La diputada aseveró que “no hubo ninguna presión” del PC para provocar la salida de Patricio Fernández y enfatizó que “fueron organizaciones de derechos humanos y otras más de distintos sectores las que exigieron” su renuncia. Insistió en que las declaraciones del escritor “terminan justificando hechos, los relativizan”. En todo caso, apuntó que la forma en que el Gobierno asume la conmemoración de la asonada golpista trasciende nombres, y se trata de que “no se ha instalado como se debía la no repetición y el Nunca Más, ya no fue. Estamos a julio, transcurrió medio año y no se vio una actividad como correspondía”. La también expresidenta de la AFDD sostuvo que más allá de actos y simbolismos, este año debería avanzarse en materias concretas como el reconocimiento a la ausencia por desaparición forzada, legislar sobre el término del negacionismo, tipificar la desaparición forzada, hablar de la democratización de las FFAA, avanzar en educación en derechos humanos, terminar con cualquier iniciativa que ensalce la figura de los dictadores y cerrar el penal de Punta Peuco. Contó que hay muchas actividades a nivel de la base social y destacó lo que será la marcha del 11 de septiembre próximo.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 7/7/2023. Hablemos de lo ocurrido esta semana en torno del escritor Patricio Fernández que, por una declaración respecto a “razones y motivaciones” del golpe de Estado de 1973, generó la crítica de unas 170 organizaciones de derechos humanos y sociales y terminó renunciando como coordinador del Gobierno para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. Se habló de que fue por presiones y operaciones del Partido Comunista.
Lo primero que diría es que ojalá todos los partidos políticos del país tuviera una posición clara respecto al golpe de Estado, a no permitir que se relativice ese hecho y los 17 años de dictadura civil-militar. Si fuera así, que lo ocurrido con Fernández fue una presión del Partido Comunista, me siento muy honrada de ser militante comunista. Pero hay que ser precisos en cuanto a que el Partido Comunista no tomó distancia de esto y entregó una opinión, pero que lo ocurrido con Patricio Fernández surgió de organizaciones vinculadas a los derechos humanos y tuvo un respaldo transversal de otros sectores. No hubo ninguna presión. Lo que pasa es que en este país se intenta demonizar la coherencia del Partido Comunista y su respaldo a la defensa de los derechos humanos. Insisto, quienes inician esta condena al actuar de Patricio Fernández en relación a pretender relativizar el golpe de Estado, fueron las organizaciones que por décadas, durante 50 años, desde el golpe de Estado, han dado una batalla incansable por verdad y justicia y que se están oponiendo tenazmente a la ofensiva negacionista que busca retroceder de una manera brutal. Fueron organizaciones de derechos humanos y otras más de distintos sectores las que exigieron la salida de Fernández.
Sin embargo, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, la presidenta del Partido Socialista, algunos columnistas, plantearon que Patricio Fernández no hizo una declaración negacionista y que de parte de ustedes habría una cancelación hacia el escritor, un acto agresivo.
Es que cuando se habla de un tema tan serio, donde se involucra la muerte de miles de personas, de un tema tan grave como es la ruptura violenta de la democracia en un país, y de los debates que se generan, plantear que hay cancelación u otras acusaciones, es bajar el nivel de la discusión, es como si no se pudiera discutir. El tema no es que nosotros con una actitud poco responsable hayamos cuestionado lo que dijo Patricio Fernández, lo que pasa es que hay opiniones que son distintas, y nosotros dijimos la nuestra. Y se trataba no del que fue director de The Clinic, sino de un asesor del Gobierno que tenía la responsabilidad de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado y dijo algo equivocado. Son opiniones que terminan justificando hechos, que los relativizan. No se puede dar pie a relativizar o ponerse a discutir “razones” de un golpe de Estado de carácter fascista. Me parece que refleja la falta de entendimiento de la gravedad del hecho. No se trata de que alguien diga que el golpe de Estado se justificó, como lo dijo el diputado Jorge Alessandri, lo pueden decir, pero están profundamente equivocados, lo que dicen es una aberración porque están indicando que en algunas situaciones simplemente la democracia no se respeta y si no me gusta lo que está pasando, cualquiera puede venir a matar y bombardear.
¿Ustedes tenían aprensiones y cuestionamientos anteriores con Fernández y el cargo que tuvo de coordinar, desde el Gobierno, la conmemoración de la asonada golpista?
Él, con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos particularmente, nunca tuvo una actitud de colaboración, más bien se prestó para todo lo que significó una ofensiva negativa del diario The Clinic cuando él fue su director. Particularmente cuando sucedió el hecho de los fragmentos óseos que finalmente, lo dijimos, eran restos arqueológicos. También cuando asumí la presidencia de la agrupación hace años, dijo que yo era una aparecida, y no sé cómo la hija de un detenido desaparecido aparece de la nada, cómo puede ser una aparecida. Él tuvo de siempre declaraciones poco vinculadas y poco sensibles a la lucha por los derechos humanos y a nuestras agrupaciones, y bien discutibles respecto al golpe de Estado. El diario La Tercera lo mostró en declaraciones que hizo hace un tiempo (“Apoyar el golpe de Estado es comprensible”; “que otros desearan el golpe me resulta comprensible…”; “en Chile las víctimas son 3.227. Esto para cualquier número de los lugares que conocemos, con horrores y muertes, es una cifra chica”).
