Casi 140 millones de dólares obtuvieron como ganancia las AFPs entre enero y marzo de este año. Un 77% más que en el mismo período del año anterior.
Luis Cuello. Diputado. Valparaíso. 10/5/2023. Pasan los meses, los años, y las AFPs siguen metiendo la mano al bolsillo de los chilenos. Casi 140 millones de dólares obtuvieron como ganancia las AFPs entre enero y marzo de este año. Un 77% más que en el mismo período del año anterior. La escandalosa cifra contrasta, desde luego, con las pensiones de miseria pagadas por las administradoras privadas. Lo mismo ocurre con la famosa rentabilidad de los fondos, argumento predilecto de los defensores de la jubilación privada: todos los fondos descendieron el último mes y durante el año pasado la caída fue de 6,1 por ciento.
Entretanto, la derecha resiste con dientes y muelas la Reforma Previsional. En enero pasado la Comisión de Trabajo de la Cámara aprobó la idea de legislar, con el disciplinado voto en contra de los diputados de Chile Vamos, excepto uno de ellos que se abstuvo. La idea de un seguro social crea escozor entre los partidos de la oposición, cuyos parlamentarios se reúnen por lobby con representantes de la industria. Después de tramitar varias semanas, la derecha anunció su particular propuesta de reforma de pensiones: que el 6% de cotización adicional vaya de forma íntegra a las cuentas individuales, elección “libre” de la entidad que invierte, y su negativa a un ficticio monopolio estatal. En buenas cuentas: mantener el sistema de AFPs, reforzado con más dinero del 6%.
Lo más sorprendente es que la dichosa propuesta opositora plantea aumentar la Pensión Garantizada Universal. Esto representa una contorsión olímpica tomando en cuenta que rechazaron en bloque la reforma tributaria que financiaba precisamente el aumento de la PGU a 250.000 pesos. Huelga decir que en el debate de la reforma tributaria, el impuesto al patrimonio, también conocido como impuesto a los súper ricos, fue fuente de un lastimoso lloriqueo por parte de los diputados de oposición y su principal razón para rechazar.
Pero la personalidad de los partidos de la derecha chilena es ilimitada. No conformes con lo relatado, tres diputadas de Renovación Nacional presentaron un proyecto llamado Ley Marraqueta, que busca entregar $2 millones a los recién nacidos, monto que sería depositado en la cuenta de la AFP de los afortunados, para “asegurar” su futura jubilación. Del dinero para pagar este ingenioso subsidio, no hay noticia hasta el cierre de esta columna. Lo que sí es público y notorio es el afán desvergonzado de eternizar el negocio de la jubilación privada, de cuidar que las AFPs sigan caminando con la marraqueta bajo el brazo, a costa del esfuerzo de los trabajadores.