El exministro y excandidato presidencial, Jorge Arrate Mac Niven, dijo tener “la convicción de que el Presidente Boric hizo bien con sus intervenciones, en un gesto que lo valora a él como dirigente político” y desestimó las críticas al manejo comunicacional del mandatario y varias ministras ante el episodio de acusación al exsubsecretario de Interior por violación. Sostuvo que “si se produjo una diferencia o confusión en las vocerías, en las declaraciones de la ministra del Interior, la ministra secretaria general de Gobierno, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, no me parece que sea algo central, aquí no hay un libreto que todas y todos se debieron aprender y recitarlo después exactamente”. Enfatizó que “en lo que tenemos que esforzarnos todos es en traer cordura, hacerlo en conjunto, porque tenemos un Gobierno que ha tenido tres años muy difíciles”.
Hugo Guzmán R. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 26/10/2024. ¿Coincides en que se instaló una crisis política en La Moneda a propósito del caso Monsalve?
Ha ocurrido un hecho muy grave por su contenido, por su configuración, porque afectó a una de las piezas más importantes en el área de seguridad ciudadana del Gobierno. Pero no creo que haya una crisis política. Una crisis política significa un quiebre de las coaliciones, de los acuerdos entre coaliciones, o en el Gobierno, y eso no ha ocurrido.
¿Cómo crees que se comportó La Moneda?
En general, con la información que uno tiene como ciudadano, considero que La Moneda se comportó adecuadamente. Tengo la convicción de que el Presidente (Gabriel) Boric hizo bien con sus intervenciones, en un gesto que lo valora a él como dirigente político, como figura política, hizo bien en buscar responder todas las preguntas, luego fijar posiciones. No comparto las críticas que vienen particularmente de los profesionales de las comunicaciones en el sentido de que el Presidente no debe hacer esas cosas, que no lo hizo bien, en fin, hay momentos y momentos, estilos. Mi percepción es que al Presidente se le ha forzado en este tiempo a ser alguien distinto a quien es él, y creo que la fuerza del Presidente está en mostrarse tal cual es. Me voy a adelantar quizá a una de tus preguntas, la ministra (Carolina) Tohá, considero que ha cumplido un rol destacado y lo hizo bien, tampoco comparto las críticas que se le lanzan porque creo que hizo lo que correspondía.
¿No crees que hubo desprolijidad, contradicciones, confusiones, en las vocerías que hizo el Presidente, la ministra Tohá, la ministra Antonia Orellana o la ministra Camila Vallejo y que eso influyó en el actual escenario político?
Mira, es tan compleja la trama, todos los días se van sabiendo nuevas cosas, inclusive en el momento que estamos conversando, y no sabemos mañana qué habrá, eso influye también en el Gobierno. Hoy estamos examinando todo el período previo a que ocurriera la denuncia y las opciones de Monsalve cuando no había sido denunciado y él creía que podía ser denunciado. Todo configura una situación muy complicada, cualquiera lo puede percibir, y cuando digo que es complejo no es tratando de justificar nada, es tratando de entender bien lo que pasa. En ese sentido si se produjo una diferencia o confusión en las vocerías, en las declaraciones de la ministra del Interior, la ministra secretaria general de Gobierno, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, no me parece que sea algo central, aquí no hay un libreto que todas y todos se debieron aprender y recitarlo después exactamente. Aquí se trata de que el Gobierno enfrente con la verdad y con fuerza, como lo ha hecho del Presidente, la situación que se enfrenta.
¿Y los roces, recriminaciones, peleas, producidas entre dirigentes de los partidos oficialistas a raíz del Caso Monsalve? De repente parecía que cada quien defendía a la autoridad de su partido y criticaba a la autoridad de otro partido.
Efectivamente, cuando vamos al nivel de los partidos se observa una situación más disgregada, más fragmentada, incluso las vocerías desde un mismo partido son diversas, existieron opiniones distintas entre los partidos y dentro de los partidos. Hay algunos que incluso hicieron comentarios de si perdieron o ganaron con la caída del subsecretario. Pero todo me parece que son cuestiones menores, puramente pequeñeces. En lo que tenemos que esforzarnos todos es en traer cordura, hacerlo en conjunto, porque tenemos un Gobierno que ha tenido tres años muy difíciles, que no ha logrado éxitos rimbombantes, pero que ha hecho y sigue haciendo todo lo posible por llevar adelante las promesas que estableció con la ciudadanía.
