El secretario general de la CUT, en referencia al llamado a paralización activa este 11 de abril, enfatizó que es “para quebrar el empate político que observamos entre una derecha que obstruye, junto a empresarios que ponen cortapisas a las reformas, y un Gobierno que cede”. El dirigente sostuvo que en la actualidad “las demandas del estallido social, y también las promesas no cumplidas por el Ejecutivo, son parte del problema”. En entrevista con ElSiglo.cl explicó que la convocatoria al paro es acompañada de un documento publicado por la multisindical, denominado “Manifiesto Social”, que establece 11 demandas, que van desde el aumento del salario mínimo hasta el mejoramiento de las condiciones laborales de Carabineros, y en el que hacen hincapié en que el Ejecutivo vuelva al contenido inicial de las reformas establecidas en su programa de Gobierno. Sobre la articulación del movimiento sindical y el movimiento social, Campos reveló que se convocará a un Congreso Social próximamente y que “el desafío va a estar en que ese proceso se construya a partir de la unidad de las fuerzas, de la unidad de las luchas”.
Úrsula Fuentes Rivera. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 6/4/2024. ¿Qué razones fueron determinantes para que la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) convocara para este jueves 11 de abril a un Paro Nacional Activo?
El diagnóstico que surgió en el Congreso de la Central Unitaria de Trabajadores, realizado en enero, es que en Chile existe un espacio político entre una derecha que obstruye, un empresariado que no permite que avancen las reformas que Chile necesita, y un Gobierno que, frente a ese chantaje, cede en función de que ha tenido mucho más de centro o de derecha.
Durante el Congreso lo que hicimos fue definir una estrategia que rompa este empate político, por lo que el Paro Nacional Activo del 11 de abril es parte del desempate, en el cual debemos tener una actoría social de relevancia. Para eso hemos construido una articulación con la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), con Convergencia Nacional de Gremios Pymes y Cooperativas de Chile (CONVERGENCIA PYMES), con la Coordinadora Metropolitana de Pobladores, con la Asociación Nacional de Consejos de Usuarios de Salud Pública (ANCOSALUD) y con la Mesa Intersindical del Transporte Público. Asimismo, hemos hecho público un Manifiesto Social, que es un documento en donde se despliegan 11 puntos de demandas que motivan el Paro Activo del próximo jueves y que están relacionados en primer lugar con el debate salarial.
En ese sentido, en Chile se requiere un salario vital que esté por sobre el sueldo mínimo actual. Hoy en día, por citar sólo un ejemplo, una familia de cuatro personas, donde una sólo trabaja, requeriría como mínimo un salario líquido de 630 mil pesos. También en el Manifiesto hemos señalado la necesidad de un Plan Nacional de Empleo. Y, por supuesto, están consideradas las demandas de otras organizaciones y que nosotros compartimos, como son el fortalecimiento de la educación pública y el derecho a una vivienda digna y una reforma estructural del sistema de salud que permita una atención digna e integral. Están también las demandas de los compañeros del transporte público que apuntan al derecho a la ciudad y a la movilidad, mediante una tarifa social accesible para el Transantiago y para todo el transporte público en el país. Respecto de las demandas de los compañeros de las Pymes, ellos están señalando una cuestión que nosotros venimos indicado hace mucho y que tiene que ver con la discusión de una vía de desarrollo basada en la desconcentración económica, que considere una participación protagonista de las pymes y que ponga al centro una plataforma de industrialización del país.
Hablando del petitorio, ¿a qué se refiere la necesidad de que haya un Estado empleador?
En el marco de la crisis económica o del ajuste económico pos pandémico, creemos que el Estado debe asumir un rol mucho más activo, con un propio plan de empleo, que contemple la desburocratización de la inversión pública y que se enfoque en infraestructura vial. De manera que el Ministerio de Obras Pública podría convertirse en un motor de activación económica, puesto que ésta no debe sólo depender del gran capital, sino que también del Estado, que tiene una capacidad propia a desarrollar. Por eso lo resaltamos y creemos que esto se puede hacer perfectamente sobre la capacidad productiva que tienen las Pymes y las cooperativas.
Se indicó que el Paro es contra la derecha obstruccionista, contra el empresariado que se opone a las reformas, ¿es también, a estas alturas, un Paro contra el Gobierno?
Más que una movilización en contra, es un Paro Nacional para desempatar, para quebrar el empate político que observamos entre una derecha que obstruye, junto a empresarios que ponen cortapisas a las reformas, y un Gobierno que cede. Entonces, más que en contra del Gobierno, lo que queremos y planteamos en el Manifiesto Social es que el Gobierno vuelva al contenido inicial de sus reformas y, en ese sentido, vamos a apoyar las reformas en la medida que vuelvan a su sentido original.
Al mismo tiempo, es evidente que el Gobierno ha presentado dificultades graves para relacionarse con organismos sociales. No basta sólo con sentarse con los sindicatos y con las organizaciones territoriales. También hay que escucharlos e incorporar sus demandas en la ejecución de políticas públicas. De manera que este Paro es en contra de un sistema político que está empatado y que no logra avanzar en resolver los problemas concretos que siguen vigentes desde el estallido social.
