Nada que beneficie a nuestros pueblos será inconstitucional, porque nuestro nuevo Estado social de derechos, tendrá como labor la protección y garantía de los derechos humanos individuales y colectivos y será su deber generar las condiciones necesarias y proveer los bienes y servicios para asegurar el igual goce de los derechos y la integración de todas las personas.
Ericka Portilla. Convencional Constituyente. Distrito 4. 15/05/2022. Estamos llegando al final de este proceso constituyente. Un hecho histórico para nuestro país que hemos desplegado para llevar dignidad a todas las familias y comunidades que habitan en este extenso territorio.
En el último Pleno donde discutimos el informe de Derechos Fundamentales, logramos establecer que el Estado promoverá la corresponsabilidad social y de género e implementará mecanismos para la redistribución del trabajo doméstico y de cuidados, porque para nadie resulta desconocido que existe actualmente una bifurcación entre la esfera productiva y la privada de muchas personas, principalmente mujeres, donde se ha exigido de manera forzosa, el trabajo doméstico y el de cuidados, a las mujeres, sin que este sea reconocido, valorizado ni remunerado.
Reconocemos que este Artículo pudo ser más completo, como lo planteaba la iniciativa popular de norma, que ingresó el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, que buscaba reconocer, valorizar y remunerar este trabajo, de manera que a futuro no exista ningún tipo de trabajo en nuestra sociedad que no esté debida y dignamente reconocido, valorizado y remunerado.
También celebramos la aprobación de los artículos que garantizan el trabajo decente, una norma que nace producto de la organización de trabajadores y trabajadoras, bajo el alero de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Una lucha que ha llevado por años la CUT, junto a sus organizaciones asociadas, para entregar dignidad al trabajo y dejarlo bajo los estándares internacionales, y a pesar de que muchos critiquen la representación de la CUT, lo cierto es que esta propuesta que aprobemos entregará dignidad a todos los trabajadores y trabajadoras que por años no han podido disfrutar a plenitud del fruto de su esfuerzo.
Esto no solo se trata de entregar libertad sindical para tener más herramientas de negociación y mejoramiento de nuestras condiciones de trabajo, también se trata de sueldos justos, equivalentes a nuestro esfuerzo. Se trata de tiempo libre, porque tenemos que disfrutar de esos frutos con nuestras familias o con quienes queramos y se trata de erradicar la precarización laboral. Porque vemos todos los días a miles de jóvenes en motos y bicicletas en las calles, los famosos deliverys, que no cuentan con ninguna condición decente de trabajo, por ejemplo, no pueden contar con un baño, porque tienen como empleador a una aplicación comandada desde Estados Unidos.
Destaco que no queremos eliminarlos, queremos dignificar sus trabajos, por eso con la nueva Constitución el Estado podrá exigir a todos los empleadores que entreguen las condiciones mínimas para no denigrar ni humillar a ningún trabajador/a.
Celebro estos esfuerzos y también envío fuerzas a las organizaciones que no pudieron ver sus normas plasmadas en esta nueva Carta Magna y les quiero decir que nada está perdido, que esas normas que no entraron se pueden regular a través de las legislaciones o reformas constitucionales, porque ahora sí se podrá. Nada que beneficie a nuestros pueblos será inconstitucional, porque nuestro nuevo Estado social de derechos, tendrá como labor la protección y garantía de los derechos humanos individuales y colectivos y será su deber generar las condiciones necesarias y proveer los bienes y servicios para asegurar el igual goce de los derechos y la integración de todas las personas.
El 4 de septiembre debemos Aprobar la nueva Constitución porque contiene todos los anhelos que estallaron el 18 de octubre de 2019. La Constitución de 1980 escrita a sangre y fuego murió y ahora es tiempo de un nuevo Chile, solidario, más justo e inclusivo. Sabemos que hay chilenos y chilenas con miedo, pero no deben tenerlo, solo deben temblar los que por años nos han sometido a un modelo de hambre e injusticia, el resto de Chile, las grandes mayorías debemos estar a la altura y Aprobar en el Plebiscito de salida.
Yo Apruebo con toda la fuerza de la historia.