Ojo crítico a la franja: Con el pueblo y sin mentiras, Jeannette Jara presentó su franja electoral

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Lejos de los discursos vacíos, se muestra tal como es: una mujer forjada en la lucha social, que conoce de cerca las injusticias que viven a diario millones de chilenas y chilenos. Su mensaje no es solo electoral: es un llamado a reconstruir la esperanza desde abajo.

Santiago. 11/6/2025. Primer episodio de la franja electoral de primarias con una puesta en escena sencilla pero profundamente simbólica, la franja presidencial de Jeannette Jara irrumpe con fuerza y sinceridad. La voz de una pequeña Jeannette abre el espacio con un relato íntimo: sus padres, su barrio, su colegio 402 en Conchalí, es el Chile real el que toma la palabra.

Luego, da el paso a una Jeannette joven, relatando su paso por la Universidad de Santiago y la Universidad Central, destacando que no viene de la élite, que su historia es la de miles que han avanzado con esfuerzo en un país desigual. Jara se instala como una figura honesta, nacida del pueblo y para el pueblo, que no transa con los poderosos ni con la mentira.

Rodeada de trabajadoras y trabajadores, feriantes, adultos mayores y pobladoras, Jara conversa, escucha y se compromete. Lejos de los discursos vacíos, se muestra tal como es: una mujer forjada en la lucha social, que conoce de cerca las injusticias que viven a diario millones de chilenas y chilenos. Su mensaje no es solo electoral: es un llamado a reconstruir la esperanza desde abajo, desde la organización, desde la honestidad y la convicción de que Chile necesita una política que no olvide de dónde viene no a quién debe servir.

En su mensaje, Jeannette Jara confronta de manera directa las campañas del terror que se impulsaron durante el proceso constitucional, recordando cómo el miedo fue utilizado como herramienta para frenar los cambios que Chile necesitaba.

En un país marcado por la desigualdad, la violencia y el abuso, Jeannette Jara representa una alternativa real y transformadora. Su candidatura nace desde las luchas sindicales y la meritocracia, poniendo en el centro la construcción de un Chile distinto: uno en que el poder vuelva a estar del lado de quienes lo construyen día a día con su trabajo y organización.