El presidente del PC hizo un balance del 2023 donde apuntó a importantes derrotas electorales y episodios negativos en el sector oficialista, lo que provocó que la oposición bajara su disposición “a mirar con signo positivo las propuestas legislativas en dirección del beneficio de la mayoría del país y fue entrando en una actitud de negar la sal y el agua”. A pesar de eso, resaltó que “hubo avances en políticas sociales” y, en entrevista, enumeró varias medidas y leyes aprobadas. El dirigente expresó que “el Partido Comunista ha jugado un papel positivo en sus tareas parlamentarias, en sus tareas de Gobierno, en sus tareas municipales, sus tareas regionales y en sus tareas en el mundo social”. Sobre el esperado Congreso de la colectividad, reconoció que aún no hay fecha de inicio, pero enfatizó que “cualquiera sean las fechas, será un Congreso real en debate, en contenidos y en propuestas”.
Daniela Pizarro Amaya. Periodista. “El Siglo”. 29/12/2023. El presidente del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona, hizo un balance de lo que fue el 2023 para la colectividad, para el Gobierno y el oficialismo. Indicó que fue un año complejo para concretar políticas públicas que hace mucho espera el país, como la reforma de pensiones o un plan tributario, por la postura obstruccionista de la oposición. También repasó lo que fueron las elecciones en el marco del último proceso constitucional y sostuvo que el resultado del plebiscito del 17 de diciembre dejó como aprendizaje el saber llegar con un mensaje atrayente para la ciudadanía. Carmona indicó que específicamente para el PC el 2023 “fue un año durísimo”.
¿Cómo calificaría este 2023¿Un año duro, bueno, complicado?
Creo que a la luz de los hechos y de los resultados ha sido un año bastante complejo. Después de la derrota que tuvimos en el plebiscito de salida del 4 de septiembre del año pasado, la derecha bajó su disposición a mirar con signo positivo las propuestas políticas legislativas en dirección del beneficio de la inmensa mayoría del país y fue entrando en una actitud de negar la sal y el agua. Si sumamos esos temas a lo que fue la elección del Consejo Constitucional, vemos un resultado abrumadoramente mayoritario a favor de la derecha y de la ultraderecha. Nuestros sectores no tuvieron la capacidad de obtener el quórum para vetar propuestas que fueran inaceptables en la nueva propuesta de texto constitucional y, en buena medida, esto no se logró porque nos dimos el gusto de ir en dos listas. Lo sumo también a lo negativo.
Si seguimos sumando hechos tomamos nota que se cruzó el destape de una cantidad de actos de corrupción que lamentablemente comprometieron acciones vinculadas a nuestro sector y que fue acompañado de una intencionalidad clara de parte de la derecha de exaltarlos aún más. Me refiero, por ejemplo, al caso de Democracia Viva, entre otros. Sin embargo, creo que el resultado del 17 de diciembre, donde también fue contundente el pronunciamiento que tuvo la ciudadanía para rechazar, votando en contra, la propuesta del Partido Republicano y la derecha, fue una advertencia y un sentido de conciencia política que dice que está abierta la disputa y la lucha por influir en los destinos del país de todos los sectores, incluyendo el nuestro. Un hecho que vino a llenarnos de satisfacción.
También sumo que como país tuvimos que realizar un evento deportivo histórico, no habíamos tenido nunca la posibilidad de ser sede de un evento de la dimensión de los Panamericanos y de los Parapanamericanos que se vivieron con tanta excelencia durante este año y que incluso desde el punto de vista de las estrictas marcas deportivas dejan a Chile en una muy buena ubicación. Junto a ello, la reciente noticia de que se da por iniciado una vez firmado el convenio, la posibilidad que el Estado de Chile a través de Codelco con posesión del 50 por ciento más uno de las acciones entra activamente en la producción de litio, me parece que damos una gran noticia del punto de vista del desarrollo económico, del desarrollo de inteligencia, del desarrollo científico y, sobre todo, de la lucha contra el sobrecalentamiento global.
¿Cuál cree que fue la estrategia aplicada por la derecha en este 2023?
La derecha se afirmó en primer lugar en errores nuestros, que obviamente los exageraron y los tuvieron como justificación para el distanciamiento. Me refiero, por ejemplo, al resultado de los indultos y el tema de actos de corrupción. Cada una de estas cosas fue exagerada en la medida que le sirviera a la derecha para distanciarse y, entre comillas, justificar un boicot sobre el Gobierno. Una política de este tipo, que es una política negativa, que es una política que no se dispone a ser contribuyente, al final redunda en que los grandes perjudicados son la mayoría de la población, porque ellos son el destinatario principal de las políticas públicas que el Gobierno espera aplicar, como la largamente esperada reforma de pensiones, lo mismo respecto a la seguridad pública, en la salud y en la misma educación. En esto está la fuerza que toma el Partido Republicano, que es una versión muy reaccionaria que tiene la derecha y que corrió el cerco de la centralidad más hacia la derecha.
Lo vimos también respecto a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado donde apareció un negacionismo sofisticado, una posición diametralmente opuesta que sin ningún pudor se propuso competir con la lectura, con la interpretación de lo que ocurrió allí. En el fondo lo que estaban haciendo era una manifestación que justificara el golpe, no tanto por la parte terrorista del golpe, sino por el mecanismo usado para refundar el capitalismo en Chile y para garantizar que nunca más en este país hubiera el peligro de un proyecto popular democrático, de justicia social, con características y peculiaridades muy propias de nuestra sociedad chilena, como era el proceso de la Unidad Popular.
