EL EDITORIAL. Un tema de largo plazo, no coyuntural

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El encarar de manera seria, profunda y efectiva el tema de la seguridad pública o combate a la delincuencia en sus distintas expresiones, no se debe acotar a un par de leyes, aumento de presupuestos o mayor poder de fuego de las policías. Se debe asumir como un tema de Estado donde las instituciones que competen desarrollen estrategias, diseños y caminos precisos a mediano y largo plazo.

“El Siglo”. El Editorial. 8/4/2023. Frente al narco, el crimen organizado y los actos delictivos de alto impacto, surgen el “populismo penal”, las “medidas efectistas”, las legislaciones severas y rápidas, priorizaron de medidas punitivas, las acciones autoritarias y los relatos agresivos, guerreristas y ofuscados, y los emplazamientos desbordados al Gobierno.

Todo eso, a final de cuentas, no es el camino racional, efectivo, robusto para enfrentar un fenómeno tan brutal como complejo, que involucra realidades del país, reforzamientos de grupos del crimen organizado, funcionamiento de carteles del narco, acciones de sicarios, extensión de bandas delictivas de distintas características.

La situación se vuelve más complicada y difícil cuando la delincuencia tiene una alta connotación social, comunicacional y en el estado de percepción de la ciudadanía, la cual junto con sentirse insegura e instalar una percepción de que las cosas no andan bien, tiende a exigir “mano dura” y demandar soluciones concretas e inmediatas.

No se puede soslayar que en el origen de una mala situación en materia de seguridad pública, están las características estructurales, culturales y socioeconómicas de una sociedad y un país, y si eso no se considera ni aborda, implica un problema para acercar soluciones o respuestas de fondo a fenómenos como el narco o el crimen organizado.

Si se piensa que dar mayor atribución a las policías para usar su arma es una herramienta estratégica y de las más eficaces, se asume que el camino es incentivar la guerra en las calles, y no dotar de condiciones para que las policías hagan Inteligencia, detecten los grupos e individuos criminales, tengan mapeos de las redes y organizaciones delictivas, vayan al nido de los delincuentes antes de que ellos salgan a las calles.

Eso incluye resolver situaciones increíbles como que varios de los autores de los asesinatos de carabineros estaban prófugos, requeridos por Tribunales, con libertad condicional y al menos dos de ellos eran extranjeros que habían estado detenidos. ¿Por qué seguían en las calles actuando?

Como lo señalaron académicos, expertos e incluso legisladores, el encarar de manera seria, profunda y efectiva el tema de la seguridad pública o combate a la delincuencia en sus distintas expresiones, no se debe acotar a un par de leyes, aumento de presupuestos o mayor poder de fuego de las policías. Se debe asumir como un tema de Estado donde las instituciones que competen desarrollen estrategias, diseños y caminos precisos a mediano y largo plazo, abordando factores que originan y posibilitan la instalación del crimen y el delito, la prevención e Inteligencia y las acciones más concretas.