¿Cómo evalúa la convocatoria o articulación con otras organizaciones sociales para llevar adelante el Paro del 11 de abril? Han adherido el movimiento estudiantil, las Pymes, los usuarios de la salud, los pobladores y los trabajadores del transporte público, ¿pero que ha pasado con la presencia del Colegio de Profesores, el Colegio Médico, otros colegios profesionales y organizaciones sociales?
La convocatoria al Paro Activo la vemos como un proceso de construcción. Esto, porque el Paro no es único y lineal. Por eso el 24 de abril vamos a convocar a directivas de distintas organizaciones sociales y sindicales a un Congreso Social. En este proceso de articulación es necesario que estemos todos arriba el barco. Hemos conversado con el Colegio de Profesores, el que ha adherido a la manifestación del jueves 11 de abril a través de una circular. Y cualitativamente es bien interesante su presencia en este proceso porque el magisterio tenía suspendida las filiaciones a la CUT y ésta es una muy buena señal de rearticulación. Con el Colegio Médico también hemos sostenido reuniones interesantes y nos parece que tiene mucho que decir en materia del derecho a la salud, sobre todo en la coyuntura que enfrentamos con la crisis de las Isapres. El Colegio Médico se comprometió a discutir el Manifiesto en su Consejo Nacional y, por lo tanto, nos parece que eso ya por sí solo es una buena señal del proceso que estamos impulsando. Es importante que avancemos en todas las articulaciones del movimiento social.
Esta semana se llevó a cabo el paro de los trabajadores portuarios, al igual que el de las y los trabajadores de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). A esto se suman las manifestaciones por el cierre de la Siderúrgica de Huachipato y viene el Paro Nacional convocado por la CUT. ¿Podría señalarse que estamos ante el inicio de un nuevo movimiento de manifestación social?
Después del 4 de septiembre de 2022 el movimiento social quedó bien alicaído, porque hay una autocrítica y un proceso de evaluación que no hemos realizado y las demandas sociales que se expresaron en el proyecto constitucional no conectaron con el mundo popular. Pese a eso, las demandas del estallido social o revuelta popular, y también las promesas no cumplidas por el Ejecutivo, son parte del problema y ya son varios los gremios que están movilizados. Por eso en el Congreso de la CUT evaluamos que era necesario un Paro Nacional, porque tampoco -creo yo- le hace bien al proceso que tengamos una excesiva proliferación de demandas, por legítimas que sean, si no están articuladas en demandas estructurales que permitan interpelar al sistema político. Esto no se trata de un pegoteo de demandas corporativas. Si se revisan cuáles son las demandas en general, apuntan a más gasto por parte del Estado para proveer de servicios sociales y condiciones laborales. Entonces, ahí hay un debate súper interesante, porque al final del día lo que demandamos es un mayor esfuerzo tributario de quienes más tienen, para que el Estado tenga condiciones para cumplir con esas expectativas. El desafío va a estar en que ese proceso se construya a partir de la unidad de las fuerzas, de la unidad de las luchas, de tal manera que empujemos al sistema político a dejar sus discusiones y querellas de trincheras y que escuchen al movimiento social y, en definitiva, al pueblo de Chile.
Tras las agresiones que sufrieron dirigentes de la CUT de parte de Carabineros, en momentos que se dirigían a la Oficina de Partes de La Moneda para entregar el Manifiesto Social del paro convocado para el 11 de abril, ¿han recibido alguna explicación del Gobierno por este proceder de la fuerza pública?
Inmediatamente ocurridas las agresiones contra dirigentas y dirigentes, no sólo de la CUT, sino que también de la CONFECH, de pobladores, de ANCOSALUD, del transporte y de las Pymes, se exigió a través de una declaración pública explicaciones al Gobierno por este actuar de Carabineros, que nosotros lo condenamos absolutamente, lo rechazamos. Hasta la fecha, personalmente, no he recibido -y entiendo que la CUT tampoco- ningún tipo de explicación formal.
No son conductas que uno esperaría de un Gobierno progresista y, además, porque no es la primera vez que nos ocurre esto en corto tiempo. Ésta es la segunda ocasión en que Carabineros nos agrede antes de querer entregar una carta. Ni siquiera estábamos planteándonos la posibilidad de copar o manifestarnos al interior de La Moneda. En el uso de nuestras facultades democráticas, por supuesto que tenemos toda la legitimidad y el derecho a plantear demandas y propuestas al Gobierno y, en ese contexto, no entendemos este nivel de respuesta por parte de Carabineros.
Es preocupante lo acontecido, pensando que viene el Paro Activo del próximo jueves, que contempla una marcha que partirá a las 12 horas desde la Plaza Los Héroes (estación Los Héroes del Metro) a Plaza Dignidad (Alameda con Vicuña Mackenna).
Yo espero que el Gobierno aprenda y que el Ministerio del Interior tenga mayor cuidado, porque no se va a manifestar una tropa de encapuchados, sino que se van a manifestar organizaciones del mundo social que tienen responsabilidad política. En ese contexto, esperamos que el comportamiento, particularmente de Fuerzas Especiales de Carabineros, sea a la altura de una marcha que lo que está demandando son cuestiones que, incluso, benefician a los propios carabineros, puesto que en el punto 10 del Manifiesto Social estamos pidiendo que el Plan Nacional de Seguridad también mejore las condiciones labores y salariales de los propios carabineros. Por lo tanto, es una propuesta amplia y esperamos que seamos bien recibidos en la calle.