Es bien sabido que los israelíes han violado todas y cada una de las leyes de la guerra y que sus violaciones han sido meticulosamente documentadas. Las bombas israelíes han erradicado familias palestinas enteras. La palabra “erradicar” se utiliza generalmente en referencia a plagas o enfermedades. Es una palabra fea. Proviene de la palabra latina eradicare, que significa “arrancar de raíz”.
Vijay Prashad. Historiador, editor y periodista indio. Corresponsal en jefe de “Globetrotter”. 5/2025. A principios de mayo, el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió y acordó que Israel “capturaría” Gaza y expulsaría a su población palestina “para protegerla”. Para llevar a cabo esta política de anexión de Gaza los israelíes reforzaron el asedio impidiendo la entrada de alimentos, agua, electricidad y otras ayudas humanitarias (ya habían impuesto un bloqueo de la ayuda desde el 2 de marzo de 2025).
Inmediatamente, los israelíes comenzaron a bombardear Gaza con mayor ferocidad, mientras las fuerzas terrestres israelíes se concentraban en los límites de Gaza y entraban en breves incursiones. El 18 de mayo, estas fuerzas terrestres israelíes comenzaron a entrar de forma controlada en Gaza. Tras una intensa presión, el gabinete de Netanyahu accedió a permitir la entrada de “cantidades básicas” de alimentos en Gaza. Mientras tanto, el Ejército israelí emitió una orden de “desplazamiento forzoso” para la población de Jan Yunis.
Sólo en el párrafo anterior se mencionan varios crímenes de guerra: 1. El traslado de población en un territorio ocupado es ilegal. 2. Privar a la población civil de alimentos, agua y electricidad es ilegal. 3. La anexión de un territorio ocupado es ilegal. 4. Matar deliberadamente a civiles en una zona de guerra es ilegal.
No tendría sentido citarles todos los ejemplos para demostrarlo, ya que a estas alturas es bien sabido que los israelíes han violado todas y cada una de las leyes de la guerra y que sus violaciones han sido meticulosamente documentadas por la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese, en su informe anual (y en declaraciones recientes, en las que ha hablado de una “(tragedia) anunciada y (una) mancha en nuestra humanidad colectiva”) y por Amnistía Internacional en su informe “Te sientes como un subhumano: el genocidio de Israel contra los palestinos en Gaza”. En el reciente informe anual de Amnistía se lee la escalofriante frase: “El mundo ha sido espectador de un genocidio retransmitido en directo”.
Erradicación
Los bombardeos para preparar el terreno para la anexión han sido feroces. Las bombas israelíes han erradicado familias palestinas enteras. La palabra “erradicar” se utiliza generalmente en referencia a plagas o enfermedades. Es una palabra fea. La utilizo aquí deliberadamente. Proviene de la palabra latina eradicare, que significa “arrancar de raíz”, un significado botánico que ahora tiene connotaciones mucho más siniestras cuando se utiliza en referencia a los seres humanos. Erradicar suena clínico cuando se refiere a las malas hierbas, pero horrible cuando se aplica a la humanidad, tan clínico y burocrático como el término “solución final” (cuando se utiliza para referirse al horrible genocidio de los judíos en Europa). Hitler utilizó los términos “aniquilación” (Vernichtung) y “erradicar” o “exterminar” (ausrotten) cuando se refería a los judíos en la década de 1930, y luego cuando habló de la solución final (Endlösung) en la década de 1940. El lenguaje es cruel, ya que en sí mismo conlleva las implicaciones del acto.
Consideren los hechos.
19 de mayo de 2025.
A las 6 de la mañana, un grupo de fuerzas especiales israelíes (mista’arvim) entró en Jan Yunis disfrazado de mujeres palestinas. Llegaron bajo la cobertura de ataques aéreos con aviones F-16 y drones cuadricópteros. Los soldados de las fuerzas especiales ejecutaron a Ahmad Kamel Sarhan delante de su familia. A continuación, secuestraron a su esposa, a su hijo Mohammed (de 12 años) y a otros hijos mayores. Nadie sabe dónde los han llevado. Al menos dieciséis civiles murieron en la operación. Sus nombres son:
- Abeer Salah Khamis Ayyash
- Ahmad Akram Mohammad al-Dali
- Ahmad Kamel Hamdan Sarhan
- Ahmad Mohammad Abu al-Rous
- Ahmad Mohammad Kawarea
- Elin Ashraf Hamdan Shalouf
- Hasan Mahmoud al-Astal
- Ibrahim Hamed Hussein al-Aqqad
- Laila Fadi Naeem Ayyash
- Malak Youssef Qeshta (Shalouf)
- Mohammad Mahmoud Kawarea
- Muhannad Mohammad Kawarea
- Nabila Abd Wafi (Abu al-Rous)
- Saja Salim Ibrahim Asleeh
- Samira Abdel-Majid Ahmad al-Qarra
- Tawfiq Ali Hamdan al-Qarra
Un tanque israelí disparó un proyectil contra una vivienda en el barrio de al-Amour, en al-Fakhari, al este de Jan Yunis, y acabó con la vida de Safa Alyan Saleem al-Amour y sus seis hijas, Sama Rashad Omar al-Amour, Lama Rashad Omar al-Amour, Saja Rashad Omar al-Amour, Leen Rashad Omar al-Amour, Nada Rashad Omar al-Amour y Layan Rashad Omar al-Amour.
El fuego de artillería israelí alcanzó una casa en Al-Fakhari, matando a cinco miembros de una familia: Jumana Kamal Muhammad Abu Daqqa, Wassim Muhammad Ali Abu Daqqa, Siraj Muhammed Ali Abu Daqqa, Jolan Muhammad Ali Abu Daqqa y Jilan Muhamed Ali Abu Daqqa.
Estos son algunos de los ataques que tuvieron lugar en un solo día en una parte de Gaza, de donde solo pude obtener informes de personas sobre el terreno y de la prensa. Los ataques también se produjeron en la ciudad de Gaza, cerca del Hospital Indonesio, que había sido atacado el día anterior. Se podrían añadir aquí otros nombres de personas asesinadas por otros actos deliberados de violencia.
Estos ataques se producen al mismo tiempo que una grave crisis de hambre azota a la población de Gaza, siendo los niños los más afectados. Al menos 57 niños ya han muerto de desnutrición en Gaza, mientras que 71.000 niños palestinos luchan por comer. La Organización Mundial de la Salud advierte del retraso en el crecimiento, el deterioro del desarrollo cognitivo y la mala salud a largo plazo de los niños que no mueren. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura advierte de la “amenaza de hambruna” en Gaza. Todo el mundo advierte de esto o aquello. Pero estas advertencias no sirven de nada. El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Thomas Fletcher, condena el “cruel castigo colectivo” de Israel contra los palestinos. Él sabe que el “castigo colectivo” es un crimen de guerra.
Consideremos las advertencias. Consideremos los hechos. Consideremos el genocidio.