En los alrededores del Teatro Dolby, sede de la 96 edición, las manifestaciones recibieron a los artistas con abucheos de “shame on you” (“dan vergüenza”).
“Al Mayadeen”. Los Ángeles. 12/3/2023. Frente a la gala de los premios Óscar continuó una historia: la de las decenas de miles de personas masacradas por Israel en Gaza, la de las madres sin hijos, la de los ciudadanos de Estados Unidos indignados por ese genocidio.
Los organizadores y sus estatuillas de oro fueron ciegos y sordos, dejando toda forma de grito, protesta y llanto en las voces de quienes este domingo marcharon por Los Ángeles para exigir el cese el fuego en Palestina.
En los alrededores del Teatro Dolby, sede de la 96 edición, las manifestaciones recibieron a los artistas con abucheos de “shame on you” (“dan vergüenza”).
Algunos de sus carteles y pancartas pedían el fin del apoyo financiero de Washington a Tel Aviv o sentenciaban “Abajo el imperialismo estadounidense”.
Mientras las personas expresaban su cólera por el martirio de tantos inocentes, varios famosos apoyaron su causa entre los pomposos regalos.
Reconocidos actores como Mahershala Ali, Riz Ahmed o Mark Ruffalo pidieron un alto el fuego en Gaza con un pin rojo en la solapa sobre la cual aparecía un corazón negro.
La cantante Billie Eilish, ganadora en el apartado de mejor interpretación musical, mostró un broche similar.
Por su parte, el director y guionista británico Jonathan Glazer, galardonado por la mejor película extranjera, “Zona de interés”, rechazó durante su discurso el uso del Holocausto como un arma por parte de Israel.
Recordó que su filme muestra adónde conduce la deshumanización en su peor momento y denunció a quienes refutan su judaísmo por una ocupación “que ha llevado a conflictos a tantos inocentes”.
Otra de las expresiones de solidaridad de la noche llegó cuando más de 400 miembros de la industria del entretenimiento firmaron una carta dirigida al Presidente Joe Biden para que retire su apoyo a la violencia.
Varias cuadras cercanas y la alfombra roja estuvieron cerradas y era posible ver agentes con equipo antidisturbios, cascos y porras amenazantes por “supuestas reuniones ilegales”.