Este 2023 se cumplirá medio siglo de la asonada militar en contra del Gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende. El mes de enero ya vaticinaba un convulso, tenso y dramático año para Chile.
Equipo “El Siglo”. Santiago. 01/2023. El mes de enero comenzó tenso, camino al tercer año del Gobierno de la Unidad Popular presidido por el Presidente Salvador Allende, aunque también con demostraciones positivas del movimiento social.
Pese a iniciarse una nueva temporada veraniega, con vista a una nueva versión del Festival de Viña del Mar, con miles de estudiantes secundarios y universitarios movilizados en los Trabajos Voluntarios a lo largo del país, el clima político en el país era complicado y se sucedían episodios que afectaban la gestión de la administración de Allende, y parecía no haber tregua pese al verano.
El 6 de enero se produjo un paro del transporte en Santiago, afectando a miles de ciudadanos. Al día siguiente, en el puerto alemán de Hamburgo, fue requisado un cargamento de cobre chileno, medida adoptada por un Tribunal de Alemania, a requerimiento de la trasnacional estadounidense Kennecott, que quería agredir a Chile producto de la nacionalización del cobre. El día 8 se produjo una hue lga de trabajadores de ferrocarriles de la mina de Chiquicamata, demandando mejoras salariales. Esos hechos, locales y otro internacional, estaban vinculados a los planes de golpear al Gobierno de la Unidad Popular (UP).
En ese tiempo se resentía el efecto del acaparamiento de productos y de las dificultades económicas, sobre todo en cuanto a distribución de alimentos. Por eso, el 10 de enero, se creó la Secretaría Nacional de Distribución para regular y coordinar la distribución de los artículos considerados de primera necesidad. Junto a eso, se tomaron medidas para garantizar la producción y distribución del trigo, sobre todo con miras a garantizar la provisión masiva de pan, y se adoptaron acciones para la producción y distribución de verduras y legumbres. En eso juega un rol importante la organización comunal y vecinal, las agrupaciones campesinas y los estudiantes en Trabajo Voluntario.
En medio de esos esfuerzos, los sectores empresariales y latifundistas organizados, realizan acciones de sabotaje, baja producción, acaparamiento, entorpecimiento de la distribución y el transporte de alimentos. El gremio del comercio, dirigido por personeros de la ultraderecha y la derecha, crean los Comandos de Autodefensa de los Comerciantes, para realizar paros, cierres parciales, ocultamiento de mercancía y manifestarse contra el Gobierno.
En enero, un militante del Partido Comunista es asesinado por miembros del grupo terrorista Patria y Libertad que se infiltraron en una manifestación.
Frente a las acciones desestabilizadoras de la derecha y grupos empresariales, las y los periodistas y trabajadores del Canal 9 de Televisión, perteneciente a la Universidad de Chile, se toman las instalaciones para garantizar la emisión de programas y de noticias, en una línea editorial popular y de contrarrestar la desinformación de los medios privados y conservadores.
Comenzaban ya las campañas políticas con miras a las elecciones parlamentarias de marzo, donde sería crucial la confrontación electoral y política entre las fuerzas que respaldaban a Salvador Allende y las que se oponían a su Gobierno. En esas semanas se fortalece el trabajo popular y social de los partidos de la Unidad Popular y sectores aliados, mientras se refuerza la coordinación entre el derechista Partido Nacional y el Partido Demócrata Cristiano, que lideraban la Confederación de la Democracia, con miras a golpear a la administración allendista.