La coordinadora del Observatorio de Género y Equidad dijo que el proyecto anunciado por el Presidente Gabriel Boric “es un tema de derechos democráticos, de derechos de las personas”. Sostuvo en entrevista que “hay que tomar la experiencia de los demás países y que no estamos hablando de despenalización del aborto, sino de legalización”. Enfatizó que la nueva ley debe “garantizar que el derecho sea efectivo con debida diligencia y que las personas puedan acceder a ese derecho”. Sobre el nuevo reglamento que se plantea desde el Gobierno respecto a la implementación de la ley de interrupción del embarazo en tres causales, la socióloga apuntó a que “lo que pretende es garantizar que siempre, en todos los turnos hospitalarios, haya médicos que son no objetores” y se garantice la atención a las mujeres que opten por beneficiarse de la ley. Valorando la iniciativa de equidad salarial para las mujeres, indicó que “siempre en este tema de la igualdad entre hombres y mujeres tenemos que decir que se trata de un bien social, tiene consecuencias para toda la comunidad, para la familia, para las hijas o los hijos”. Refiriéndose a los debates respecto al tipo de sociedad al que se aspira, Teresa Valdés señaló que “tenemos que ponerle carne a lo que son las propuestas progresistas en el sentido de lo que significan para la vida cotidiana de las personas”.
Hugo Guzmán R. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 5/6/2024. ¿Cuál es su opinión del anuncio del Presidente Gabriel Boric de un proyecto de aborto legal?
Nos sorprendió en cierta medida el anuncio de envío del proyecto de ley, aunque nos parece bien, abre un tremendo espacio a un tema extraordinariamente relevante porque es un tema de derechos democráticos, de derechos de las personas. No porque sea un tema de salud pública, sino que es un derecho que debe ser reconocido, es un derecho humano a la autonomía del cuerpo, a la posibilidad de algo que es muy valioso que es la maternidad voluntaria. Tengo una sensación de alegría, sabíamos que esto estaba en el programa de Gobierno y en ese sentido no tendría por qué sorprender. Pero el escenario político está un poquitito adverso a los derechos de las mujeres, hemos sido cuestionadas las feministas, pero se abre un espacio de debate que es muy valioso.
¿Qué debería contener ese proyecto, debe considerar la evidencia, legislaturas de otros países donde ya se avanzó en esto?
Hay que tomar la experiencia de todos los demás países y lo interesante es que no estamos hablando de despenalización del aborto, sino de legalización, es decir, establecer las condiciones de un derecho y, por tanto, donde el conjunto de la sociedad, el sector público y el sector privado, debe proveer las condiciones para que las mujeres accedan a ese derecho, como sucede hoy con la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales. Hay que garantizar que el derecho sea efectivo con debida diligencia y que las personas puedan acceder a ese derecho. El proyecto de ley tiene que incorporar lo mejor que hay de la experiencia, en el sentido de la legalización. Mira, es fácil y es difícil, las dos cosas. Fácil, porque existen proyectos, como en Uruguay y en países de Europa, porque hay fórmulas y contenidos, por ejemplo, se avanza a la tesis de que es por plazo, se establecer un plazo de las catorce semanas, aunque en las tres causales sigue por encima de las catorce semanas. Lo difícil, porque significa el derecho a un acceso efectivo, significa la implementación, significa que se garantice el derecho, y nos preocupa porque a siete años de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en tres causales esa ley no está siendo implementada para garantizar ese derecho, entre otras cosas por la objeción de conciencia. El tema de objeción de conciencia va a estar en una ley de aborto legal. Y los objetores de conciencia tienen pocas exigencias en términos, por ejemplo, de registrarse previamente y hay hospitales donde hoy hay dificultades para garantizar el derecho a las mujeres.
Precisamente el Presidente Boric planteó también lo de un nuevo reglamento para la ley de interrupción del embarazo en tres causales.