Usted comenta que se partió el año con una derrota importante en la configuración del Consejo Constitucional, pero se cierra el año con un triunfo frente a la propuesta conservadora. ¿Dónde estuvieron los aciertos y errores del oficialismo?
Como acierto, la orientación que implementamos para abordar este segundo proceso constitucional que permitió que la mayoría de forma muy categórica y determinante rechazara un texto que más parecía un programa de Gobierno y de un Gobierno reaccionario, más que una propuesta de nueva Constitución. El acento estuvo en saber indicar puntos concretos que demostraban la fragilidad del texto y que eso se convirtiera en una conducta electoral. Se atina cuando el trabajo se relaciona considerando correctamente las motivaciones que tiene, en este caso, la sociedad civil, los ciudadanos, el mundo popular, el mundo democrático, para de conjunto tener una pequeña conquista que, si bien es cierto no la hemos denominado como el gran triunfo de la izquierda, sí podemos decir sin duda que es la gran derrota de la derecha. En ese marco el aprendizaje es que tenemos que saber llegar con un mensaje atrayente a la gente, que incorpore percepciones, que seduzca, que sintonice con la mirada que tiene la mayoría de la población. Porque cada vez que hay una contienda electoral, se pone en juego la capacidad y la calidad de nuestra política comunicacional, porque si tenemos la razón, si tenemos la mitad, ¿por qué no la hace propia un sector grande de la población? Ahí hay un tema que tendremos que abordar como cualidad, por un lado, y como debilidad por otra parte.
Creo que hubo avances en políticas sociales, como haber logrado el salario mínimo con proyección a los 500 mil pesos en los próximos meses, reducir la jornada laboral a 40 horas, concretar el copago cero en el plano de la salud, la defensa del poder adquisitivo cuando las tasas de interés crecen el acceso a tener un ingreso por la vía de préstamos tiene un valor muy alto, haber aprobado el proyecto de royalty minero, elevar el Presupuesto 2024, y esperamos afinar más todavía un paquete de medidas económicas sociales para aquellos sectores de la población más vulnerables.
¿Cómo evalúa este 2023 para el Partido Comunista?
Fue un año durísimo. Después de dieciocho años dirigiendo el partido se nos fue Guillermo Teillier, presidente del partido hasta agosto. Su partida nos golpeó duramente a todos y todas. Por otra parte, tenemos la sana satisfacción que sin haberse representado en la inactividad, el Partido Comunista recabó y aportó como primera fuerza entre los diez partidos de Gobierno, a lo que fue el caudal que permitió una representación de consejeros constitucionales -de 16 consejeros- y el aporte mayor lo hizo la votación que obtuvo el Partido Comunista, quien fue capaz de levantar una candidatura en la Región Metropolitana que se constituyó en la primera mayoría de mujeres a nivel nacional y segunda mayoría nacional en general. El Partido Comunista ha jugado un papel positivo en sus tareas parlamentarias, en sus tareas de Gobierno, en sus tareas municipales, sus tareas regionales y en sus tareas en el mundo social, con una sola motivación, que es ser más incidente para construir correlaciones de fuerza que favorezcan la lucha por los cambios. En eso el partido, y lo digo en beneficio y en reconocimiento de la militancia sencilla y común del partido, ha jugado un papel que es reconocido por otros.
¿Cuáles van a ser las prioridades del PC para el 2024?
Las prioridades del partido son, después de una evaluación y de un aprendizaje, profundizar mucho más, precisar mucho más, la política de los comunistas para Chile. Eso será el fruto del debate congresal del XXVII Congreso del PC. El Congreso tenía como fecha de partida después del 17 de diciembre, una vez que hiciéramos las evaluaciones de lo que fue esa batalla, en eso estamos. Después de las fiestas de fin de año tenemos un debate como Dirección Nacional en los primeros días de enero para actualizar todas las precisiones de inicio y materiales para nuestro Congreso. No es un Congreso que nos separe, no es un Congreso que nos encierre, no es un Congreso que nos ensimisma, no es un Congreso que vivimos solos y para nosotros mismos. Es un Congreso como un instrumento, como un espacio de afinamiento de políticas al servicio de la lucha del pueblo y eso será sí o sí, porque el desarrollo del Congreso es desde la base que va a aportar una evaluación, incluso sobre la implementación de las tareas de Gobierno y esperamos que sea un muy buen aporte que podamos compartir y socializar con el Gobierno. Será un Congreso que conviva con las luchas por conquistar mejores posiciones en las batallas territoriales, a nivel municipal y regional, tanto en gobernaciones, alcaldías, como consejeros regionales y concejales. Debe también convivir con eventos y luchas que van a librar los mundos sociales, en particular movimiento sindical y particularmente la Central Unitaria de Trabajadores y eso será un feedback que va a poner el debate partidario en inmediato desafío de implementación y que, a su vez, va a implementar esa política en esos espacios.
¿No hay fecha estimada para el inicio del Congreso?
Lo que está es que todas las bases partidarias están organizando su trabajo celular porque el Congreso empieza y ocupa la mayor cantidad de tiempo en la discusión de la base del partido. Qué va a determinar la base del partido y cuál va a ser el acuerdo que tome la Dirección Nacional del partido respecto a fecha, será una vez que chequemos esto en estos meses, considerando febrero que es el mes más tradicional de descanso. Lo importante es que la base vea que tuvo todo despacio para llevar adelante el debate y las propuestas, de lo cual seremos muy respetuosos. Porque lo que sí garantizo es que cualquiera sean las fechas, será un Congreso real en debate, en contenidos y en propuestas, y será un aporte a la política de los comunistas, un aporte de los comunista a la política de la lucha del pueblo.