La grave situación de niñas y niños secuestrados para ser dados en adopción, el papel de la organización Adoptioncentrum, cuestionada por acciones irregulares, y el hecho de que “el Gobierno sueco nunca cuestionó estas adopciones cuando sabían que existían miles de prisioneros y prisioneras políticas, detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura”.
06/2022. Texto íntegro de una declaración de la Delegación Chilena en Suecia por Adopciones Ilegales.
“Como agrupación Hijos y Madres del Silencio, quienes trabajamos con familias separadas por secuestros de niños para ser dados en adopción, venimos a señalar lo siguiente:
Estamos realizando una visita a Suecia junto al diputado Boris Barrera -quien fuera presidente de la Comisión Investigadora de adopciones ilegales en el Parlamento chileno durante 2019- y a un representante de la PDI, Mario Vásquez -quien es parte de equipo de adopciones irregulares de la brigada de DDHH de la PDI- ya que fuimos invitadas e invitados por la agrupación ChileAdoption, que reúne a adoptados chilenos en Suecia, para sostener reuniones con el Parlamento y el Gobierno sueco, especialmente con la Autoridad para el Derecho Familiar y el Apoyo a los Padres (MFoF por su sigla en sueco) y la Comisión Investigadora de las Adopciones Internacionales que fuera anunciada el año pasado y cuyo trabajo se extenderá hasta fines del 2023.
Fueron principalmente las denuncias por secuestros de niños chilenos durante el período de la dictadura y las realizadas en Colombia las que motivaron la creación de esta comisión el 2021, acusando principalmente a Adoptioncentrum, la institución más importante de Suecia en la materia, y que hace muchos años viene siendo cuestionada en países como Tailandia, Camboya y China.
Nadie puede explicar cómo es que esta institución, creada en la década de los 60, no ha podido ser realmente investigada en sus actuaciones en el extranjero, ni por qué las autoridades han rechazado investigar las más de 50 denuncias por secuestro de niños y niñas desde ChileAdoption ante la fiscalía, señalando que los casos están prescritos y desconociendo que durante todo el período de dictadura se vivieron violaciones sistemáticas a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
A raíz de todo lo anterior, nos hemos reunido en el Parlamento Sueco (unicameral) con la Comisión Civil -dirigida por el Partido Verde y la Socialdemocracia- y la Comisión Social -dirigida por la Democracia Cristiana y la Socialdemocracia- y con las bancadas de los partidos de Centro y de Izquierda. Estos últimos fueron quienes presentaron la solicitud de generar una comisión investigadora al Gobierno, siendo parte clave de la gestión la chilena Lorena Delgado, quien es diputada en este país.
A todos ellos dimos cuenta de las denuncias contra Adoptioncentrum quienes encabezaron en Chile una organización de crimen organizado transnacional para traficar niños y niñas chilenos desde el año 1974, que además fue replicada por representantes de otros países para hacerse de dinero fácil a costa de más de 22 mil familias que perdieron sus hijos e hijas que hoy se reparten en 25 países; sólo en Suecia hay más de 2200.
Las denuncias expuestas, entre otras, fueron la existencia de un manual de trabajo que Anna María Elmgren, representante de Adoptioncentrum en Chile, entregaba a las asistentes sociales contratadas para enseñar cómo trabajar con las madres para convencerlas de entregar a sus hijos, donde se sostenía por ejemplo que después del parto las mujeres no debían ver a sus hijos e hijas, menos darle pecho, para no fomentar el apego y que ellas se arrepintieran.
Preguntamos por qué el Gobierno sueco nunca cuestionó estas adopciones cuando sabían que existían miles de prisioneros y prisioneras políticas, detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura. ¿Nunca pensaron que podían ser hijos de ellos? Sabían que en Chile no se protegían los derechos humanos por los tribunales ¿creen que podrían proteger a los más pobres de algún abuso?
Finalmente, durante la reunión con la comisión investigadora, que prohibieron grabar, ellos señalaron que esta investigación sólo busca revisar los procesos para generar cambios en la legislación para que no vuelvan a existir irregularidades en las adopciones internacionales que se realizaron “sin el consentimiento de sus padres”. Frente a ese eufemismo, nosotros les señalamos que en Chile a esa situación le llamamos secuestro y tráfico de niñas y niños.
Esperamos que el Parlamento sueco, después de haberles entregado todos los antecedentes, los que emanaron desde la comisión investigadora liderada por el diputado Boris Barrera (PC), de la investigación policial y judicial entregada por el subcomisario Mario Vásquez (PDI) y por nuestra organización, presione al Gobierno Sueco para investigar estos crímenes y llevarlos a la justicia.
Delegación Hijos y Madreas del Silencio”.