ANÁLISIS. Convención Constitucional y plebiscito de salida

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Al proyectar estas cifras se pueden indicar -a lo menos- dos afirmaciones concluyentes; (1) el 45,5% que marca hoy el Rechazo es el techo probable de esta opción a la fecha, y (2) la movilidad y la incógnita electoral está ahora entre quienes ayer optaron por el Apruebo y que hoy aún No Saben cuál será su opción en el Plebiscito de Salida (25,8%) y, además, esa movilidad electoral está también entre quienes no han votado en las últimas elecciones y hoy no sabemos cuál será su opción (45,5%) en esta nueva votación que tendrá carácter obligatorio.

Pablo Monje-Reyes (*). Santiago. 18/05/2022. Este reciente fin de semana concluyó la etapa principal y más compleja del trabajo constitucional. Chilenas y chilenos ya tenemos a la vista para su lectura y reflexión el primer borrador de la nueva Constitución, pues, acaba de concluir la redacción gruesa y preliminar de artículos y normas de esta Carta Magna, que está siendo diseñada de manera absolutamente original en nuestra historia republicana y que se nos propone para organizar y regular la convivencia colectiva de nuestra sociedad para los próximos tiempos y las nuevas generaciones. Responsabilidad cívica del pueblo chileno será Aprobar o Rechazar dicha propuesta el próximo 4 de septiembre 2022.

En este análisis, se hace una lectura de las últimas encuestas que hacen referencia a las opiniones de la ciudadanía sobre el trabajo de la Convención Constitucional y las proyecciones electorales respecto de los eventuales resultados del Plebiscito de salida. Para ello, los estudios que se revisaron son; (1) “Agenda Criteria” del mes de abril 2022 en su acápite Convención Constitucional; (2) “Plaza Pública -Cadem-” y (3) “Pulso Ciudadano” correspondiente a la primera quincena de mayo 2022.

2.    Proyecciones de los imaginarios post plebiscito

La encuesta Agenda Criteria del mes de abril 2022 expuso los imaginarios colectivos que resultan ante la eventualidad que la opción del Apruebo (31%) triunfe en el Plebiscito de Salida. Así, desde ese escenario surgen afirmaciones muy interesantes y necesarias de valorar, a saber: el 73% de los encuestados/as opina que “existirá un mayor respeto y reconocimiento hacia los pueblos originarios”; el 67% estima que “habrá mayor preocupación y cuidado por el medioambiente”; el 65% afirma que “se garantizarán los Derechos Sociales”; el 59% considera que “la democracia funcionará mejor”; el 58% presume que “se acabarán las protestas y se restablecerá la calma en las calles”; el 58% supone que “habrá mayor riqueza debido a una mejor distribución de los recursos”; el 55% piensa que “se podrá enfrentar de mejor manera el narcotráfico”; el 54% cree que “se ayudará a controlar la inflación y el costo de la vida”; el 53% reflexiona que “se reducirá el nivel de conflictividad entre los políticos”; el 53% asevera que “volverá a crecer la economía del país” y el 51% asegura que “existirá menos populismo en la forma de hacer política”. Todas las anteriores son valoraciones significativamente positivas respecto del triunfo del Apruebo.

Por el contrario, si el Rechazo (39%) se impone en el Plebiscito de Salida, los imaginarios colectivos que manifiestan los/as encuestados/as son los siguientes: el 68% conjetura que “las comunidades de la diversidad sexual tendrán menos libertades y derechos”; el 57% establece que “existirá una sensación de decepción y frustración en las personas”; el 57% delibera que “las relaciones entre las personas serán aún más tensas” y el 53% de encuestadas y encuestados concluye que “tendremos un modelo económico más injusto”.

Finalmente, la encuesta analiza estos imaginarios ahora en la variable de los indecisos/as (30%), y las menciones positivas del imaginario colectivo ante la eventualidad de que gane el Apruebo suben ostensiblemente en 10 a 12 puntos en cada variable. Esto nos muestra que la tendencia de los indecisos tiene más cercanía a los imaginarios de quienes manifiestan la posición del Apruebo. Por tanto, el accionar comunicativo y simbólico de la campaña del Apruebo va ser clave en profundizar esos imaginarios que favorecen la decisión de votar por la opción del Apruebo.

