En los medios tradicionales se apuntó a establecer una derrota del oficialismo, un avance de la extrema derecha y una situación complicada para el Gobierno. La Moneda, al parecer, optará por reivindicar el respeto a la votación ciudadana, llamar a la continuidad del proceso constitucional y ordenar al oficialismo evitándose confrontaciones de envergadura. Los posibles debates en el oficialismo y las inquietudes en la oposición.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 5/572023. 1.-La lectura y escucha de la prensa tradicional y de largo alcance respecto a proyecciones/especulaciones en torno de las elecciones del domingo lleva a establecer que el oficialismo sufrirá una dura derrota, “una debacle”, que el Gobierno vivirá “un lunes negro”, que entre partidos de los conglomerados oficialistas habrá “una noche de los cuchillos largos”, que se producirá un avance de “los republicanos” y una incomodidad de la derecha tradicional, pese a que la oposición saldría triunfadora.
2.-En ese marco, se estaría cuidando la figura presidencial sin vincularla a este proceso electoral (fue continuo indicar que Gabriel Boric lleva unos 20 días sin hablar a la prensa), La Moneda estaría por situarse por encima de derrotas o victorias el domingo y habría pedido a los partidos de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático no gatillar disputas y optar por un relato unitario y ordenado. El Gobierno, al parecer, optará por reivindicar el respeto a la votación ciudadana, llamar a la continuidad del proceso constitucional y ordenar al oficialismo evitándose confrontaciones de envergadura. Claro que en varios medios, incluido editoriales, se insistió en que los resultados de los comicios tendrán impacto en el Gobierno, sí o sí, y hasta se habló de la posibilidad de modificaciones en el gabinete. Para mediados de semana se habría convocado al oficialismo a una reunión para fijar la agenda pos elecciones.
3.-La revisión de la prensa, en todo caso, apunta a que será muy difícil bajar el tono de las vocerías de dirigentes y legisladores del oficialismo, sobre todo si los resultados del domingo son adversos o derechamente malos. Se repitió hasta el cansancio en estos días que, por ejemplo, el PPD tendría que asumir/pagar costos como promotor de dos listas, dividiendo al oficialismo y llevándole la contra al Presidente Boric, más si su presidenta no es electa consejera y gana la derecha y la extrema derecha. Varios personeros apuntaron a que de acuerdo al resultado, habría que replantear el tema de representaciones políticas en el Gobierno y analizar el efecto del estado de fuerzas. Y se metieron otros debates como lo planteado por el presidente de RD en cuanto a que habría que reconducir las cosas si en el Consejo Constitucional la derecha y la extrema derecha alcanzan una mayoría determinante, los 3/5, que abortaría contenidos realmente democráticos y de derechos en la nueva Constitución. En este marco, el secretario general del PDD volvió a establecer que existen grandes diferencias con las colectividades de Apruebo Dignidad, contrastando con expresiones de personeros del PC sosteniendo que lo principal es reforzar la unidad y coordinación de los dos conglomerados de Gobierno.
4.-Desde la oposición, en apariciones de vocerías, columnistas y análisis, se centra la inquietud respecto a qué tan bien le vaya al Partido Republicano, de extrema derecha, y el efecto adverso en los partidos de Chile Vamos. Así mismo, se vio, extrañamente, un cauto optimismo respecto a alcanzar los 3/5 o una mayoría destacada en el Consejo Constitucional. Claro que hubo atisbos de potenciar políticamente un triunfo, sumarlo al 62% del rechazo en el plebiscito del año pasado, reforzar el obstruccionismo y críticas al Gobierno, insistir en no avanzar en reformas sociales y torpedear al oficialismo y principalmente a las fuerzas de izquierda.
5.-En todo caso, en los últimos días aparecieron en el espacio comunicacional y los pasillos de la política, miradas que ponen en duda un triunfo tan holgado de la derecha y un supuesto escenario tan negativo para el oficialismo. Se anota como positivo que la lista D, Unidad para Chile, vaya a tener una buena votación y que el Partido Comunista presente un buen resultado con tres o cinco consejeras y consejeros electos. Hay análisis publicados, inclusive algunos sondeos, en que se asegura que las dos listas oficialistas, sumadas su votación, podrían tener entre 21 y 23 consejeras y consejeros, con lo cual estaría en los 2/5 que impedirían una hegemonía de la derecha en el Consejo. Surgieron preguntas como ¿tan mal le irá al oficialismo?, ¿no habrá una intencionalidad editorial de establecer un panorama tan oscuro?, ¿se repetirá mecánicamente el 62% del Rechazo?, ¿no habrá una recomposición del electorado de fuerzas progresistas y de izquierda? El secretario general del PC fue categórico en señalar que se alcanzarían los 2/5 e inclusive un mejor resultado y llamar a desechar discusiones hoy sobre supuestas derrotas de las fuerzas transformadoras. En definitiva, que no se puede establecer tan categóricamente, en medio de varias dudas e incertidumbres, un éxito de la oposición y que no es descartable un positivo balance final para el oficialismo.