
Recién en el marco del V Encuentro de Arte, Ciencia y Cultura Digital, evento que tuvo lugar en noviembre de 2020, se abordó como tema central el proyecto CYBERSYN o Synco, mediante charlas con los siguientes contenidos: ¿Qué significó y qué significa hoy Synco para la cibernética organizacional? ¿Cómo podemos regular datos de forma fidedigna y actualizada? ¿Estamos respetando la conjunción entre tecnología y derechos humanos?
La actividad fue promovida por los ingenieros Enrique Rivera y Catalina Ossa, quienes llevaron a cabo un proceso de investigación sobre CYBERSYN, que culminó en la reconstrucción de uno de los emblemáticos sillones, la recolección de material histórico y de archivo sobre el proyecto, y la publicación de un libro al respecto.
El principal expositor fue el ingeniero Raúl Espejo. Presidente de la Organización Mundial de Sistemas y Cibernética y Director de Syncho Research, Reino Unido. Recordemos que Espejo fue director de operaciones de esta excepcional experiencia científica implementada durante el Gobierno de la Unidad Popular.
El proyecto CYBERSYN, permanece en la memoria universal, como una de las experiencias tecnológicas más audaces de la historia.
(*)Miguel Lawner. Premio Nacional de Arquitectura, fue director ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) en el Gobierno de Salvador Allende, académico en universidades chilenas y del extranjero.