También Recabarren consideraba a las municipalidades como una alternativa al poder central, del cual era profundamente crítico por su carácter lejano y autoritario por lo que veía en las municipalidades una forma de descentralizar el poder y acercar las decisiones a las comunidades.
Daniel Jadue
Arquitecto y Sociólogo
Cuando faltan pocos días para las elecciones municipales en nuestro país, conviene recordar las ideas que nos asisten, a las y los comunistas como a gran parte de los candidatos representantes de sectores populares, para disputar dichos espacios de gobierno y para ello, nada mejor que recordar lo que el fundador del Partido Comunista de Chile planteaba al respecto, que puede explicar, en gran medida, el programa de gobierno que nuestro Partido y parte de la izquierda, ponen a disposición de los pueblos de Chile en estas elecciones.
Luis Emilio Recabarren, tenía una visión muy particular y estratégica sobre el rol de las municipalidades en la sociedad. Para él, estos organismos locales no eran solo entidades administrativas, como lo establece la ley hoy en día en nuestro país, sino que eran un espacio clave para la transformación social y la lucha por los derechos de los trabajadores.
En ella se podían implementar políticas públicas que beneficiaran directamente a las clases trabajadoras. Creía que desde estos espacios se podían impulsar mejoras en la calidad de vida de las personas, como la construcción de viviendas sociales, la mejora de los servicios básicos y la creación de oportunidades laborales. Pensaba que eran espacios en donde claramente se podía abaratar, simplificar y facilitar la vida de las personas.
Además, se constituían en espacios privilegiados para la organización popular y la participación ciudadana ya que representaban, dentro de toda la superestructura política de dominación que constituye el Estado, el espacio en donde la democracia se encontraba efectivamente al alcance de las y los trabajadores de nuestra sociedad, lo que les permitía organizarse y tomar decisiones que afectaran directamente sus vidas. Consideraba que la democracia participativa y protagónica era esencial para construir una sociedad más justa y equitativa y que las municipalidades eran el lugar donde ese tipo de democracia podía practicarse.
También Recabarren consideraba a las municipalidades como una alternativa al poder central, del cual era profundamente crítico por su carácter lejano y autoritario por lo que veía en las municipalidades una forma de descentralizar el poder y acercar las decisiones a las comunidades. Creía que las municipalidades podían ser un contrapeso al poder de las grandes empresas y de los sectores dominantes por lo que llamaba permanentemente a los sectores populares a enfocar en los gobiernos locales, en los sindicatos y en las mancomunales su praxis política.
Por último, las consideraba un espacio privilegiado para la experimentación sobre la construcción de un horizonte estratégico de superación del capitalismo y construcción del socialismo, una especie de laboratorio para experimentar a través de la implementación de innovaciones políticas, mejoras directas en las condiciones de vida materiales e inmateriales de los pueblos de Chile. Creía que en estos espacios se podían implementar medidas como la municipalización de servicios básicos, la creación de cooperativas y la promoción de la economía local.
Lo planteaba además como una forma de acercar el socialismo a la gente, ya que creía que el socialismo no era una utopía lejana, sino que se podía construir desde lo local, a través de acciones concretas en las municipalidades. También pensaba que a través de ellas se podía fortalecer el movimiento obrero, por cuanto eran un espacio clave para organizar y movilizar a los trabajadores, con el objetivo de democratizar el poder, otorgándole a las personas un mayor control sobre sus vidas.
Todo lo anterior explica muchas de las iniciativas populares que fueron implementadas en Recoleta, en Canela, en Diego de Almagro, La Ligua, Lo Espejo, Santiago y otras comunas, de la mano de nuestras vecinas y vecinos, como los Directorios Colegiados en Salud y Educación, la Salud en el Barrio y el Centro de Rehabilitación Popular, el programa “Escuela Abierta”, la Farmacia y la Óptica Popular, la Librería Popular, la Energía y la Inmobiliaria Popular, la Universidad Abierta de Recoleta, y tantas otras iniciativas que cambiaron para siempre la vida de muchas y muchos recoletanos.
En síntesis, para Luis Emilio Recabarren y por tanto, para el Partido Comunista de Chile y los sectores populares que se sienten representados por estas ideas, las municipalidades son mucho más que simples entidades administrativas. Son un espacio de lucha política, de transformación social y de construcción de un futuro más justo y equitativo, como antesala para la superación del capitalismo y la construcción del socialismo. Eso explica que estas ideas sobre el papel de las municipalidades sigan siendo relevantes, hoy en día, y continúen inspirando a quienes buscan construir una sociedad más democrática y participativa.