Alcaldes de Recoleta, Daniel Jadue, y de Canela, Bernardo Leyton, junto a Guy Vernaez, secretario ejecutivo del Consejo Federal de Venezuela, y María Eugenia Puelma, consejera regional, instaron a avanzar desde los municipios hacia una democracia participativa y transformadora.
Natalia González. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 01/2023. Una interesante presentación sobre las experiencias comunales lideradas por comunistas, los mecanismos de participación popular local en Venezuela y las restricciones que impone el neoliberalismo para la democracia y el desarrollo comunal, se realizó en uno de las exposiciones más concurridas de la Fiesta de los Abrazos 2023.
Con la participación de Guy Vernaez, Secretario ejecutivo del Consejo Federal de Gobierno de Venezuela, los alcaldes de Recoleta, Daniel Jadue, y de Canela, Bernardo Leyton; y la Consejera Regional de la Región Metropolitana, María Eugenia Puelma, el foro se enmarcó en la reflexión teórica de Luis Emilio Recabarren sobre la conquista del poder local y de los municipios como espacios en disputa, así como su desarrollo y posibilidades democráticas en un nuevo proceso constituyente.
La experiencia local del gobierno bolivariano y su transitar entre la democracia representativa y la participativa, no exenta de contradicciones y resistencias, marcó el inicio de la discusión. Vernaez relató la conformación de una base orgánica comunal de carácter asambleario y con vocerías que ha permitida avanzar en desarrollo regional y local de toda la población en Venezuela. Esta base se articula con el Consejo Federal de Gobierno, un organismo creado por la constituyente de 1999, pero que solo se materializa en el 2010: “Aun cuando estaba en la constitución, luego de 10 años el Presidente Chávez pudo poner en ejecución y dar forma concreta al Consejo Federal de Gobierno. Esta es una instancia colegiada que forma parte de un ejercicio asambleario, en la que participan los gobernadores, los alcaldes y la representación popular, a través de los Consejos Comunales, que hace vida y distribuye los recursos en las regiones”.
Como experiencia de democracia participativa y en la práctica, para avanzar en soluciones para toda la comunidad, evitando medidas de carácter individual y clientelismos, los Consejos Comunales constituyen la expresión de un poder popular, resolutivo, con recursos propios y “de representación territorial de la comunidad más cercana, que hace vida política en la ejecución y resolución de problemas”, aclara Vernaez.
Para materializar este mecanismo de poder local, el gobierno bolivariano tomó como base una propuesta del Presidente Salvador Allende cuando el gobierno de la Unidad Popular estaba en pleno proceso de disputa del poder con las fuerzas de derecha: el Sistema de Información y Comunicación, SINCO, una herramienta tecnológica que permitía comunicarse con la base popular y productiva para entender el momento político y evitar el bloqueo que estaba en curso. Si bien la herramienta tecnológica era importante, en ese momento el Consejo Federal de Gobierno destacó la estructura orgánica de la propuesta de Allende, por cuanto la base productiva no estaba encabezada por un representante, por lo que la comunicación no era con un representante sino con la asamblea: “Para nosotros eso fue inspirador, porque en esa propuesta se respetaba una cosa que a veces en la democracia representativa no es tan buena, escuchar a una asamblea, un equipo orgánico con corresponsabilidad para poder tomar la decisión sobre alguna acción desde el gobierno nacional”, señaló Guy.
En reconocimiento a la propuesta chilena, se dio el nombre de SINCO al Sistema de Integración Comunal, que es un ejercicio que permite que las bases populares en asamblea se comuniquen directamente con el Consejo Federal de Gobierno y que cada Consejo Comunal tenga la posibilidad democrática de presentar una necesidad y un problema ante el estado nación.
La Consejera Regional de la RM, María Eugenia Puelma, se refirió a la derrota del 4 de septiembre, recordando además al presidente Salvador Allende y al proyecto de la Unidad Popular en el que participó. Al contrastar la experiencia de poder local del gobierno bolivariano con los gobiernos regionales y municipales chilenos señaló que estos responden a un estado neoliberal que se reproduce en esas estructuras y que impide una participación del pueblo: “Cuando hablamos de participación pareciera algo imposible, porque se está pensando siempre en el clientelismo; cuando hablamos de fondos concursables en los ministerios es más clientelismo en el estado para mantener un estado injusto, para mantener a un pueblo ausente, para no escuchar al pueblo directamente y para no planificar con ese pueblo las cosas que queremos”.
Con la tesis de que la descentralización actual impide promover un modelo participativo, porque se da en una estructura neoliberal que excluye a las bases populares e incluso con la elección de gobernadores y la transferencia de competencias a los gobiernos regionales no se considera la participación concreta y vinculante en la toma de decisiones del pueblo. “Con la descentralización no que persigue la soberanía del pueblo ni la soberanía alimentaria, la protección de los recursos naturales, porque la descentralización entrega más poder a los mismos”, señala Puelma. En este sentido, la figura del gobernador como autoridad regional electa ha generado una relación entre alcaldes y alcaldesas de dependencia económica para el financiamiento de proyectos comunales, donde la participación concreta en la toma de decisiones no se visualiza y persiste una base de estructura democrática entre comillas.
