El tema de los derechos humanos en Chile no ha sido abordado realmente por las candidaturas en las primarias del oficialismo. Lo que sí se ha preguntado a las y los candidatos, es sobre la situación en Cuba. La senadora Fabiola Campillai afirmó que “no he escuchado nada sobre derechos humanos. He escuchado sobre seguridad, pero no sobre derechos humanos”. Las omisiones de situaciones en el país y otras naciones. Un formato mediático establecido por pautas de reporteo y líneas editoriales de los medios de prensa, y una adecuación comunicacional de las y los candidatos a ese tono discursivo.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 24/6/2025. Un hecho de la causa: el tema de los derechos humanos en Chile no ha sido abordado realmente por las candidaturas en las primarias del oficialismo.
Un punto sensible en medio de denuncias de expansión del negacionismo y de exigencia de esclarecimiento y procesamiento de casos de acciones de agentes del Estado en contra de chilenas y chilenos.
Lo que sí se ha preguntado a las y los candidatos de las primarias, es sobre la situación de derechos humanos en Cuba. Todas y todos han contestado y, por cierto, según ellas y ellos, en la isla “hay violaciones a los derechos humanos”.
Sin embargo, al igual que en el caso de la situación chilena, no hay preguntas de la prensa ni respuestas de las candidaturas, sobre los 55 mil asesinatos de palestinos y palestinas a manos de Israel, sobre las jubiladas y jubilados golpeados y maniatados en Argentina, sobre la agresión a miles de migrantes en varias ciudades de Estados Unidos perpetrada por militares y la Guardia Nacional y la deportación de ciudadanas y ciudadanos chilenos, tampoco sobre las recientes medidas autoritarias en Panamá y El Salvador ante manifestaciones sociales, sobre las miles de víctimas en Burkina Faso, en cuanto a los indígenas y mineros asesinados en Ecuador y Perú, y las cientos de víctimas producidas por los ataques a Irán y sus consecuencias.
No ha existido la habilidad comunicacional de, a partir de la pregunta sobre Cuba, saltar a una mirada más nacional y amplia del asunto de los derechos humanos, un recurso de vocería que se usa mucho, cuando se sabe y se quiere; un quiebre de la pregunta cuando es respondida.
Lo constatable, es que se está ante un formato mediático establecido por pautas de reporteo y líneas editoriales de los medios de prensa, y una adecuación comunicacional de las y los candidatos a ese tono discursivo.
Ciertamente, la prensa convencional y las candidaturas tienen todo el derecho de fijar esa pauta y de asimilarla. Nadie les puede negar que para hablar de derechos humanos quieran colocar en el centro del asunto a Cuba y omitan realidades de Chile y de otros países donde, de acuerdo a informes internacionales y nacionales, reportajes de prensa internacional y testimonios, hay un escenario más dramático y crítico que en la isla.
La senadora Fabiola Campillai, por cierto ciega a consecuencia de la acción criminal de un oficial de Carabineros, dijo en entrevista en Radio Universidad de Chile que “en este momento yo no apoyo a ningún candidato porque no he escuchado nada sobre derechos humanos. He escuchado sobre seguridad, pero no sobre derechos humanos”.
Añadió que “es lamentablemente porque en este país se necesita hablar sobre ellos…Tenemos una historia y deuda gigante en materia de derechos humanos desde el golpe que todavía no hay justicia”.
Se podrían referenciar varias situaciones en la línea de lo sostenido por la senadora Campillai, como que hoy en Chile sigue sin saberse el paradero de más de mil ciudadanas y ciudadanos detenidos desaparecidos durante la dictadura, que el Ministerio Público decidió cerrar más de mil 500 causas de denuncias de agresiones de agentes del Estado durante la revuelta social, que se han producido suicidios entre las alrededor de 400 víctimas de trauma ocular por disparos de la policía uniformada, que se están quitando presupuestos a los Sitios de Memoria, que hay severas críticas a legislaciones aprobadas que tienden a no respetar derechos civiles y humanos, y que continúan las denuncias de violaciones a derechos de indígenas, estudiantes, pobladores y mujeres.
Sobre ninguno de estos asuntos se ha preguntado a las y los aspirantes presidenciales. Tampoco sobre las situaciones en países como Palestina, Argentina, Burkina Faso, Estados Unidos, Irán, Ecuador, Perú, entre otros. Para la prensa eso no existe, es una omisión establecida.
No faltará quien diga que, en definitiva, lo que pase en Chile y otras naciones es algo menor y lo que vende mediática y electoralmente es Cuba, en una suerte de maniqueísmo mediático.
En eso, por cierto, cuesta encontrar desde la prensa y desde las y los candidatos preguntas y respuestas robustas que den cuenta de realidades, más que de percepciones y frases comunes. Algo que se esperaría de una “prensa seria” y candidatos y candidatos informados.
Se suelen mencionar situaciones en la isla como los detenidos en unas protestas que hubo por hechos de violencia, los casos de detenidos reportados por organismos internacionales, sobre la llamada disidencia política, y cuestionamientos a la situación de la prensa. Pero, en la línea de la omisión, nada se dice de los más de 3 mil 400 cubanos y cubanas muertos por atentados terroristas perpetrados por organizaciones anticubanas, la decena de turistas extranjeros muertos o heridos por bombas colocadas en centros turísticos cubanos, las decisiones del gobierno estadounidense de negar la llegada de equipo de oxígeno para pacientes víctimas del Covid-19, las denuncias internacionales por la existencia de una prisión ilegal donde se practica la tortura, manejada por Estados Unidos en territorio de la isla en Guantánamo. A eso habría que agregar que se constata cierto desconocimiento de los informes de Naciones Unidas sobre la situación de DDHH en la mayor de las Antillas.
Hay un punto, quizá no tan prioritario, pero interesante, y es que dirigentes políticos cubanos y autoridades del gobierno cubano, prácticamente no se refieren a la situación de derechos humanos en Chile, no emiten juicios de valor y menos entran en controversias sobre ese tema en cuanto a Chile.
Es cierto que por línea editorial de la prensa y por posiciones políticas de candidaturas, es imposible esperar que omitan el tema cubano con fines electorales y políticos, y también es cierto que parece que sí se deba esperar que omitan temas de derechos humanos en Chile, Palestina, y otras naciones.
También es cierto que niveles del denunciado negacionismo y ocultamiento de la verdad surta efecto en esta materia y en cómo se trata y se tratará en las campañas presidenciales lo relacionado a DDHH en un sentido amplio. En ello brillan por su ausencia las preguntas sobre afirmaciones de la candidata y candidatos de derecha y extrema derecha en cuanto a derechos humanos y la continua reivindicación de la dictadura.
En definitiva, líneas editoriales, pautas de reporteo, vocerías y declaraciones de candidaturas y dirigentes expresan posiciones ideológicas y políticas que cruzan las formas de abordar o no abordar materias de derechos humanos en los países y ahí siempre habrá debates y confrontaciones. Lo demás es ilusión o apostar a una asepsia que no es real en los medios ni en la política.
Como sea, y como ocurre en otros temas, se podría recordar la afirmación de Carolina Tohá, una de las candidatas en las primarias, que hablando de dictaduras y derechos humanos en otros países, sostuvo que “todas las indefiniciones se pagan caras. Tarde o temprano van a ser cobradas”.