El exministro y excandidato presidencial enfatizó que con el candidato de la extrema derecha peligran “los derechos humanos, los derechos sociales ganados, la condición social de la mujer, la estabilidad social del país”. Afirmó que de cara a la segunda vuelta “toda la base que apoya a Jara está movilizada y que “los demócratas debemos estar unidos más allá de diferencias legítimas o simpatías o antipatías”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 22/11/2025. Tienes en el cuerpo una elección presidencial como candidato. Considerando este tiempo y este desafío ¿cómo encararías la campaña de segunda vuelta?
Quedan sólo tres semanas y el nuevo comando de Jeanette está haciendo lo que debe: uno, desenmascarar a (José Antonio) Kast que se cubría con el vandalismo político de (Johannes) Kaiser y con la complicidad hipócrita de (Evelyn) Matthei. Y, dos, abrir el programa de Jara a propuestas razonables y realizables planteadas en la primera vuelta por otros candidatos. Al mismo tiempo toda la base que apoya a Jara está movilizada.
¿No se está exagerando el fenómeno Franco Parisi?
He leído en estos días harto sobre el tema y creo que es una cuestión muy compleja. En primer lugar, muestra que la izquierda no ha hecho un análisis profundo de cómo ha cambiado en los últimos decenios la composición de clase de la sociedad chilena. Entre los académicos circula mucho material de calidad pero no ha sido elaborado por las instancias políticas. En la post dictadura hay casi siempre una masa de votantes que se desplaza hacia candidaturas fuera de los esquemas tradicionales, desde Francisco Javier Errázuriz en los noventa. Con ese antecedente no debiese sorprender tanto la votación de Parisi. Pero el punto, creo yo, es que esa votación es una sumatoria bien diversa en su interior, difícil de definir. Es una agregación de pulsiones, sentimientos, emociones y también razones, que no tienen el mismo origen ni igual intensidad. Por eso ofrece muchas más dificultades para el análisis que los fenómenos anteriores a los que hago referencia.
Se pensaría, dado el 26% de Jara, en buscar votos en las comunas, en regiones, en exconcertacionistas, en la izquierda no oficial, en los otros candidatos que perdieron.
Todo suma y es indispensable hacer ese esfuerzo gigante por juntar fuerzas contra un Kast que representa una amenaza grave para la democracia, los derechos humanos, los derechos sociales ganados, la condición social de la mujer, la estabilidad social del país. Esto no significa dejar de lado principios ni renunciar a los objetivos programáticos que hemos precisado. Acabo de ver un análisis interesante y serio de los “votos cruzados” de primera vuelta que señala con buenos argumentos que si hacemos este esfuerzo unidos y con convicción la votación de Jara puede llegar a 53,9. Hay casos anteriores, como la elección de (Rodrigo) Mundaca como GORE de Valparaíso, hace pocos años, en que logró duplicar en segunda vuelta su votación de la primera.
¿Quiénes son buena compañía para Jara en esta campaña?
Hay algunos mejores que otros, pero cuando se enfrenta una coyuntura crítica en la que están en juego muchos aspectos de nuestra libertad y las bases de una indispensable solidaridad social, no hay que equivocarse. La experiencia histórica sobre la debilidad con que se enfrentó al fascismo y al nazismo en Europa, hace cien años, ha dejado enseñanzas. Los demócratas debemos estar unidos más allá de diferencias legítimas o simpatías o antipatías. Así seremos la mejor compañía para Jara.
Hablemos de muertos o heridos políticos que dejó la elección. ¿Se terminó la historia de RN, de la UDI, de la derecha tradicional?
Perdieron la hegemonía que siempre tuvieron sobre su sector. Este no es un cambio menor. Ahora son vagones de cola de la extrema derecha. Pero a ellos lo que los mueve, a la mayoría de ellos, quiero decir, es defender el derecho de propiedad y la posibilidad de acumular riqueza e ingresos. Se acomodarán. Ya comenzaron y se hacen los lesos con la hoja de vida de Kast y de su familia paterna. Por eso creo que en ese sector habrá votantes que, de buena fe, comparten puntos de vista más bien conservadores, que sin embargo no podrán quedar tranquilos con su conciencia votando por Kast y sus postulados autoritarios.
Con el posicionamiento de Kast, de Kaiser, de sus partidos, ¿se terminó el piñerismo?
Me cuesta extender certificados de defunción. Prefiero diagnosticar: enfermo grave, le será difícil salir de la UTI. Y la receta que podría salvar al paciente: clases urgentes de democracia.
¿Será cierto lo que dicen analistas que la socialdemocracia, la centroizquierda, pueden ir al precipicio se siguen con estas votaciones?
Al menos en lo que se refiere a los partidos de izquierda podrán tener vaivenes. Pero dependerán de sí mismos para interpretar mejor los tiempos en que vivimos y actuar con acierto para defender la democracia y la justicia social, que yo llamo socialismo. Sin renunciar a nada, con una memoria sólida y emocionante, y una voluntad clara para transformar el mundo.
