Sin duda es una tarea titánica concretar la participación de las y los periodistas en el gremio que los agrupa, pero en la medida que el Colegio de Periodistas se concentre en los asuntos que atañen directa y sensiblemente a las y los profesionales de la prensa, habrá un mejor camino.
Hugo Guzmán. Periodista. 28/11/2024. No debería pasar desapercibido el Congreso del Colegio de Periodistas de Chile que se inicia este fin de semana. Principalmente para las y los periodistas, y también para las y los trabajadores de las comunicaciones y sectores sociales y políticos del país.
Primero, porque se analizarán temas cruciales del ejercicio profesional, nuevas realidades del medioambiente comunicacional y desafíos de la prensa.
Lo anterior es trascendente porque desde la sociedad chilena, en sus distintas representaciones, hay un continuo de inquietud sobre el papel de las comunicaciones y de la prensa. Basta con ver las percepciones en cuanto a la cobertura de recientes hechos políticos y judiciales.
Segundo, porque este Congreso podría aportar al desarrollo, fortalecimiento y potenciamiento de la entidad gremial de todas y todos los periodistas.
Eso es fundamental ante una especie de jibarización del Colegio, con una constante baja de participación, ausencia de colegiaciones, desinterés de muchísimos periodistas y de repente incomprensión de la importancia de la agrupación gremial.
A todas luces, este Congreso debería aportar al reforzamiento del papel de la prensa en un sistema medial mejorado y un sistema democrático más legitimado y, al mismo tiempo, encontrar caminos asertivos para una mayor participación y respuestas de las y los periodistas en torno de su organización.
Hay que revertir la pregunta “¿qué me da el Colegio?” por la afirmación “qué puedo hacer por el Colegio”.
Eso, de inicio, significa adherir a la tan cacareada pero no siempre concretada conciencia social ciudadana y a un sentido colectivo y no individualista como parte de la comunidad periodística.
Hay situaciones que afectan o dañan al Colegio de Periodistas, como la continuidad de la no tuición ética, algo instalado durante la dictadura, ciertas prácticas tóxicas de militantes de partidos políticos, imposibilidad de jugar un papel en demandas laborales de las y los profesionales de la prensa y factores de otro tipo como que de improviso el Estado le otorga mayor relevancia a las organizaciones periodísticas empresariales y patronales que a la entidad gremial de las y los periodistas.
Como sea, el Colegio de Periodistas puede asumir roles preponderantes en encarar la precariedad laboral en el mundo de las comunicaciones e incluso sumarse a la demanda de negociación ramal, preocuparse del tema de la salud y seguridad laboral de periodistas, respaldar a sindicatos de medios, atender situaciones de periodistas que trabajan en el Estado o empresas privadas diversas, contribuir de distintas maneras a los procesos de formación de las y los estudiantes de periodismo y mantener un diálogo con las escuelas de periodismo, incidir en las políticas públicas comunicacionales y en la legislación relacionada con el sistema de medios, promover el ejercicio ético de la profesión, entre otros asuntos.
Sin duda es una tarea titánica concretar la participación de las y los periodistas en el gremio que los agrupa, pero en la medida que el Colegio de Periodistas se concentre en los asuntos que atañen directa y sensiblemente a las y los profesionales de la prensa, habrá un mejor camino.