Ese reglamento está referido al tema de los objetores de conciencia, porque el reglamento que dejó el Gobierno de Sebastián Piñera, que reemplazó al reglamento que se había fijado y aprobado por el Ministerio de salud, fue muy libre, los médicos no tienen que informar, no tienen que fundamentar por qué son objetores, las mujeres no saben si su médico que la atiende es objetor y por tanto les va a ayudar o no les va a ayudar en la circunstancia de tener que interrumpir el embarazo. En los hospitales no está el registro de objetores, se hace posteriormente, aunque el Ministerio tiene en su página la información. Pero han sucedido casos como el hospital base de Osorno que no tiene ningún médico que no sea objetor, y es grave, porque la mujer debe ser derivada a Puerto Montt, imagínate una mujer que está en esa circunstancia además tiene que asumir ese traslado. Este reglamento nuevo lo que pretende es garantizar que siempre, en todos los turnos hospitalarios, haya médicos que son no objetores y eso significa que los médicos tienen que reconocer previamente su condición de objetores y tienen que fundarla. El reglamento apunta a garantizar el derecho que está establecido en la ley. Pero bueno, sabemos que van a presionar, van a ir a la Contraloría, después al Tribunal Constitucional, es posible que suceda, porque hay una acción en contra de la aplicabilidad del derecho de las mujeres. Ya salió el exministro (Jaime) Mañalich diciendo que esto atenta contra la igualdad de los médicos a la hora de la contratación, porque el reglamento dice que los servicios de salud deben velar por contratar médicos no objetores para garantizar que en todos los turnos de hospitales donde se realizan intervenciones haya médicos no objetores.
Se planteó desde la oposición y otros sectores, que este anuncio del Presidente Boric tiene fines electorales, que es para contentar a su 30 por ciento, que no es un asunto de la ciudadanía.
Primero diría que siempre van a considerar que presentar un proyecto de esta naturaleza no es oportuno y que tiene otros intereses. Lo segundo, es que las encuestas, crecientemente -yo tengo encuestas en que el 44% respalda la legalización del aborto-, indican que hay respaldo a una ley así. Cuando se habla de números, hay que decir que se legisla por números más pequeños de la población, y estamos hablando de una materia que afecta a más de la mitad de la población, bueno, al menos de mujeres adultas, y no somos una minoría, pero eso pareciera ser irrelevante.
Se repite que Chile asuma estándares internacionales más avanzados, cambios culturales, en derechos de la mujer.
Esto viene desarrollándose en Chile hace rato. La Presidenta (Michelle) Bachelet hizo un avance considerable en materia de cambios culturales, precisamente, de validar que derechos de las mujeres, que la democracia requiere de la validación y el reconocimiento de los derechos de las mujeres y, claro, vamos avanzando a pasos bastante rápidos a lo que son los estándares internacionales, de los países con los cuales solemos compararnos. En el fondo, que las mujeres no tengamos el derecho a la maternidad voluntaria, que es un bien social, no es lo positivo. Tenemos muchos problemas sociales derivados de una maternidad no deseada. El no reconocer la maternidad deseada lo que hace es reforzar aquello de la tutela sobre los cuerpos de las mujeres, las mujeres somos personas con los cuerpos tutelados, el Estado te dice que hay cosas que tú no puedes hacer con tu cuerpo. La mitad de la población chilena tiene una condición donde tiene tutelado su cuerpo, tiene que obedecer órdenes establecidas en algún lugar, que determinan tu vida.
Hablando de derechos sociales, derechos humanos, derechos a las opciones y la diversidad, hubo un rechazo en la Cámara Baja al reforzamiento de la Ley Zamudio, se rechazó un contenido que garantizaba el derecho a la igualdad, la prevención de la discriminación, al respeto y la defensa de personas en sus derechos y hasta hubo insultos a ciudadanas y ciudadanos por su condición sexual.
Es muy lamentable, lo hemos vivido en otras oportunidades, y más lamentable es que se insultó, con palabras muy denigrantes, a personas que tienen una condición diferente. Pero bueno, pasó a Comisión Mixta, y requiere de mantener en alto el debate cultural, de cómo la democracia supone la igualdad, supone el reconocimiento del otro como un igual, y que la Declaración Universal de Derechos Humanos tiene que estar en la base de nuestra convivencia social, y eso es reconocer que todas las personas nacen iguales en dignidad y derechos. Eso no puede modificarse, y es tarea del Estado buscar la manera de garantizar esa igualdad. Es lamentable lo que ocurrió, pero imagino que aportará al debate de afirmar aún más la importancia de la igualdad y la no discriminación.