Ahora, quiero decir que el tema no es él. Porque siento que ya no se produjo un año de conmemoración de los 50 años del golpe, ya no lo hubo, no se ha instalado como se debía la no repetición y el Nunca Más, ya no fue. Estamos a julio, transcurrió medio año y no se vio una actividad como correspondía. Hoy leí que se habla de tres días de conmemoración, no sé. Y eso de conmemorar por conmemorar, me preocupa y quiero ser bien franca. Pienso que producto del avance de la extrema derecha y fascista, del avance de aquellas voces que hoy sin pudor reivindican el golpe, que hablan de la seguridad sólo en términos de represión a los pobres, era necesario conmemorar ayudando a crear consciencia, a instalar muy bien la memoria, de que en Chile hay una historia que enluta hasta el día de hoy al país y que nunca más debe ocurrir algo como ese golpe de Estado. Se debió establecer que quienes respaldan el golpe, que hacen apología del golpe, le hacen un gran daño a la democracia en el país.
¿Ven un trabajo insuficiente de parte del Gobierno respecto a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado?
Yo espero que no sea así. Porque no conozco ese trabajo, a menos que sea una ignorante en el tema y no conozca ese trabajo. En todo caso, siento que ya hay un retraso. Pero espero que esto se revierta. El próximo jueves vamos a reunirnos con el jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric para abordar este tema y espero que haya mayor precisión respecto a lo que se hará.
Hay informaciones de que Manuel Guerrero se hará cargo desde el Gobierno de este tema. Lo concreto es que llegó al equipo presidencial del Segundo Piso.
No conozco eso, no sé si vaya a ver el tema de los 50 años. Lo que sí es que con él vivimos lo mismo, hemos dado la misma lucha, le tenemos un gran afecto. Mira, el tema es que no se trata de quién está en el Segundo Piso, es qué voluntad política hay para esto. La función trasciende a Patricio Fernández, a Manuel Guerrero, el tema no es ese. Es qué se hará, qué se concretará. Estamos cumpliendo 50 años del golpe y creo que no se dimensiona lo que significa eso para el país, lo que significa la violación sistemática de los derechos humanos que vivimos y volvimos a vivir, y la revuelta popular de 2019 es el mejor ejemplo, donde cientos de jóvenes quedaron con mutilaciones oculares, fueron torturados y agredidos. Lo vive el pueblo mapuche, una situación es producto del narcotráfico y del robo de madera, pero otra cosa es la represión a ellos, la persecución a las justas demandas del pueblo mapuche, y que hay prisión política.
Dirigentas de derechos humanos expresaron que esta conmemoración no puede quedar limitada a actos artísticos, a exposiciones, a foros, a actos simbólicos, y se plantearon -y ustedes le dieron impulso en el Congreso-, objetivos concretos a lograr este año en el marco de los 50 años del golpe.
Hemos hecho planteamientos bien claros y lo hemos dicho a la prensa, hay iniciativas legislativas sobre las cuales hay que avanzar en el marco de los 50 años. El reconocimiento a la ausencia por desaparición forzada, legislar sobre el término del negacionismo, tipificar la desaparición forzada y otros proyectos de ley de los cuales hay que hacerse cargo. Tenemos que hablar de las Fuerzas Armadas y su democratización, su doctrina formativa, hay que avanzar en educación en derechos humanos para tener una sociedad que, más allá de las diferencias, tome consciencia de lo que significa la democracia y el respeto a los derechos humanos y a las personas. Tenemos que terminar con cualquier iniciativa que ensalce la figura de los dictadores y su ideario, cerrar el penal de Punta Peuco. Hay mucho por hacer, no son sólo actos, que son importantes, pero necesitamos mucho más que eso. Tuvimos a dos diputados, que se sientan frente a nosotras, que dijeron que les parece bien que se haya dado el golpe de Estado, eso, en un país donde hay legislación sobre negacionismo, significa que estarían presos, porque hacen apología del terrorismo.
Se habla de las actividades del Gobierno, de las iniciativas legislativas, de lo que ustedes están realizando, pero se ve poca actividad conmemorativa en el mundo popular, la base social, en los territorios.
Hay mucho más de lo que uno sabe. A mí desde el distrito me han invitado a muchas actividades, me han invitado desde ciudades, de territorios, de organizaciones, y veo que se están programando muchas cosas para septiembre. La población se está organizando para conmemorar, uno ve que hay actos culturales, inauguraciones, exhibición de documentales, charlas, seminarios, actos políticos, y en todo el país. También en el exterior hay mucha programación de actividades. Creo que cercano al 11 de septiembre van a salir muchas actividades. Si se hubiese hecho esto desde el Estado, desde inicios del año, considerando al pueblo, la conmemoración estaría desplegada en los territorios, en todas partes, en todo el país, con aportes al Nunca Más, con garantías de no repetición, con memoria y educación. Como sea, se está haciendo mucho, en los barrios, en los territorios, en grupos sociales y colectivos. La marcha del 11 es un hito que está, no me cabe duda que este año será mucho más masiva, es una manifestación de lucha, nunca hemos dejado de marchar el 11.