El abrazo hospitalario de Malcolm X

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El líder de la lucha por los derechos de los afronorteamericanos ofreció habitación al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, en 1960, en Nueva York. Un recuerdo cuando llega otro aniversario del asesinato del activista de los derechos de los afronorteamericanos.

Elizabeth Naranjo. Periodista. “Granma”. La Habana. 21/2/2025. El 19 de septiembre de 1960, Malcolm Little (el nombre de nacimiento de Malcolm X), joven líder de la lucha por los derechos de los afronorteamericanos, ofreció habitación al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y a una delegación de la Isla, que participaría en esos días en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

El Hotel Theresa, del barrio humilde de Harlem, Nueva York, Estados Unidos, fue el lugar de descanso del Jefe de Estado cubano, y allí X se encontró con Fidel, en uno de los cuartos del noveno piso, luego de la decisión de este de acampar en las afueras del edificio de la onu, tras la negativa de alojamiento en la mayoría de los hoteles de la ciudad, y las humillantes condiciones del único que se encontraba “disponible”.

La invitación y la solidaridad marcó un encuentro único e irrepetible entre ambos dirigentes, a quienes, como dijo Fidel, los unía el mismo sentir: “Luchamos por los oprimidos”.

Un periodista del New York Citizen-Call, Ralph D. Matthews, presenció la cita y relató el hecho.

“Para usted el centro de la ciudad fue como hielo. Pero aquí es más acogedor”, respondió X al saludo de Fidel.

Las ideas los llevaron a debatir, con fluidez y comodidad, de filosofía y de política, al ritmo de la cálida sonrisa y acostumbrados gestos del rebelde revolucionario cubano, y de la traducción del intérprete del activista musulmán, figura del nacionalismo negro.

El debate también cubrió los derechos de los negros estadounidenses a no ser tratados como esclavos o seres inferiores, y el de los cubanos a decidir su futuro sin injerencias.

“Castro está luchando contra la discriminación en Cuba, en todos lados”, admiró Malcolm x. “Ustedes no tienen derechos y quieren sus derechos”, subrayó Fidel.

En la habitación, por lo contado por Matthews, el idioma y las diferencias no parecían ser problema, al contrario, los llamaba a conocer más el uno del otro, de su pensamiento y visión sobre lo que ambos afrontaban.

Hablaron del líder congolés (Patricio) Lumumba, quien se destacó por su lucha anticolonialista y antimperialista. Fidel dijo que lo apoyaría “enérgicamente”, y Malcolm trasladó sus intenciones de hospedarlo en ese mismo hotel.

La relación entre Estados Unidos y Cuba tampoco dejó de tratarse, ambos sabían de la sed del imperialismo por la Mayor de las Antillas.

“Mientras el Tío Sam esté contra ti, sabes que eres un hombre bueno”, alentó X a Fidel, conociendo de la “pata que cojeaba” -y aún lo hace- su Gobierno; a lo que el Comandante respondió: “No el Tío Sam, sino los que controlan aquí las revistas y los periódicos…”, resaltando el alcance y el desarrollo de la propaganda política que practicaban los medios estadounidenses.

Malcolm también comentó sobre su organización musulmana, para aquel entonces Nación del Islam, “somos seguidores del (Elijah) Muhammad. Nadie conoce al amo mejor que sus sirvientes. Hemos sido sirvientes desde que nos trajo aquí. Conocemos todos sus trucos. ¿Se da cuenta? Sabemos todo lo que va a hacer el amo antes de que lo sepa él mismo”. Fidel sonrió y asintió.

Así fue parte de su despedida, contó Matthews, agregando el “¡Viva Castro!”, que se escuchó de “un entusiasmado vecino de Harlem”.

El encuentro en el hotel de Harlem se convirtió, más que en una preocupación para Washington, en un agravio para ese país que transitaba por una fuerte reacción segregacionista, y de la que Malcolm X era uno de los principales protagonistas. Cinco años después de aquel diálogo, un 21 de febrero, pagaron para que lo asesinaran. Fue la única forma de callar su voz y frenar su empuje

  • Nació el 19 de mayo de 1925, en Omaha (Nebraska).
  • Orador, ministro religioso y activista estadounidense.
  • Defensor de los derechos de los afroestadounidenses, y descrito como uno de los mayores y más influyentes en la historia.
  • Se involucró en el hampa en Boston y Nueva York, y en 1945 fue condenado de ocho a diez años de prisión.
  • En la cárcel se convirtió en miembro de la Nación del Islam, y cambió su apellido por X.
  • El 8 de marzo de 1964, Malcolm x anunció públicamente su ruptura con la Nación del Islam.
  • Fundó la Asociación de la Mezquita Musulmana.
  • El 21 de febrero de 1965 fue asesinado por más de 20 balas de las armas de tres hombres que se le acercaron, mientras pronunciaba un discurso en el salón de baile Audubon, en Harlem.