“El caso de cobros indebidos en las cuentas de la luz de millones de chilenas y chilenos, constata la persistencia de prácticas irregulares de parte de grandes empresas y de ineficiencias de autoridades del Estado, y señala la continuidad y daño de abusos contra el pueblo en nuestro país”.
 «El Siglo». El Editorial. Santiago. 24/10/2025. A las familias chilenas no les sirven o no les son suficientes tecnicismos, academicismo, renuncias y politizaciones cuando son afectadas duramente por abusos que, sobre todo, afectan sus gastos cotidianos.
«El Siglo». El Editorial. Santiago. 24/10/2025. A las familias chilenas no les sirven o no les son suficientes tecnicismos, academicismo, renuncias y politizaciones cuando son afectadas duramente por abusos que, sobre todo, afectan sus gastos cotidianos.
La gente ve un espectáculo político, vocerías grandilocuentes, palabras técnicas sofisticadas, que al final no evitan los abusos y no esclarecen, en concreto, cómo será reparado ese abuso. Es más, nadie sabe por dónde vendrá el próximo golpe a la economía familiar.
El caso del cobro indebido y abultado de la cuenta de la luz, que afectó a millones de chilenas y chilenos, es un elocuente ejemplo de lo anterior. Otro abuso, otra incertidumbre, otro daño a la población.
Empresarios y autoridades se enredan y polemizan, legisladores y dirigentes discuten si acusar o no constitucionalmente al exministro de Energía, se arman debates técnicos, mientras el pueblo no sabe cómo se reparará el daño; duda, se molesta, desconfía.
Hay en todo esto un asunto de capacidad profesional, de categorías éticas y sentido de compromiso de empresas eléctricas privadas y de autoridades de gobierno. En esos ámbitos, fallan. Se comprueba que hay un tema estructural, sistémico, detrás de prácticas abusivas expresadas de distintas maneras.
La gente ve que no les pasa nada a los responsables y las sanciones son leves, irrisorias. Los responsables del abuso y la ineficacia siguen, se reacomodan. Y vaya una ciudadana o ciudadano a no pagar la luz, a no tener recursos para cumplir sus deberes; le caen las penas del infierno.
Por desgracia, el caso abusivo de las empresas eléctricas y la desidia e irresponsabilidad de autoridades del Estado, indican que el abuso contra la población persiste como un peligro y un daño.
Es, por tanto, imprescindible que se vean respuestas, previsiones, sanciones reales frente al fenómeno de prácticas abusivas instaladas hace rato en Chile.
Más cuando, por ejemplo, grandes empresas y trasnacionales eléctricas se ven continuamente involucradas en episodios irregulares y de afectaciones a las familias chilenas. Por cierto, en la vida cotidiana la gente reciente los abusos y malos tratos de empresas de agua, gas, telefonía, entre otras.
Con todo lo ocurrido en los últimos años, los gobiernos, el Legislativo, los directivos de empresas y gremios empresariales, ya deberían estar entregando medidas de muros contra los abusos y no limitarse a reaccionar cuando esos abusos se cometen.
En esta materia, también habría que esperar posiciones y movilizaciones más decididas y extendidas de organizaciones sindicales, sociales, de consumidores y de la sociedad civil.
Recuperar confianzas y certidumbres de parte del pueblo, pasa en mucho por terminar con los abusos y sancionarlos severamente.