El presidente del PC afirmó que “no se trata de avanzar en la medida de lo posible, sino que hacer lo posible por avanzar más”. Reconociendo que “el Acuerdo es insuficiente, imperfecto y lejano a nuestras expectativas”, sostuvo que “como siempre, hay que disponerse a luchar. Hemos superado barreras que parecían infranqueables, la dictadura y la represión, la exclusión y otras, enfrentado la situación como se nos presenta en la realidad”. Frente a la elección de consejeras y consejeros constitucionales y designación de expertos expresó que “los desafíos son mayúsculos. Tenemos la obligación de actuar cada vez más unitariamente”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 17/12/2022. Veo que está mejor de salud…
Si, bastante mejor.
Sé que no le gusta mucho hablar de su vida privada, ¿pero qué ocurrió, por qué lo hospitalizaron? ¿Ahora se está recuperando, irá volviendo a su actividad habitual?
A partir de la Covid que tuve en septiembre, se desencadenaron una serie de eventos como dolores a las articulaciones, alzas de presión, congestión pulmonar y neumonía. Cuando estaba saliendo de este cuadro apareció una alteración en una arteria que necesitó de hospitalización de urgencia y estabilización en la UTI por 9 o 10 días. Ahora estoy en mi casa, en tratamiento y control para una recuperación a la que hay que darle tiempo. Mi regreso a las actividades partidarias y políticas será paulatino, por ahora en contacto con nuestro secretario general y compañeras y compañeros de la Comisión Política.
Bueno, vamos a la política. ¿Usted coincide en que el Acuerdo Político firmado por las colectividades oficialistas y de oposición es “imperfecto”?
Creo que para las y los casi 5 millones de electores que votaron por el Apruebo con entusiasmo y convicción, el Acuerdo es insuficiente, imperfecto y lejano a nuestras expectativas. Pero las alternativas que nos dejó la derrota del 4 de septiembre no da para mucho más. Y no se trata de avanzar en la medida de lo posible, sino que hacer lo posible por avanzar más, desde una posición hasta ahora desventajosa.
Entre los cuestionamientos, se planteó un rol excesivo de los expertos, la distorsión de representatividad al optar por la elección de las y los consejeros por el sistema que se usa para el Senado, los 12 “bordes” que acotan los temas, la no precisión del mecanismo de participación de la ciudadanía, en fin. ¿Por qué el Partido Comunista permaneció en esa negociación y por qué la firmó?
Dadas las cosas como están, hay que prepararse para partcipar en el grupo de expertos, en el que los partidos de Gobierno y otros que nos han acompañado estaremos representados. De la misma manera que debemos hacer todos los esfueros por elegir el mayor número de consejeros constituyentes, para lo cual la unidad de los partidos de Gobierno es esencial, no caben aquí los cálculos electoralistas estrechos, hay un objetivo superior. El Comité Central del Partido Comunista conoció y discutió sobre los bordes, evidentemente con algunos puntos hay disconformidad, pero finalmente se acordó seguir participando del proceso, porque los bordes también dan la posibilidad de avanzar en superar la actual Constitución en algunos aspectos, lo que es parte importante de nuestro objetivo.
Al final del día, dadas las correlaciones de fuerzas, la derrota del Apruebo, la ofensiva conservadora, la lectura de realidad, ¿no quedaba otra que estar en el Acuerdo? O planteado de otra manera, ¿hay que reforzar lo positivo del Acuerdo?
Como siempre, hay que disponerse a luchar. Hemos superado barreras que parecían infranqueables, la dictadura y la represión, la exclusión y otras, enfrentado la situación como se nos presenta en la realidad. La capacidad de análisis y la unidad de acción del partido nos ha permitido superar derrotas y desafíos complejos.
¿Cómo responder a las críticas surgidas desde el movimiento social, del movimiento feminista, de sectores políticos y académicos, de que este es un mecanismo tutelado, antidemocrático, de las elites?
Me parecen legítimas, atendibles y discutibles. Pero creo que son las propias organizaciones las que tienen que encontrar las respuestas más adecuadas en la medida que se vaya materializando el Acuerdo y habrá momentos de decisión, de optar. Con la actual Constitución pinochetista, las elites político económicas dominantes tienen todo a su favor. El tema es si podremos inclinar la balanza en el sentido contrario o, al menos, dejar abierta la pespectiva de cambios.
De repente apareció que dentro del PC hay una división, una discusión fuerte sobre el tema, ¿qué decir sobre eso?
No sé de qué división me habla. Discusión ha existido y existirá siempre. Lo importante es que se ha actuado según las resoluciones del Comité Central, es lo democrático. Y de esa forma se tiene que seguir actuando. El proceso debe ser observado y discutido de forma permanente por el Comité Central e informado al partido.
El presidente de la Cámara Baja y sobre todo personeros del Socialismo Democrático y de la derecha dicen que es “inaceptable”, que no es necesario hacer cambios al Acuerdo durante la discusión en el Congreso. ¿Usted comparte aquello o cree que es una oportunidad de perfeccionar lo que se dice que está imperfecto?
Efectivamente, el Congreso, tendrá un papel relevante en el proceso, casi tutelar. Primero deben aprobar el acuerdo por 4/7 de sus integrantes. Tengamos presente que republicanos, el Partido de la Gente y otros, están en contra de una nueva Constitución. Es posibe que se presente un proyecto único de los partidos que apoyan el Acuerdo, en el que falta precisar paridad de género, escaños reservados, itinerario electoral y formas de funcionamiento del mecanismo. Luego el Congreso debe elegir a los expertos de acuerdo a la representación de los paridos en el Senado y la Cámara Baja. Y, finalmente, depués de que el consejo constituyente apruebe el texto de nueva Constitución, este se sometrá al Congreso que puede aprobarlo o rehazarlo por los 4/7, no modificarlo, antes de ir a plebiscito. En el Congreso todo está mediado por la correlación de fuerzas en relación al quórum de los 4/7.
Ante todo lo que viene con este proceso constituyente, ¿cuáles son los desafíos, los objetivos, el llamado a los sectores transformadores, progresistas y de izquierda?
Los desafíos son mayúsculos. Tenemos la obligación de actuar cada vez más unitariamente. Espero lo entiendan las fuerzas democráticas, de izquierda, de centro izquerda, que están por avanzar en un proceso transformador.
El año que viene estará cruzado por este proceso constituyente. Pero hay demandas sociales, temas como el alza del costo de la vida, la delincuencia, las reformas tributaria y de pensiones, ¿dónde ve los ejes a priorizar, qué rol le asigna “a la calle”, al movimiento social, a la gestión del Gobierno?
Me parece que los proyectos de reformas que están en el Congreso son bastante cruciales. Hace falta que el movimiento social se pronuncie en favor de ellas, porque serán de beneficio para la mayoría postergada de nuestra sociedad. El Gobierno debe hacer lo suyo. Ha dado pasos importantes con la aprobación del presupuesto de la nación, con el reajuste del sector público, al parecer la refoma tributaria avanza y debiera culminar pronto la aprobación de la reforma de pensiones. Ha anunciado el Gobierno nuevas medidas de carácter social, que evidentemente hacen falta, en especial, para morigerar los efectos de las alzas.
Casi fuera de contexto nacional, qué le parece la situación en Perú.
De la máxima gravedad, una arremetida imperialista que de nuevo somete a un pueblo a un golpe encubierto de institucionalidad, a la represión. Debemos entregar toda nuestra solidaridad al movimiento social del Perú que se manfienta por la democracia y sus derechos. Es un deber ineludible.