“Quienes conmemoran los 113 años del partido de Pablo Neruda y de Gladys Marín, ese partido en cuyos actos bailaba cueca Margot Loyola con Elías Lafferte o en los que hacía uso de la palabra Guillermo Teillier, son herederos y continuadores de una tradición de lucha y esperanza cuya mejor representante se llama hoy Jeannette Jara Román”.
“El Siglo”. Santiago. 7/2025. El pasado domingo 6 de julio, miles de personas participaron en el acto de celebración de los 113 años de existencia del Partido Comunista de Chile y 149 años del natalicio de su fundador, el obrero Luis Emilio Recabarren, actividad realizada en el Teatro Caupolicán de la capital chilena.
El Presidente Gabriel Boric envío un saludo a la actividad. Este es el texto íntegro del mensaje del mandatario:
“Queridos compañeros y compañeras:
Es para mí un gran honor hacerles llegar este saludo en el día en que el Partido Comunista de Chile conmemora 113 años desde la fundación del Partido Obrero Socialista, y 149 años del nacimiento de Luis Emilio Recabarren.
El partido de Recabarren, Enrique Salas, Elías Lafferte y Teresa Flores -como ustedes saben bien, la única mujer en el acta de constitución del POS- se transformaría con los años en un actor fundamental no solo de la política progresista, sino de la democracia chilena.
Hace solo unos días me correspondió acompañar a los compañeros del Partido Socialista de Chile en el recuerdo emocionado de su directiva clandestina exterminada por la dictadura en 1975. El próximo año, cuando se cumpla un siglo y medio del natalicio de Recabarren, recordaremos con orgullo la valentía, la entrega y el amor por Chile que guió los pasos de hombres y mujeres como Víctor Díaz, Jorge Muñoz, Fernando Ortiz, Waldo Pizarro, Mario Zamorano, Uldarico Donaire, Jaime Donato Avendaño, Elisa Escobar Cepeda, Fernando Lara, Lenin Díaz Silva, Marcelo Concha Bascuñán, Eliana Espinoza Fernández o César Cerda Cuevas, y tantos otros comunistas que fueron desaparecidos por luchar por un Chile libre y democrático.
“No hay amor más grande que el de quien da la vida por sus amigos”: las y los comunistas de 1976 -y de todos los duros años entre el 11 de septiembre de 1973 y la recuperación de la democracia, y en tantas otras persecuciones-, ofrecieron sus vidas por esa democracia de la que siempre fueron parte y ayudaron a forjar.
Quienes hoy conmemoran los 113 años del partido de Pablo Neruda y de Gladys Marín, ese partido en cuyos actos bailaba cueca Margot Loyola con Elías Lafferte o en los que hacía uso de la palabra Guillermo Teillier, son herederos y continuadores de una tradición de lucha y esperanza cuya mejor representante se llama hoy Jeannette Jara Román.
Porque la compañera Jara encarna la tradición histórica de las luchas sociales e institucionales de su partido, de Mireya Baltra y Julieta Campusano. Pero Jeannette también es innovación, anuncia lo por venir y representa algo más amplio y mayor que a su partido y a la izquierda. Por su biografía, trayectoria vital y política, por los diferentes roles y responsabilidades que ha desempeñado, desde la lucha estudiantil hasta los cargos de gobierno que ha liderado, le ha puesto un sello propio a la política chilena, que estoy seguro el pueblo de Chile sabrá reconocer y apoyar. Ella es hoy quien mejor expresa y sintetiza la innovación y la tradición de lucha, donde tienen un lugar central el compromiso ético y político claro, la competencia técnica con sensibilidad y escucha activa, el diálogo franco y abierto de la buena política. Jeannette es capaz de defender sus principios y es también capaz de ceder para lograr acuerdos amplios y transversales que parecen improbables de alcanzar. Jeannette, cargada de memoria y acción en el presente es quien hoy nos abre al futuro.
Nuestro pueblo y el mundo entero enfrentan nuevos y grandes desafíos. La democracia y la vida misma en el planeta están en juego. Por ello no da lo mismo quien asuma el destino colectivo de la nación: no da lo mismo quien gobierne. Para que las conquistas de nuestro pueblo puedan preservarse, para que los cambios en justicia social y mayor dignidad puedan realizarse, Chile requiere que sus fuerzas democráticas y progresistas sigan jugando un papel decisivo en la construcción de una patria mejor para todos y todas. Y para ello no hay atajos; nadie ni ninguna fuerza política de izquierda y progresista sola puede realizar lo que el país necesita. El único camino posible es la unidad más amplia posible de quienes están por seguir y abrir con nuevos bríos la senda de la solidaridad y de una sociedad más democrática y fraterna.
Por ello, compañeros y compañeras, les invito a que avancemos anteponiendo los logros y la esperanza al temor, derrotando los prejuicios y movilizando el optimismo, hablando a las personas con la verdad, en forma directa y con sencillez, contagiando la alegría de seguir cambiando nuestra sociedad para mejor.
El Partido Comunista, hoy como ayer, tiene mucho que aportar y le cabe una responsabilidad histórica en este camino. Sé que estará a la altura del desafío por su larga tradición institucional y democrática, por su voluntad de diálogo y acuerdos, por su sentido nacional y chileno, por su identificación con el pueblo, los trabajadores y trabajadoras.
Reciban, amigos y amigas, en este nuevo aniversario, mi saludo y abrazo fraterno.