Aún no se sabe la verdad de 20 mil niñas y niños secuestrados en Chile

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Las indagaciones apuntan a que fueron dados en adopción ilegal en países como Estados Unidos, Suecia, Francia e Italia. Actualmente hay más de 1.200 causas investigadas judicialmente. Entre los responsables de los secuestros de bebés recién nacidos o de pocos meses de edad, hay médicos, enfermeras, asistentes sociales, abogados y agentes del Estado. Se lanzó campaña “Hijos de la dictadura” para avanzar en la búsqueda, lo que incluye la creación, a partir de la genética digital y la Inteligencia Artificial, de la imagen de los hijos de los que nunca hubo fotos.

“El Siglo”. Santiago. 4/3/2024. En Chile aún se está investigando el secuestro y adopción ilegal de alrededor de 20 mil niñas y niños que les fueron sustraídos a sus madres desde la década del 50 pero sobre todo en los 17 años de la dictadura civil-militar.

Frente a eso, hace unos días el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, indicó que “es tiempo de que el Estado se haga cargo” y que el país asuma “su responsabilidad colectiva”.

Es una situación en que prima el silencio, el olvido y el “mirar para el lado”.

Las miles de niñas y miles de niños -asombra la enorme cantidad- fueron quitados a sus madres y dados en adopción ilegal principalmente en Chile, Estados Unidos, Francia, Suecia e Italia.

¿Quiénes fueron las y los responsables de ese crimen contra menores de edad, contra recién nacidos, sus madres y padres? De acuerdo a las investigaciones judiciales y de familiares, los responsables fueron médicos, enfermeras, asistentes sociales, jueces, monjas, sacerdotes, funcionarios del Registro Civil, abogados, agentes del Estado, militares, carabineros.

Existió durante varias décadas y en distintas circunstancias, mafias destinadas a arrebatar a recién nacidos o niñas o niños de pocos meses de edad, para entregarlos en adopción irregular a ciudadanos estadounidenses, europeos e incluso chilenos. Fue durante muchos años un negocio lucrativo.

A muchas madres, la gran mayoría de familias pobres y comunidades indígenas, se les decía que sus bebés habían nacido muertos, se les obligaba a dejarlos en adopción aduciendo que eran pobres y no los podrían cuidar o sencillamente se les secuestraban.

El ministro Cordero reconoció que “durante décadas nos hemos enfrentado con un problema sistémico que involucra a distintas instituciones, a agentes del Estado, a profesionales de la salud, a un sistema institucional con una legislación laxa…que vulneraron derechos de niños, niñas, adolescentes, madres y sus familias”.

Actualmente, en lo formal, hay más de 1.200 causas investigadas judicialmente, principalmente por la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI). Llegar a esclarecer los casos tiene que ver con el tiempo que ha pasado, la destrucción de archivos, el fallecimiento de responsables de la acción ilegal y la circunstancia de que los menores sustraídos tienen nombres de los padres que los adoptaron y no de los padres biológicos.

Campaña internacional para ubicar a esas niñas y esos niños

La organización Hijos y Madres del Silencio (HMS) es la que lleva la batuta en generar las indagaciones, descubrir qué pasó y, fundamentalmente, y hace unos días lanzó una campaña internacional, “Hijos de la dictadura”, para incentivar acciones que permitan llegar a la verdad en el caso de miles de bebés sustraídos durante décadas aquí en Chile. La actividad se efectuó en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago.

Ruth Cárdenas, dijo a la agencia española de noticias, EFE, que “siempre me sentí atropellada porque fui la primera madre en Chile que denunció la adopción ilegal de dos de mis hijos. Todo el mundo tenía miedo a (Augusto) Pinochet”.

También en declaraciones a EFE, la fundadora y presidenta de HMS, Marisol Rodríguez, señaló que piden al “Estado que se haga cargo de esto, por justicia y por reparación” y que haya una actitud de pedir perdón de parte de los Estados de Chile, Francia, Italia, Suecia, Estados Unidos, entre otros.

La campaña contempla reforzar las gestiones judiciales en todos los países involucrados -aunque en algunos no hay disposición de apoyar-, así como la creación, a partir de la genética digital y la Inteligencia Artificial, de la imagen de los hijos de los que nunca hubo fotos, con la edad que tendrían hoy, con el objetivo de difundirlas.

En un momento se formó una comisión especial respecto a este caso en la Cámara de Diputadas y Diputados. La presidió el diputado Boris Barrera, quien señaló que “tengo sentimientos encontrados. Es bueno que esta organización se fortalezca con estos encuentros pero no sé si es como para celebrar, porque la idea es que no existan estas organizaciones porque no debieron haber existido nunca estas violaciones de los derechos humanos”.

En tanto, el actual Gobierno del Presidente Gabriel Boric, asumió avanzar en la búsqueda de estos miles de niñas y niños, y en ese marco se dieron las declaraciones del ministro de Justicia y Derechos Humanos, quien enfatizó que  “el Estado de Chile va a emprender acciones de carácter multisectorial y de coordinación con la sociedad civil en pro del derecho de cada una de sus personas a conocer su origen y de la imprescindible reunificación familiar”.

Se sabe que hay gestiones ante los gobiernos, autoridades e instituciones de los países a donde se tiene constancia que llegaron las niñas y los niños secuestrados, donde fueron adoptados ilegalmente y registrados como ciudadanos.

Lo puntual es que quedó claro que se intensificará la búsqueda y se esperan avances que, aunque puedan ser parciales, permitan a miles de familias conocer la verdad e incluso materializar el reencuentro, sobre todo entre madres e hijas e hijos que fueron brutal e ilegalmente separados.