El factor de votos blancos y nulos como muestra de desafección y hastío ciudadano, la incidencia que tendrán las candidaturas llamadas independientes, el resultado en comicios de concejalías que definirá la base electoral de los partidos, las alcaldías y gobernaciones emblemáticas en disputa que marcarán triunfos políticos y comunicacionales, y un escenario en que, al final de cuentas, las fuerzas políticas tendrán espacios para presentar logros y relativizar derrotas.
“El Siglo”. Santiago. 26/10/2024. Al parecer, todas las fuerzas políticas del país tendrán qué celebrar y qué lamentar en las elecciones municipales y regionales de este fin de semana.
La variedad de resultados, porcentajes, especificidades que están en juego, da para que todos los partidos tengan algo bueno que exhibir y algo malo que relativizar. Esto podría varias si alguna colectividad sufre una hecatombe o logra un triunfo muy abultado.
Claro que el análisis cuidadoso y realista de lo que marquen las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales tendrá que hacer en cada colectividad para medir con sinceramiento los resultados. Eso es lo esperable.
Aunque son elecciones municipales y regionales igual habrá fórmulas para darle un carácter nacional, para establecer cuáles son los partidos con mayor preferencia electoral (a través del voto de concejales), cuáles gobiernan a más habitantes, cuáles ganaron alcaldías y gobernaciones emblemáticas, cuáles fueron los resultados globales para el oficialismo, la oposición y los llamados independientes, y cómo queda el Gobierno con las cifras de este fin de semana.
Algunas claves para una lectura crucial de lo que serán los resultados en los comicios que definirán autoridades en 16 regiones y 345 comunas.
1)Votos nulos y blancos. A pesar de que el voto es obligatorio, con multa de por medio si no se acude a sufragar, hay muchos análisis que apuntan a una desafección ciudadana con estas elecciones, una molestia por la obligatoriedad, un hastío con la política por el impacto como los casos Hermosilla, jueces de la Suprema, Monsalve y otros, un desencanto con la institucionalidad, lo que llevaría a votar blanco o nulo. Esto, según las proyecciones, podría elevar el número de sufragios en esas categorías y acercarse a los dos dígitos. Eso sería leído, precisamente, en términos de la desafección y el hastío.
2)Gobernaciones y comunas emblemáticas. Independiente de los resultados globales, hay elecciones de gobernaciones y comunas emblemáticas que marcarán mucho a los partidos y sus posibilidades comunicacionales y políticas de mostrar éxitos. Ejemplos claros de esto son las disputas entre el oficialismo y la oposición por las alcaldías de Santiago, Viña del Mar, Concepción, Ñuñoa, Valparaíso, Puente Alto, La Florida, Temuco, Quilpúe, Peñalolén, entre otras. Quienes ganen finalmente en esas comunas, tendrá triunfos importantes que exhibir; perdiendo, derrotas lamentables que asumir y explicar. En el caso de los gobernadores, hay regiones donde parecen estar definidos los resultados y en varias de espera que haya segunda vuelta, escenario en el cual habrá una especie de competencia instalada como en ningún otro espacio entre el oficialismo y la derecha. En todo caso, dado que la derecha tiene actualmente sólo un Gobernador, es previsible que podrá mostrar logros al subir ese número, y particularmente el Partido Republicano que tiene cero alcaldes y cero gobernadores, con lo que también podría exhibir adelantos. El oficialismo tiene el reto de no bajar ostensiblemente en el número de 13 gobernadores.
3)Candidaturas llamadas independientes. Se destaca que en estos comicios superan las 400 las candidaturas definidas como independientes, es decir, fuera de pactos, muchas de las cuales tienen opción de ganar alcaldías y/o recoger buen porcentaje de votos. Esto, por un lado, permitirá ver qué incidencia están teniendo ese tipo de candidatas y candidatos, y por otro lado, qué impacto podrán tener en los resultados de los conglomerados y partidos, tanto en cuanto a quitarles puestos, como a restarles votos. Esto corre para las colectividades oficialistas y opositoras.
4)Cómo marcar triunfos o derrotas. Lo primero es que la elección de concejalías marcará la fuerza electoral de cada partido político, ahí habrá un primer factor a esgrimir como avance o retroceso de las colectividades, por tanto la votación de concejalas y concejales es decisivo para medición de base electoral partidaria. Luego viene el tema de las gobernaciones, donde es esperable que la derecha suba sí o sí dado que sólo tiene un gobernador o seguramente tendrá algunos triunfos en algunas regiones, y el Partido Republicano está peleando entre dos y tres gobernaciones, y al no tener nada actualmente, puede anotarse un éxito. El oficialismo tiene 13 gobernadores y es previsible que baje ese número, pero puede presentar esta elección como un logro si mantiene mayoría y regiones como la Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo, Biobío, entre otras. Hay situaciones como la del Partido Comunista en Santiago, donde puede marcar un triunfo estratégico si gana la reelección Irací Hassler, y si la colectividad logra elevar más allá de cinco sus alcaldías, manteniendo con Fares Jadue la jefatura comunal de Recoleta; el desafío de Emilia Ríos para vencer a la derecha en Ñuñoa, y del Frente Amplio de ganar en Valparaíso; que el DC Aldo Mardones triunfe en Concepción; lograr finalmente que Tomás Vodanovic sea primera mayoría nacional en Maipú. Como parece lógico, la derecha podría renovar sus tradicionales triunfos en Providencia, Las Condes, Vitacura, y exhibirá logros si vence en comunas populares.