En estas elecciones, al menos 13 millones de ecuatorianos estaban llamados a ejercer su derecho al voto para elegir a sus próximos líderes, pero también la composición de la Asamblea Nacional.
Mariley García Quintana. “Granma”. La Habana. 2/2025. Los comicios presidenciales en Ecuador estuvieron marcados por la polarización extrema que describe al país y reflejan el acérrimo enfrentamiento entre sus dos principales fuerzas políticas: el partido Movimiento Revolución Ciudadana (RC) y el Partido Acción Democrática Nacional (ADN).
Otra vez irá a segunda vuelta electoral (13 de abril), tras un primer encuentro en las urnas que dejó al actual mandatario Daniel Noboa y a su contendiente Luisa González, muy cerca uno de otro en las cifras finales, luego del conteo. Para evitar el balotaje era necesario obtener del más del 50 % de los votos o diez puntos de ventaja sobre su rival más cercano, pero al cabo del escrutinio del 92,03 % de las actas validadas por el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE), esto no sucedió. La diferencia entre Noboa y González fue inferior a un punto.
Según refiere Rusia Today, al conocer los resultados preliminares, González se reunió con sus simpatizantes y prometió corregir los errores del Gobierno, mientras que Noboa publicó en sus redes sociales un breve mensaje en el que agradeció a su electorado.
En estas elecciones, el nuevo Parlamento de la nación sudamericana se perfila también dominado por estos dos grandes bloques políticos, lo cual vislumbra la pugna entre poderes, la cual podría llegar a entorpecer incluso la aprobación de legislaciones oficiales en pro o en contra de un determinado sector poblacional.
Los ecuatorianos votaron para elegir a 151 parlamentarios, 14 más de los que tiene la actual Asamblea Nacional y, más allá de conteos oficiales, lo cierto es que ninguno alcanzará la mayoría absoluta, ya que la nueva composición del Parlamento requiere de 76 puestos para garantizar el control total del Legislativo.
Los asambleístas electos y reelectos en las elecciones del domingo arrancarán la nueva legislatura el 14 de mayo próximo diez días antes de que sea juramentado el nuevo mandatario que resulte electo en el balotaje, trascendió.
Pero mas allá de cifras, lo cierto es que la realidad ciudadana de Ecuador marcha a la par de una clara frontera establecida entre una tendencia política y otra, en un contexto radicalizado y sin aparentes o probables puntos de concordia o acuerdo, lo que solo genera un mayor divisionismo al interior de la propia población.
Entonces, en medio de este panorama, es nuevamente el pueblo ecuatoriano el que queda a la espera de un cambio radical, con la vuelta al correismo y todo lo que ello implicaría en materia social, o la convivencia con otros cuatro años de oligarquía financiera bajo el ala de Noboa