Estábamos viendo todas las consecuencias del Caso Hermosilla, con redes importantes y poderosas de corrupción, con irregularidades y operaciones que incluyen a sectores políticos, financieros y judiciales, y aparece en escena el Caso Monsalve. ¿Fue un complicado cambio de agenda?
Es complicado por todo el tratamiento noticioso, informativo, analítico en los medios sobre la agenda porque no pueden hacerlo, no pueden abordar las cosas como realmente son, no pueden estar en seguir el Caso Hermosilla, y se quedan en el Caso Monsalve. Eso es porque los medios están controlados por un sector de la política y la economía y eso es un dato crucial para entender cómo se trata la situación que vivimos. Si el Gobierno lo hizo bien o no lo hizo bien, si la ministra se equivocó, si tuvo contradicciones, si estuvieron bien las vocerías desde La Moneda, está puesto en un ámbito raro. ¿Cuál es? Que Chile es de los pocos países en América Latina, sino el único, donde no existe gran prensa de Gobierno, del sector público, o afín al Gobierno. Lo que existe a escala nacional y de alta incidencia, son medios de la oposición. Este Gobierno y gobiernos anteriores tienen responsabilidad en esta situación, no han actuado con la fuerza necesaria para tratar de modificar eso, pero esa es otra historia. El hecho en nuestra realidad actual, en cómo se aborda la agenda, en el curso de las cosas, es que esfuman el Caso Hermosilla, lo que pasa con la jueza (Ángela) Vivanco, la maniobra de la derecha contra el ministro (Sergio) Muñoz, y otros episodios, y destacan el Caso Monsalve. Todo encuadrado y marcado por los medios de derecha que tienen la hegemonía en el espacio comunicacional.
Hablaste de cordura, de entenderse entre el Gobierno y los partidos oficialistas, en cuanto al Caso Monsalve ¿qué actitudes debería tener el oficialismo frente a lo que seguirá produciéndose de esa situación?
El Gobierno está sustentado sobre la base de dos coaliciones y lo primero que deben hacer cada una de estas coaliciones es un intento de apretar filas, de relacionarse más fluidamente y de reforzarse como sujetos políticos. Ambas coaliciones, en varios temas, no sólo en este, deben hacer un esfuerzo por entenderse mejor y terminar una disputa que ha sido muy vistosa. No nos olvidemos que enfrentamos a una derecha que está en un proceso de ultraderechización, que se reflejará de algún modo en las elecciones municipales, que estamos enfrentando a una derecha integrista, más conservadora, y nuestro objetivo debe ser agrupar a las fuerzas que están por la justicia y contra el abuso.
¿Hay que bajar los decibeles frente al Caso Monsalve? Porque este caso va a seguir.
Lo importante es que el Gobierno continúe con la línea clara que ha tenido frente a este caso y los partidos deben apoyar al Gobierno en esa actitud y en sus definiciones. El Caso Monsalve va a terminar en mucho tiempo, quizá en años, y no estará todo ese tiempo en las primeras planas. La utilización del Caso Monsalve, con fines electorales y políticos ha sido muy grande desde la derecha, y probablemente el Caso Hermosilla haya sido utilizado por personeros del oficialismo. Ahora bien, la diferencia es que en el caso de Manuel Monsalve estamos en presencia de un delito de carácter individual, habrá que ver la investigación, pero es un caso individual, fue una actuación de él personal. En el caso de Luis Hermosilla, no es un caso individual, de delitos propios, personales, es la demostración de la existencia de un mecanismo extrainstitucional, de la existencia de una red para interceder el sistema institucional, un caso donde actuaban diversas personas, coordinadas, donde había empresarios, abogados, políticos, fiscales, jueces involucrados, es algo estructurado por un colectivo que comete delitos e irregularidades.
¿Desde tú mirada, qué crees que debe estar pensando la ciudadanía al conocer todos estos episodios?
Hay un segmento de la ciudadanía que está siguiendo todos los acontecimientos estrechamente, es un segmento pequeño, más politizado, donde están los militantes de partidos, y hay otro segmento que sin ser indiferente a los asuntos públicos, tiene menos información y ese segmento debe estar bien confundido. De partida, sólo reciben las noticias y los análisis que viene sólo desde un sector político que controla la mayoría, sino todos, los medios de alcance nacional. Hay otro segmento de la ciudadanía que simplemente está totalmente desencantado, y probablemente o no van a concurrir a votar este fin de semana, o van a votar nulo o blanco.