“Sueño con una comunicación que no venda ilusiones o temores” sostuvo, y en esa línea marcó: “Para hacer esto debemos sanar de las ‘enfermedades’ del protagonismo y de la autorreferencialidad, evitar el riesgo de discursos inútiles”. Indicó que “reducir la realidad a un slogan nunca produce buenos frutos”. “Existe también otro fenómeno preocupante, que podríamos definir como la ‘dispersión programada de la atención’ a través de los sistemas digitales”, sentenció.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 4/2025. 1.-En estos tiempos comunicacionales convulsos en la política chilena, puede valer la pena echar una mirada a la palabra del Papa Francisco en la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, respecto a la realidad/misión de la prensa y lo que puede servir a las vocerías de dirigentes/tas y candidatas/tos en este año electoral donde están reinando guerras mediáticas de todo tipo.
2.-“Sueño con una comunicación que no venda ilusiones o temores” sostuvo Francisco y en esa línea marcó: “Para hacer esto debemos sanar de las ‘enfermedades’ del protagonismo y de la autorreferencialidad, evitar el riesgo de discursos inútiles”. Indicó que “reducir la realidad a un slogan nunca produce buenos frutos. Todos vemos cómo -desde los programas de entrevistas hasta las guerras verbales en las redes sociales- amenaza con prevalecer el paradigma de la competencia, de la contraposición, de la voluntad de dominio y posesión, de manipulación de la opinión pública”. Todas situaciones que se están viviendo en la prensa, las plataformas comunicacionales y las vocerías a diario en nuestro país. Las rencillas baratas, la falta de aterrizaje de soluciones y objetivos precisos, las dosis de narcisismo, los discursos (que no alcanzan a relatos) retóricos sin consistencia, la construcción de pugnas, la frivolidad como reemplazo de lo robusto, la desinformación, las mentiras y tergiversaciones -en ocasiones aparecidas en materiales de prensa- son pan de cada día en Chile. En ese camino, también se podría citar la idea del Papa de “no permitir que las reacciones instintivas guíen la comunicación”, algo tan frecuente como evitable, cuando falta la madurez comunicacional.
3.-Francisco también advirtió que este tiempo está “marcado por la desinformación y la polarización, donde pocos centros de poder controlan un volumen de datos e informaciones sin precedentes”. En el caso de Chile, con una monopolización tremenda de medios de comunicación empresariales y trasnacionales, y una hegemonía editorial conservadora indesmentible. Y con dirigentes/tas y candidatas/tos que desinforman, mienten, distorsionan, de lo que existen ejemplos recientes. Se podría hablar de que muchas vocerías políticas de estos tiempos contribuyen harto a una polarización radicada en falacias.
4.-“Existe también otro fenómeno preocupante, que podríamos definir como la ‘dispersión programada de la atención’ a través de los sistemas digitales, que, al perfilarnos según las lógicas del mercado, modifican nuestra percepción de la realidad”. La afirmación del Papa Francisco tiene que ver con una realidad tangible en nuestro sistema medial y nuestra realidad social/cultural y que está provocando mucho daño, incluso en la niñez y la adolescencia, como lo verifican recientes notas periodísticas, entrevistas y reportajes. Eso, llevado al plano de la lucha política, está, hace tiempo, generando muchos problemas de credibilidad, noticias falsas y desinformación, sin olvidar el componente mercantil. Este fenómeno, según especialistas, también está jugando su rol en cuanto a enajenación, diversionismo y construcción de realidades dentro de la sociedad chilena, donde están operando las redes sociales y plataformas sin asco alguno.
5.-Hay otro ángulo que abordó el jefe de la Iglesia Católica que hace mucho sentido en la realidad chilena. “Hoy en día, con mucha frecuencia la comunicación no genera esperanza, sino miedo y desesperación, prejuicio y rencor, fanatismo e incluso odio. Muchas veces se simplifica la realidad para suscitar reacciones instintivas; se usa la palabra como un puñal; se utiliza incluso informaciones falsas o deformadas hábilmente para lanzar mensajes destinados a incitar los ánimos, a provocar, a herir. Ya he afirmado en varias ocasiones la necesidad de ‘desarmar’ la comunicación, de purificarla de la agresividad”.
6.-Ciertamente que Francisco no es el único que ha planteado estas situaciones/realidades en las comunicaciones, y ciertamente que hay voces discrepantes con lo que señaló, aparte de medios y personeros políticos que guardan silencio ante esas aseveraciones y ejercen una práctica que va en contrasentido de lo dicho por el Papa. Conceptos e ideas que podrían plantear un desafío a la prensa, a los periodistas, a los partidos políticos, legisladores/ras, candidatas/tos, dirigentes/tas y vocerías políticas. Puede ser la hora de modificar/transformar la comunicación política en una maniobra audaz pero necesaria. Quien sabe si la gente lo apreciaría/apoyaría. Porque al parecer en la sociedad hay eco a expresiones como las de Francisco y muchas y muchos expertos en la materia. Hubo en el Papa un mensaje directo a quienes laboran en medios. “Me dirijo a ustedes convencido de cuán necesario -hoy más que nunca- sea su trabajo como periodistas y comunicadores. Su valiente compromiso es indispensable para poner en el centro de la comunicación la responsabilidad personal y colectiva hacia el prójimo”. Quizá, extendible a quienes hacen vocería política. Ser “comunicadores de esperanza” desafío Francisco, “sembrar esperanza siempre, aun cuando sea difícil, aun cuando cueste, aun cuando parezca no dar fruto”.