Así lo estableció el consejero constitucional del Partido Comunista, Fernando Viveros, quien señaló la necesidad de “mantenernos activos en la evolución del proceso constitucional empujando a que las votaciones vayan en el sentido de lo que la gente está planteando”. Sobre la labor que viene en el Consejo Constitucional, planteó que “debemos ser muy audaces y tácticos en cómo vamos a lograr alianzas temáticas en temas donde tengamos un poco más de convergencia respecto a las ideas”. Hizo un llamado a que el pueblo participe “a través de las iniciativas populares de norma, tratemos de trabajarlas mucho más tácticamente a nivel de las regiones”.
Natalia González. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 29/5/2023. Con más de 30 mil votos, el médico y militante del Partido Comunista (PC), Fernando Viveros, es uno de los 50 consejeros constitucionales electos el pasado 7 de mayo. Representante de la Región de Coquimbo, el ex Seremi de la Secretaría General de Gobierno y exconcejal, conversó con ElSiglo.cl sobre las perspectivas de este segundo proceso constitucional para elaborar una nueva Constitución, la votación de su partido, la presencia de la ultraderecha en el Consejo Constitucional y, especialmente, sobre las propuestas que planteará en ese espacio que, como buen comunista dice, intentará permear.
¿Cómo evalúa los resultados de la votación del 7 de mayo pasado, particularmente su triunfo y la votación de su partido, que se sitúa como la tercera fuerza política del país?
Sin duda, contentos con los resultados obtenidos en la Región de Coquimbo, pero también preocupados por cómo se expresó la votación de las fuerzas populares a nivel nacional. En el caso nuestro, creo que es parte de un trabajo que se viene realizando desde hace varios años que nos ha permitido disputar espacios de representatividad y seguir fortaleciendo la democracia como algo fundamental hoy día en nuestro país.
Consolidar nuestra votación como partido, crecer, ser la tercera fuerza política en el país, y la primera fuerza política en la Región de Coquimbo es una tremenda responsabilidad, pero al mismo tiempo ratifica que las ideas que los y las comunistas estamos planteando están más vigentes que nunca y los anhelos de justicia social, de derechos sociales que se consagren en la Constitución siguen siendo hoy día un portavoz claro para la clase trabajadora. Así que muy contento, con todo el sentido de responsabilidad histórica que esto amerita.
El Consejo tendrá una presencia mayoritaria de la ultraderecha. ¿Qué lectura hace de la votación del Partido Republicano y cómo se debería actuar frente a esto?
Sin duda es una derrota electoral que no debe transformarse en una derrota estratégica dentro del contexto histórico del proceso constitucional, por lo tanto la reflexión es que hoy día debemos redoblar nuestro trabajo en el sentido de cómo permeamos como comunistas el proceso constitucional, pero cómo hacemos también que las personas sigan empujando el proceso. Esto, a través de las iniciativas populares de norma, creo que es un desafío urgente para el partido y para todas las fuerzas sociales. Mantenernos activos en la evolución del proceso constitucional también empujando a que las votaciones vayan en el sentido de lo que la gente está planteando.
La reflexión es que la inacción o dejar de hacer el trabajo que nos corresponde es una forma de expresión de cómo la derecha nos golpea y en este momento no podemos permitirnos perder la esperanza o la necesidad y la obligación de organizarnos para seguir empujando que la Constitución sea lo mejor posible para un Chile más moderno y más justo que muchos anhelamos.
En ese contexto de fuerzas políticas adversas, ¿qué vínculos ha ido generando para incidir en el Consejo con la otra consejera constitucional del PC por la Región Metropolitana, Karen Araya?
Primero, junto a nuestra compañera Valeria Chacana, logramos casi 60 mil votos en la Región de Coquimbo, y desde el principio hemos tratado de estar cerca de los equipos nacionales, tanto de la nueva consejera, como también de nuestro experto. Desde el principio buscando fórmulas para mejorar nuestra coordinación. Ya nos reunimos, tuvimos la oportunidad de conocernos y de empezar a trabajar de lleno para intercambiar opiniones, técnicas, políticas que nos permitan llegar preparados con esos elementos para defender las posiciones de la clase trabajadora.