Equidad salarial para las mujeres
¿Qué le pareció el anuncio de avanzar en una iniciativa de equidad salarial para las mujeres?
Es algo deseado y muy antiguo, se viene trabajando mucho en ese sentido, tenemos una ley que no tiene mecanismo de exigibilidad, no es una buena ley. Así que me parece muy bien, es muy positivo, que se avance en esa perspectiva. No es nada fácil porque la experiencia muestra que siempre existen mecanismos para salirse el objetivo y del espíritu de la ley, porque siempre se puede discutir la definición de igual trabajo, igual salario, se aparecen adicionales, está eso de que en la asignación de cargos justo quedan los hombres y no las mujeres, se ponen requisitos que justo lo pueden cumplir los hombres y no las mujeres. Hay mecanismos mediante los cuales se puede hacer trampa y seguir manteniendo la inequidad. Es muy importante el proyecto porque hay que seguir avanzando para lograr la equidad salarial, pero no es fácil. El mercado, los empleadores, son actores que privilegian sus intereses y deseos y no siempre les interesa avanzar en igualdad. Hemos avanzando, uno ve lo que ocurre en la alta dirección pública, los esfuerzos que se hacen, hay más mujeres en responsabilidades, pero hay mecanismos en cómo se hacen las contrataciones, los concursos, los análisis, donde se identifican los espacios de la discriminación, que son muy sutiles. Así que me parece estupenda y necesaria esta iniciativa y seguir avanzando en mejorar las leyes que aseguren la equidad salarias de las mujeres, porque también es un bien social. Cuando tienes el 42% de los hogares encabezados por mujeres, cuando se habla de desigualdad salarial, estás hablando de que muchas mujeres que son jefas de hogar están teniendo ingresos inferiores por el solo hecho de ser mujeres, eso es grave para la familia, para el país, para todas y todos. Siempre en este tema de la igualdad entre hombres y mujeres tenemos que decir que se trata de un bien social, tiene consecuencias para toda la comunidad, para la familia, para las hijas o los hijos.
Estos son momentos, si uno considera los proyectos de transformaciones propuestos, los debates abiertos, de disputa de fondo respecto al tipo de sociedad y de país al que se aspira. ¿Cómo se inscriben estos temas en eso? ¿Cómo se asume considerando las posturas conservadoras y las posiciones transformadoras que se evidencian?
Mira, tenemos que ponerle carne a lo que son las propuestas progresistas en el sentido de lo que significan para la vida cotidiana de las personas. A veces se hacen debates muy abstractos, se dicen cosas muy generales, que no son reconocidas necesariamente por la gente en su vida cotidiana. Entonces, estos son ejemplos, son antecedentes, son temas, que debemos ir mostrando en nuestras propuestas de transformación de la sociedad. Decimos que queremos una sociedad que se sustente en la plena vigencia de los derechos humanos, eso qué significa en lo concreto, qué significa en la vida real, por ejemplo, de las mujeres. Cuando hablamos de justicia social, justicia de género, qué significa para las personas, qué significa en la vida diaria. Cómo mostramos una hoja de ruta hacia mayores niveles de igualdad, de justicia, de no discriminación, de mejores niveles de reconocimiento de la diversidad, de reconocimiento de derechos de las personas. También debemos abordar la reconstitución de un tejido social -que afectó tanto la pandemia-, de un tejido social que va apoyando, que va haciendo democracia, que va recuperando espacios públicos, que va participando, y se están haciendo muchas cosas en ese sentido. Bueno, cuando uno habla de propuesta transformadora, hay que llenarla de contenido, que la gente visualice respuestas, y que tenga más lazos, más oportunidades, más derechos, más soluciones. Cuando hablamos de más sindicalización, también queremos espacios en el mundo del trabajo, de participación, y mira que la sindicalización femenina aumenta considerablemente, porque es una herramienta para el mejoramiento de las condiciones de vida y el reconocimiento del liderazgo social, de la actoría de las mujeres. Tenemos que llenar de contenidos nuestra propuestas en cuanto a lo que representa para la vida de las personas.