Andrew Ross, sociólogo, catedrático de Análisis Social y Cultural de la Universidad de Nueva York, explicó que “una creditocracia surge cuando el costo de los bienes, sin importar cuán básicos sean, tiene que ser financiado con deuda, y cuando el endeudamiento se convierte en la condición previa no solo para las mejoras materiales en la calidad de vida, sino también para cubrir las necesidades básicas”. Entrevistado por BBC Mundo, enfatizó que “a los acreedores no les interesa que la gente pague sus deudas…mientras estés endeudado, los acreedores pueden ganar dinero contigo. Si pagas todo por completo, entonces no les sirves de nada”.
Agencias. 24/10/2022. “Somos prisioneros de los bancos. Nos hemos convertido en una sociedad atrapada en la “creditocracia”, un sistema en el que la ciudadanía tiene que pedir dinero prestado para satisfacer sus necesidades básicas. Así lo afirmó Andrew Ross, sociólogo, catedrático de Análisis Social y Cultural de la Universidad de Nueva York, en entrevista con la BBC Mundo.
Un mundo en el que las casas de bolsa, los fondos de cobertura, las firmas de capital privado y todas las demás entidades del sistema bancario se han convertido en herramientas de acumulación de capital para sus propietarios, clientes y accionistas. A fin de cuentas, indicó el experto, “lo que hace la deuda es redistribuir la riqueza hacia arriba y restringir la democracia hacia abajo”. Son las ideas centrales del libro “Creditocracia y las razones para no tener deudas” y que ahora habló para la BBC.
Planteó que “una creditocracia surge cuando el costo de los bienes, sin importar cuán básicos sean, tiene que ser financiado con deuda, y cuando el endeudamiento se convierte en la condición previa no solo para las mejoras materiales en la calidad de vida, sino también para cubrir las necesidades básicas”.
Y enfatizó: “Para los trabajadores pobres, este tipo de endeudamiento obligatorio es muy común y ha sobrevivido siglos. Bajo el feudalismo, la contratación o la esclavitud”. En esa línea estableció que “vivimos en una sociedad en la que, cada vez más, un porcentaje muy grande de la población, si no la mayoría de los hogares, se están ahogando en deudas”.
Explico que “en la mayoría de los países industrializados, especialmente en Estados Unidos, los préstamos destinados a la vivienda, a los automóviles, las deudas estudiantiles o para el transporte se han disparado. Nos hemos convertido en una sociedad en la que la clase acreedora es dominante y obtiene la mayor parte de sus ingresos y beneficios de los préstamos y donde la ciudadanía en muchos países nunca podrá pagar sus deudas”.
Dio un dato: “El 77% de los hogares estadounidenses están seriamente endeudados. Los principales bancos son más grandes y rentables que antes de la crisis de 2008, y los legisladores son prácticamente impotentes para someterlos”.
Y advirtió: “A todo esto, hay que sumar que a los acreedores no les interesa que la gente pague sus deudas”. Porque “mientras estés endeudado, los acreedores pueden ganar dinero contigo. Si pagas todo por completo, entonces no les sirves de nada. Ya no eres una fuente de ingresos para ellos”.
“Así que, en una creditocracia, el objetivo es mantenerte endeudado durante el mayor tiempo posible, de muchas maneras hasta el día de tu muerte y más allá si es posible”, enfatizó afirmó Andrew Ross.
“Sus ganancias dependen de mantenernos endeudados”
El catedrático de Análisis Social y Cultural de la Universidad de Nueva York, comentó que “hay muchos hogares ahogados que nunca llegan a cancelar sus cuentas mensuales. Renuevan el principal, pagan recargos por mora o pagan multas. Y al hacerlo, se convierten en lo que se conoce en la industria como ‘revólveres’. Son los clientes favoritos: los que no pueden llegar a fin de mes, pero que pagan el mínimo mensual junto con multas o recargos por pagos atrasados. Esto garantiza a los bancos un flujo constante de ingresos. Sus ganancias dependen de mantenernos endeudados”.
¿Cómo ha llegado la sociedad a esta situación?, se le preguntó desde la BBC. Y respondió: “Hemos asistido a una reestructuración del capitalismo. Básicamente, es un capitalismo que ya no obtiene sus beneficios de la producción. Obtiene la mayor parte de sus ganancias e ingresos de los préstamos y de la actividad financiera. Los beneficios del sistema financiero son mucho mayores que los de la producción de bienes”.
Comentó que “creo que la gente es plenamente consciente de ello. Sin embargo, hay un sentido muy profundo en nuestra cultura de que siempre tienes que pagar tus deudas. Parece que sin no pagas, algo horrible te sucederá. Hay una fuerte corriente subyacente de moralidad asociada a no pagar tus deudas. Esta debe ser una de las prioridades del ser humano responsable”.
Andrew Ross apuntó a un tema conflictivo: “Pero si miramos al sector financiero, encontramos organizaciones, entidades y empresas que no pagan sus deudas. Las personas ricas y las instituciones son rescatadas por sus amigos o por los políticos. No sufren las mismas consecuencias que el resto de nosotros”.
Agregó que “así que hay un doble estándar allí. La moralidad sólo funciona en una dirección. Los ricos piden préstamos para ganar más dinero. El resto de nosotros tomamos préstamos para sobrevivir”.
En otro tema sensible, el sociólogo afirmó que si ante esta situación extendida, el Gobierno de un país “no puede proteger a sus ciudadanos del daño, entonces estás viviendo en una democracia fallida. Y hemos visto una serie de movimientos sociales que se han levantado en contra de eso en muchos países, especialmente en América Latina. Y esos son momentos en los que están perfectamente justificados, porque los Gobiernos no los están protegiendo”.
Foto: BBC