La encuesta Plaza Pública Cadem de la primera semana de mayo 2022, muestra que la tendencia del Apruebo detiene su caída e incrementa su apoyo en 3 puntos, del 35 sube al 38%. Asimismo, la opción Rechazo cae en 2 puntos, del 48 al 46%. Los indecisos -por su parte- se mantienen en 17 puntos. Este incremento se ve expresado en casi todas las variables socio-demográficas, no obstante, solo en un segmento el Apruebo cae con respecto al mes anterior, y este es el que representa al grupo socio-económico Medio que cae 8 puntos, de un 41 a un 33%. De la misma manera ocurre entre los encuestados/as que se identifican con el sector socio-político de Centro, que cae 4 puntos, de un 30 a un 26%. No obstante, entre quienes no votaron en las últimas elecciones presidenciales creció la opción apoyo en 3 puntos, del 25 al 28%. Cabe destacar que la opción Rechazo cae en casi todas las variables socio-demográficas, y solo crece 8 puntos en los sectores socio-económicos Medios, de un 44 a un 52%, y crece 3 puntos entre quienes se identifican con los sectores socio-políticos de Centro, del 54 al 57%. Otro dato relevante a considerar, se da entre quienes votarían Rechazo en el Plebiscito de Salida y que habrían votado Apruebo en el Plebiscito de Entrada, que también decreció en 9 puntos, de un 35 bajó a un 26%.

El estudio de Pulso Ciudadano -por su parte-, muestra que el interés de participar en el Plebiscito de Salida creció en 4 puntos respecto del último sondeo en este aspecto, del 74 al 78%, con una caída de 3 puntos de quienes no están seguros de ir a votar. Por tanto, se constata que está creciendo la opción de ir a votar, teniendo un potencial de llegar al 92% la participación del padrón electoral. Además, esta encuesta desarrolla un análisis sobre quienes fueron electores en el Plebiscito de Entrada y sus opciones en este segundo evento electoral; Los resultados muestran algunas situaciones interesantes de evaluar, a saber; (a1) el 22,7% de quienes votaron Apruebo en el Plebiscito 1 (de entrada) votará Rechazo en el Plebiscito 2 (de salida); (a2) el 51,5% que votó Apruebo en el Plebiscito 1 votará Apruebo en el Plebiscito 2 y, (a3) un 25,8% de quienes votaron Apruebo en el Plebiscito 1 aún no sabe qué votará en el Plebiscito 2; (b) entre quienes votaron Rechazo en el Plebiscito 1 el 95,1% mantendrá su voto de Rechazo en el Plebiscito 2, y solo el 4,9% que votó Rechazo aún no sabe qué votará en el Plebiscito de salida; y (c) entre quienes fueron electores pero no votaron en el Plebiscito 1, el 5,8% votará Apruebo; el 48,7% votará Rechazo, y el 45,5% aún no sabe qué votará en el Plebiscito 2 de salida.

  1. Síntesis y proyecciones

Al proyectar estas cifras se pueden indicar -a lo menos- dos afirmaciones concluyentes; (1) el 45,5% que marca hoy el Rechazo es el techo probable de esta opción a la fecha, y (2) la movilidad y la incógnita electoral está ahora entre quienes ayer optaron por el Apruebo y que hoy aún No Saben cuál será su opción en el Plebiscito de Salida (25,8%) y, además, esa movilidad electoral está también entre quienes no han votado en las últimas elecciones y hoy no sabemos cuál será su opción (45,5%) en esta nueva votación que tendrá carácter obligatorio. Si proyectamos estos datos y criterios, los 2 ejes centrales de la campaña del Apruebo deberán estar enfocados hacia quienes no saben qué opción marcar en el Plebiscito de Salida aunque votaron Apruebo en el Plebiscito de Entrada. De la misma manera, hacia quienes no han ido a votar nunca (y que son la abstención histórica de medio padrón electoral) y que hoy tampoco saben qué opción marcar en el Plebiscito de Salida, estos 2 son los bolsones electorales fundamentales a disputar.

Al mirar estos datos, más las cifras de los sectores socio-económicos medios y de quienes se califican socio-políticamente de centro -y que han aumentado su apoyo al Rechazo-, existen mayores posibilidades de poner en forma los imaginarios democráticos que apoya la ciudadanía por la nueva Constitución. Por tanto, las disputas simbólicas serán claves en la campaña del Apruebo, pero, se debe advertir que no será una campaña de nichos, pues, deberá ser una campaña extensiva, masiva, y donde el centro del relato comunicacional deberá ser la pedagogía política que ratifique los imaginarios democráticos de lo que representa una nueva Carta Magna escrita por hombres y mujeres iguales en derechos, en dignidad y en esperanzas.

(*)Pablo Monje Reyes, Magister en Gestión y Políticas Públicas Universidad de Chile, Administrador Público Universidad de Los Lagos. Director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical).