Esa es la cifra de ejecutados, detenidos desaparecidos, torturados y presos políticos que hubo durante la dictadura. 3.216 de esa cantidad fueron asesinados y hechos desaparecer. Chilenas y chilenos víctimas de la atrocidad, de la sinrazón. Números que vienen a la cabeza cuando, otra vez, se abre la controversia por el cierre o no de Punta Peuco, y se activa otro Sitio de Memoria, esta vez en lo que fue la siniestra casa conocida como la “Venda Sexi”, mientras persiste el reclamo para que esos lugares sigan existiendo y contribuyendo a la obstinada memoria. Episodios y cifras que insisten en mantener en la retina nacional una tragedia que selló parte de la historia del país.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 5/7/2024. 1.-En estos días se supo formalmente que el Gobierno no cerrará, ni cambiará las funciones del Centro de Detención Preventiva y Cumplimiento Penitenciario Especial Punta Peuco, que ha albergado a alrededor de 130 exuniformados procesados y condenados por delitos como asesinato, desaparición forzada, tortura, secuestro, asociación ilícita, entre otros, cometidos contra decenas de miles de chilenas y chilenos. Ese es uno de los lugares materiales, ahí en Til Til, que recuerda las atrocidades y crímenes ocurridos en 17 años de dictadura. En estos mismos días, y como otro espacio recordatorio de esos dramáticos sucesos, se informó de la expropiación de la casa de detención y tortura llamada la “Venda Sexy”, que pasará a ser un Sitio de Memoria bajo el alero del colectivo Casa Irán 3037. Claro que en estas semanas desde varios Sitios de Memoria se denunció la falta de presupuesto para su existencia y desarrollo y cierto abandono desde el Estado. En estos meses también, continuaron apareciendo informaciones y conociéndose opiniones respecto al desarrollo del Plan de Búsqueda, destinado a conocer el paradero, nada más y nada menos, que de 1.093 chilenas y chilenos hechos desaparecer por acciones de miembros de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones; una cifra trágica y conmovedora.
2.- Episodios y cifras que insisten en mantener en la retina nacional una tragedia que selló parte de la historia del país. Es la persistencia de los antecedentes y datos que contribuyen a la permanencia de la obstinada memoria necesaria. A pesar del fantasma del olvido que no pocos alimentan. En Chile, durante la dictadura, hubo 40 mil 175 ejecutados, desaparecidos, torturado y presos políticos. Tres mil 216 de ellos (aunque hay otro dato que los sitúa en 3.305) fueron asesinados o hechos desparecer. Entre las víctimas hay más de un centenar de niñas, niños y adolescentes. Un estudio indica que en los 17 años de régimen dictatorial, se asesinó o se hizo desaparecer a 195 personas al año, o 16 personas al mes. Los ejecutores de todo eso fueron oficiales, suboficiales y funcionarios de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones. Por eso existe hoy Punta Peuco. Por eso deben existir hoy los Sitios de Memoria. Por eso se implementó un Plan Nacional de Búsqueda de desaparecidos. No se puede/debe olvidar las causas de situaciones de violaciones a los derechos humanos que se debaten, analizan o comentan en la actualidad.
3.-Detrás de sucesos de estas semanas y estos meses, hay una persistencia encomiable de mantener memoria, de demandar justicia, de buscar verdad, de recordar a las víctimas, de no olvidar, de sostener la dignidad. A lo que se siguen cruzando vocerías/opiniones en la línea del oscurantismo, la ambigüedad, el resquicio, el olvido, la soberbia, la mentira, la desmemoria, la injusticia, la indignidad y vocablos formales para evadir crudas realidades. Como sea, esa cifra, 40.175, está sellada en la historia de este país para no olvidarla jamás, está presente en la realidad nacional de forma bochornosa y desgarradora. Los episodios de estos días vuelven a demostrarlo. Sin embargo, habría que llamar la atención de que hay quienes desean borrar esa cifra, ejecutarla, desaparecerla, encarcelarla en el olvido. Hay ahí un desafío de esta sociedad si se quiere definir como digna y humana.