HABLEMOS DE LA TELE. Chicos y chicas malas

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La campaña electoral de segunda vuelta presidencial entra a tierra derecha y se espera que el debate televisivo del lunes 13 esté a la altura de las circunstancias y los periodistas designados para llevarlo a cabo cumplan normas éticas, nivel profesional y guarden sus egos y afanes protagónicos para los matinales y no recurran a desafíos, emplazamientos, y verdaderos ataques personales al enfrentar a los candidatos.

José Luis Córdova. Periodista. Santiago. 10/12/2021. Que las redes sociales y la televisión dan para todo lo demuestran en los últimos días de la campaña presidencial en segunda vuelta, el furibundo anticomunismo, los destemplados ataques xenófobos, misóginos y discriminatorios propalados por estos medios.

Los diputados electos por el llamado partido “republicano”, Gonzalo de la Carrera, Gloria Naveillán y Johannes Kaiser se han lucido, el primero en todas sus declaraciones extraídas de la peor época de la Guerra Fría responsabilizando de todos los males del mundo al comunismo y el segundo con una grosera mofa transfóbica contra la diputada electa Emilia Schneider, en complicidad con la también activista paramilitar de La Araucanía y ahora diputada electa, Gloria Naveillán, además de proferir sandeces como quitarle el derecho a vota a las mujeres y derogar la ley de aborto en tres causales.

Por su parte, el economista Franco Parisi, ex candidato presidencial que llegó tercero en la primera vuelta utiliza con entusiasmo y eficiencia las redes sociales, especialmente el programa “Bad boys”, donde se hizo presente el candidato ultraderechista José Antonio Kast, quien fue recibido amablemente por sus contertulios Juan Marcelo Valenzuela, Pedro Gubernatti, Giancarlo Barbagelatta y el propio Parisi. La conversación fue pautada con demasiada precisión y asepsia, como si hubiera un acuerdo previo entre las partes.

En tanto, Don Francisco, después de su esperado “triunfo” cumpliendo la meta de recaudaciones para la Teletón, volvió a reeditar “Las caras de La Moneda”, una serie de entrevistas a los candidatos presidenciales. Tratando de ser ecuánime, hay que reconocer que trató con guante blanco el postulante de Apruebo Dignidad, pero se excedió en elogios para presentar a José Antonio Kast con una piel de oveja que le resultó incómoda y a todas luces poco sincera.

Tal como el propietario de radio BioBio, Tomás Mosciatti, está embarcado en una cruzada anticomunista similar el macartismo norteamericano de los años 50 del siglo pasado, con los De la Carrera y Kaiser que no cejan en sus ataques irresponsables contra parlamentarios electos y miembros del comando de Gabriel Boric, motejándolos a todos de comunistas, como si ello fuera un insulto de marca mayor.

Este ambiente de “Bad boys” -aunque no faltan las “chicas malas” tampoco- enrarece la campaña y desprestigia a los productores de este tipo de iniciativas que ahora están conminados por el Servel a dar cuenta de los gastos de campaña del comando de Franco Parisi, con montos que superan los 112 millones de pesos y deberán rendir, según investigaciones fidedignas de CiperChile.

La campaña electoral de segunda vuelta presidencial entra a tierra derecha y se espera que el debate televisivo del lunes 13 esté a la altura de las circunstancias y los periodistas designados para llevarlo a cabo cumplan normas éticas, nivel profesional y guarden sus egos y afanes protagónicos para los matinales y no recurran a desafíos, emplazamientos, y verdaderos ataques personales al enfrentar a los candidatos. Se entiende que la gente quiere conocer aspectos programáticos, los cambios incorporados a sus planes de Gobierno en los últimos días con claridad y la máxima transparencia.

No se trata de lucirse en cámara ni mostrar conocimientos en economía y cuestiones presupuestarias, sino de conseguir respuestas a los acuciantes problemas que enfrenta la gente de a pie, los futuros pensionados, los trabajadores y trabajadoras en general.

“Bad boys” también tenemos en la televisión abierta -e incluso “bad girls”- como remedos de un periodismo que se desvirtúa día a día sin siquiera un debate justo sobre el rol de estos profesionales. Incluso surgieron voces contra una declaración del Consejo Nacional del Colegio de Periodistas de Chile que, por decisión unánime de representantes electos democráticamente en los 16 regionales de la Orden, llamaron a votar por Gabriel Boric en defensa de la libertad de expresión, por el derecho a la comunicación y la tuición ética de los periodistas. A propósito, el Colegio de Abogados no trepidó tampoco en sacar a relucir el tema de la colegiatura obligatoria para estos profesionales, cuestión de que adolece también el gremio de los comunicadores.

Se trata de una declaración que naturalmente no obliga necesariamente a los periodistas a votar por el candidato de Apruebo Dignidad, pero pone los puntos sobre la íes respecto a las posturas públicas del postulante de la ultraderecha y el accionar de medios de comunicación afines que dirigen a sus editores, reporteros y comentaristas en la línea del anticomunismo y la discriminación más desenfrenada a medida que se aproxima de elección presidencial.

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