Claves a considerar a la hora de la renuncia de Joe Biden

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“Mira, si el Señor todopoderoso bajara y dijera: ‘Joe, sal de la carrera’, yo saldría de la carrera, pero el Señor todopoderoso no va a bajar”, afirmó el mandatario a inicios de julio. A pocas semanas, dimitió a la reelección y abrió un camino complicado para los demócratas. Como podía esperarse, Donald Trump y el Partido Republicano se lanzaron con todo en contra de Biden, de Kamala Harris y del Partido Demócrata. Reafirmaron lo desastrosa de la postulación del actual mandatario, dijeron que será más fácil derrotar a Harris y sostuvieron que los demócratas están desgastados y derrotados. Como si fuera poco, los ultraconservador levantaron la tesis de que si Joe Biden no puede ser candidato, tampoco puede seguir de Presidente. ¿Qué viene?

“Cubadebate”. “El Siglo”. “Europa Press”. 21/7/2024. La comprobación de una candidatura debilitada, la consideración de presiones internas en el Partido Demócrata, evaluaciones del estado de su candidatura (incluidas las encuestas), el fortalecimiento de la posición del Donald Trump ratificado como candidato del Partido Republicano hace pocos días, fueron factores que incidieron en la decisión del Presidente Joe Biden de renunciar a su reelección en los comicios de noviembre próximo.

El anuncio llega después de que el propio mandatario insistiera en varias ocasiones que no planeaba declinar su candidatura. “Mira, si el Señor todopoderoso bajara y dijera: ‘Joe, sal de la carrera’, yo saldría de la carrera, pero el Señor todopoderoso no va a bajar”, afirmó a principios de julio.

Poco después, Biden señaló que la única circunstancia por la que abandonaría la campaña por su segundo mandato este año serían problemas de salud, e incluso una vez aseguró que participará en las elecciones “a menos que le atropelle un tren”.

El 17 de julio, Joe Biden dio positivo por Covid-19 y canceló su participación prevista para este miércoles en la conferencia anual UnidosUS en Las Vegas.

Un momento particularmente crítico ocurrió durante una cumbre en Washington que marcaba el 75º aniversario de la OTAN. Aunque Biden demostró su capacidad para mantener una conferencia de prensa extendida, también cometió errores notables, como referirse al presidente ucraniano Volodímir Zelenski como “Presidente Putin” y a su propia vicepresidenta, Kamala Harris, como “Vicepresidenta Trump”.

La intervención de George Clooney, uno de los mayores donantes de los demócratas, en el New York Times, donde escribió que “la única batalla que (Biden) no puede ganar es la lucha contra el tiempo”, marcó un punto de inflexión significativo.

Incluso el intento de asesinato de Donald Trump no logró desplazar la historia de Biden del ciclo de noticias. La situación se complicó aún más cuando se anunció que Biden había sido diagnosticado con Covid-19, forzándolo a recuperarse en su casa en Delaware.

Ante una avalancha de llamamientos, que llegaron incluso por parte de sus aliados políticos cercanos como la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, entre otros, Biden finalmente cedió.

El primer debate presidencial celebrado a finales de junio, fue calificado por muchos de fracaso para Biden, el presidente estadounidense más longevo en el cargo. A lo largo del evento, el político de 81 años tropezó en varias ocasiones al hablar y se quedó paralizado por unos momentos, mirando al vacío, aportando a los rumores sobre problemas de salud mental que estaría sufriendo. Además, personas que siguieron el evento en línea se percataron de que apenas parpadeaba.

Tras el debate, varios medios reportaron sobre el posible abandono por Biden de la carrera electoral, pero la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, desmintió esta información, lo que determinó la incertidumbre sobre el futuro electoral del inquilino de la Casa Blanca.

Ahora se abrió un escenario complicado para los demócratas que con cierto nivel de actuar a contratiempo deberán decidir quién será su candidato, aunque la Vicepresidenta Kamala Harris aparece como la mejor expectativa. Si no es ella, los sectores del Partido Demócrata que no la quieren, tendrán que actuar rápido. La Convención Demócrata sería en agosto próximo.

Los republicanos y Trump a la ofensiva

Como podía esperarse, Donald Trump y el Partido Republicano se lanzaron con todo en contra de Biden, de Kamala Harris y del Partido Demócrata. Reafirmaron lo desastrosa de la postulación del actual mandatario, dijeron que será más fácil derrotar a Harris y sostuvieron que los demócratas están desgastados y derrotados. Como si fuera poco, los ultraconservador levantaron la tesis de que si Joe Biden no puede ser candidato, tampoco puede seguir de Presidente.

Más de una decena de republicanos pidieron al Presidente Biden que renuncie a su cargo después de que puso fin a su intento de reelección, afirmando que su falta de voluntad para seguir haciendo campaña plantea dudas sobre su capacidad para seguir gobernando.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson; el senador estadounidense J.D. Vance -recién elegido candidato a vicepresidente de Donald Trump- y otros legisladores instaron al actual mandatario, de 81 años, a abandonar el cargo.

“Si Joe Biden no está en condiciones de presentarse a las elecciones presidenciales, no está en condiciones de servir como presidente. Debe renunciar al cargo inmediatamente. El 5 de noviembre no puede llegar lo suficientemente pronto”, dijo Johnson, que es el siguiente en la línea de sucesión a la presidencia después de la Vicepresidenta Kamala Harris.

“Si Joe Biden pone fin a su campaña de reelección, ¿cómo puede justificar seguir siendo presidente?”, se preguntó Vance en X.

Otros, entre ellos el senador republicano Markwayne Mullin, pidieron al Gabinete de Biden que lo destituya invocando la 25ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

¿Qué viene?

El escenario electoral presidencial de EU es sencillo y complejo a la vez. Hay elementos obvios y otros más inclinados a la incertidumbre. Queda tiempo y puede haber sorpresas y hechos no esperables. El ejemplo está en los últimos diez días: atentado contra Trump y renuncia de Biden.

Lo primero es que Biden se replegará de la campaña electoral y se concentrará en el trabajo en la Casa Blanca.

Lo segundo es que los demócratas entrarán en una vertiginosa carrera para ojalá llegar a la Convención partidaria con una candidatura fortalecida y consensuada. Hasta ahora, Kamala Harris es la opción. Sería complicado llevar una disputa a la Convención.

Tercero, los demócratas deberán posicionar un relato exitoso y seguro ante la debilidad y contratiempo con Biden.

Lo cuarto es que se debe esperar una intensa ofensiva de los republicanos acentuando las debilidades y problemas de los demócratas y fortaleciendo su candidato, su discurso exitista, su situación de estabilidad y fuerza.

Lo quinto es que Trump se ve como el candidato reforzado, triunfador, fuerte, que va para adelante, deja en el camino a Biden y puede derrotar a Kamala o quien se le ponga en el camino.

Un sexto elemento es que Estados Unidos continúa con serios problemas económicos, con dificultades en ámbitos sociales (salud pública, vivienda, empleo) y con tensiones y controversias por la guerra Rusia-Ucrania, la postura ante la OTAN, la disputa con China y los casos de irregularidades y cuestionamientos legales a altos personajes de la política, empezando por el propio Trump.