En contraste, un pueblo activo y participativo, como ocurre en la comuna de Recoleta ha permitido avanzar significativamente, aun en el contexto de una gestión neoliberal. Para la Consejera Regional la gestión exitosa del alcalde Jadue se sustenta en “organización, en planificación y en una convicción de que los cambios los hacemos donde estemos y a como dé lugar, porque tenemos el poder para hacerlo”.
Para el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, uno de los aspectos que diferencia la experiencia venezolana en el fortalecimiento de los gobiernos locales es la distribución del gasto. Mientras en Chile, el estado central gasta casi un 80 por ciento, las regiones un 9% y cerca de un 12% los municipios, el estado central bolivariano concentra cerca de un 45%, las regiones un 33% aproximadamente y las comunas un 24%.
En ese mismo sentido apunta Bernardo Leyton, alcalde de Canela, comuna que se ubica al sur de la región de Coquimbo y que está siendo afectada por el cambio climático, la migración permanente del campo a la ciudad y el despoblamiento de las comunidades agrícolas. La concentración del poder en el gobierno central se expresa en el bajo porcentaje de recursos de los que disponen las municipalidades, lo que implica una gran dificultad para responder a las múltiples necesidades que la ciudadanía plantea. Y como los recursos de los municipios son escasos, deben salir a concursar, tal como lo señaló Puelma.
A esto se suma la legislación actual que las regula, y que les impide concretar iniciativas en directo beneficio de la comunidad, por ejemplo, participar en la entrega de servicios: “En Canela, el 25% requiere de entrega de agua en camiones aljibes. Si los municipios queremos constituir iniciativas en la prestación de servicios básicos, como participar en la provisión de agua potable o alcantarillado, simplemente no lo podemos hacer. Se necesita de cambios constitucionales para avanzar en abaratar el costo de la vida y promover otras iniciativas que nos permitan realmente llegar con mejor alternativas sobre los precios de los productos de alimentación y para eso tenemos que avanzar en este proceso constituyente, pero creemos además que en la medida de que el traspaso de competencias vaya de la mano con traspaso de recursos, podemos avanzar en procesos de desarrollo democrático en los territorios”.
En esta misma línea, y a partir de las reflexiones de Recabarren sobre el rol de los municipios y el poder popular local, el alcalde de Recoleta sostuvo que hace más de 100 años el fundador del Partido Comunista hablaba de la provisión preferente de los servicio en los niveles locales, es decir, “que todos los elementos esenciales de la vida cotidiana los dirigieran las municipalidades, porque esta es la única estructura que el Estado pone al alcance del pueblo para que la fiscalice directamente”.
Pese a las limitaciones, la gestión municipal de Leyton se ha caracterizado por destinar un importante porcentaje de recursos a los presupuestos comunitarios, favoreciendo a 67 localidades y comunidades: “Esa toma de decisiones se la traspasamos a las organizaciones y a los habitantes de las comunidades. Ellos, en un proceso de participación ciudadana priorizan las iniciativas y luego hacen un proceso de votación y finalmente una de las instituciones se hace cargo de sacar adelante esa iniciativa con los recursos que se aprueben, más los autogestionados. Además, ellos también pueden complementar. Por tanto, estamos traspasando en este proceso de toma de decisiones a la ciudadanía organizada con los escasos recursos que tenemos, en un proceso parecido a lo que planteaba Guy”, puntualizó el edil.
En materia de participación popular y de toma de decisiones, Jadue relató la experiencia de Recoleta, especialmente de las comunidades educativas y de los centros de salud, donde organismos colegiados resuelven materias propias. “En Recoleta entendemos que el primer nivel son las organizaciones sociales, las escuelas abiertas, los directorios colegiados de educación. En Recoleta la escuela pública no la dirige un director, sino un cuerpo colegiado que tiene representación de los y las profesoras, de los padres y apoderados, de los asistentes de la educación y representantes de los estudiantes, que toman decisiones y definen en qué gastan los recursos y lo hacen en conjunto con los profesores y apoderados. En los consultorios de salud también funcionamos con directorios colegiados, y las escuelas las abrimos hasta las 10 de la noche, porque son de la gente, no son nuestras, porque la sociedad es el Estado”.
Finalmente, el alcalde sostuvo que la izquierda y los sectores populares observaron con desprecio a los gobiernos locales por mucho tiempo, soslayando la propia reflexión de Recabarren sobre el lugar privilegiado de los municipios para desarrollar la política comunista y desde donde se debían enfocar todos los esfuerzos. “Hemos mirado a las comunas como si fueran los parientes pobres de la política y la segunda división. Ahí hay un error que tenemos que corregir y nuestro partido lo empezó a corregir hacer algún tiempo, con la Comisión Nacional Municipal que diseñó un programa de gobierno comunal con el cual nos propusimos doblar la cantidad de concejales y lo conseguimos en 4 años. Efectivamente entendimos que teníamos que salir a disputar toda la base porque eso te obliga a estar en relación con la gente”.