Vamos a tener también el primer encuentro de consejeros y de fuerzas que los representan y la idea es ya establecer formas de coordinación más robustas y tratar de seguir estableciendo cómo nos vamos a presentar en lo táctico para lograr frenar los avances de las políticas neoliberales en la nueva Constitución, pero al mismo tiempo empujar los derechos sociales y proteger los derechos sociales en el texto que se está trabajando.
En ese mismo sentido, ¿cómo perspectiva el trabajo y la incidencia de las fuerzas políticas transformadoras en un espacio donde son minoría?
Lo primero es tratar que se respete el Estado social, democrático de derecho, como un eje fundamental en la búsqueda del bienestar social y la responsabilidad que tiene el Estado. Eso debe ser la base para cualquier tipo de otra negociación. Ahora, sin duda debemos ser muy audaces y tácticos en cómo vamos a lograr alianzas temáticas en temas donde tengamos un poco más de convergencia respecto a las ideas, por ejemplo, la descentralización con el fortalecimiento de los gobiernos regionales y la equidad territorial. Cómo fortalecemos la educación y la salud públicas, y cómo aseguramos el acceso al agua y las políticas de vivienda como un derecho. Creo que ese va a ser el desafío, los temas que requieren más robustez, que son más urgentes. También estamos claros de que a medida que avancemos vamos a ir tomando conocimiento de cómo va a asumir la derecha, la extrema derecha, entendiendo que tienen la mayoría, y cómo se van a mover en el propio Consejo. Esa será una evaluación dialéctica que debemos hacer con mucha responsabilidad, entendiendo que anhelamos una mejor Constitución. Ahora, si vemos que eso no avanza, evaluaremos con la misma responsabilidad cada uno de los pasos que vamos a dar.
¿Qué derechos deberían estar consagrados en la nueva propuesta constitucional?
Lo primordial es que se respete el Estado social y democrático de derecho. Eso es clave y que el Estado tenga un rol preponderante en la búsqueda de bienestar social en cuestiones que la gente nos ha planteado en la calle, como una salud más robusta que llegue a las provincias, a la ruralidad, a las poblaciones; una política de vivienda mucho más potente que no solamente quede al criterio de quien pueda comprar o pedir un crédito; una política del derecho al agua como un bien nacional de uso público, donde se priorice el consumo humano y la agricultura familiar campesina, y se diversifique la productividad económica en torno a ella. Y por supuesto, la descentralización es central. Para nosotros es clave entregarles más atribuciones a las regiones, mayores facultades y distribución económica territorial, porque creemos que el tributo debe redistribuirse. En ese sentido, celebramos el avance del royalti, porque va en esa línea, de generar economía, minería, pero en equilibro con los ecosistemas y las propias comunidades y la región.
En el marco de la consagración de derechos constitucionales que usted plantea, ¿qué cabida tienen los derechos laborales y el trabajo decente en el proceso actual?
Desde la comisión de expertos hemos tenido un trabajo firme por parte de nuestro compañero, Alexis Cortés. Él ha defendido con mucha fuerza los derechos sindicales, la negociación ramal y el trabajo decente. Creemos que es necesario darle la relevancia constitucional a este tema que para nosotros es hoy día una prioridad.
¿Qué llamado hace a la ciudadanía en el contexto de este nuevo proceso constitucional?
A participar ahora a través de las iniciativas populares de norma, tratemos de trabajarlas mucho más tácticamente a nivel de las regiones. Podemos empujar iniciativas, tratando de mejorar las correlaciones de fuerza para que puedan entrar a la discusión del Consejo Constitucional. Eso es clave, porque hoy no teniendo los quórum necesarios, la iniciativa popular de norma toma doble importancia. Llamar a todas las personas, vecinos y vecinas para que podemos seguir construyendo un país mejor y tratemos de mover el cerco hacia la justicia social todo lo que podamos. Eso significa mantenernos activos y pendiente de lo que está pasando. A cada uno de nosotros que quiere transformaciones sociales, la doble responsabilidad de seguir informando a las personas de lo que está ocurriendo en el proceso constitucional para que podamos tomar una buena decisión en diciembre respecto al futuro de este proceso.