Irse a quejar ante la OEA de la presencia del narcotráfico y su participación en las elecciones cuando ellos son los primeros y principales responsables de haber propiciado la integración de las redes e intereses criminales en los gobiernos y en las fuerzas de seguridad. Son parte de un régimen de corrupción que aún persiste en este proceso de transición hacia un nuevo régimen político. Con absoluto cinismo, los presidentes de los tres partidos del bloque de la derecha se presentan ante la OEA a denunciar y a solicitarle su intervención cuando es, nada más y nada menos, el instrumento de neo colonización de EU.
Mario Saucedo Pérez. Analista. Ex senador mexicano. Ciudad de México. 17/09/2021. Los presidentes de los partidos Acción Nación (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), presentaron una denuncia en Washington ante Luis Almagro, secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos). Fueron a quejarse, entre otras cosas, de la supuesta participación del narcotráfico a favor del partido en el Gobierno (MORENA), en las elecciones del pasado 6 de junio.
La OEA es el principal instrumento político del gobierno estadunidense para imponer sus intereses imperialistas y neocoloniales en América Latina y el Caribe. Desde el principio la OEA excluyó a la nación cubana en clara manifestación de su carácter de dependencia incondicional a los intereses a favor de Washington, en el contexto de lo que fue la guerra fría. La historia de la OEA es una historia llena de oprobio. Su sometimiento ilimitado a los intereses de los Estados Unidos ha propiciado acciones directas o encubiertas en contra de las naciones y pueblos de América Latina y el Caribe, a quienes considera su patio trasero. Golpes de estado a gobiernos legítimos; injerencia, invasiones y agresiones directas o indirectas través de gobiernos lacayos o políticos serviles, acciones a las cuales la OEA pretendió dar legitimidad.
De lo reciente y absolutamente vergonzoso realizado por la OEA fue su injerencia en el proceso electoral de Bolivia en octubre de 2019, en donde su participación directa propicio un golpe de estado que fue derrotado pacíficamente por el triunfo electoral de Luis Arce y de las fuerzas de izquierda en noviembre de 2020, un año después. Sobre Venezuela la OEA y su secretario general Jorge Almagro, un empleado servil de la Casa Blanca, han Intentado por todos los medios golpear y desestabilizar al gobierno. Almagro es un abyecto promotor del imperialismo norteamericano.
La trayectoria de vergüenza y deshonra de la OEA como instrumento imperialista de Estados Unidos hace inviable su permanencia. Por ello, es importante la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador de desaparecer a la OEA y su sustitución por un organismo de las naciones del continente que respete la soberanía nacional, la no injerencia, por la cooperación y la autodeterminación de los pueblos.
Haber ido el PAN, el PRI y el PRD ante la OEA a quejarse del Gobierno por las elecciones con todo lo que representa este organismo, es una verdadera infamia, una vil acción del bloque de la derecha opositora. Haber ido ante la OEA, descalificada por su actuar antidemocrático, injerencista e intervencionista, guardián y defensor de intereses ajenos a la libertad y a la soberanía de las naciones, es una vileza de ese bloque de la derecha mexicana.
Además, irse a quejar ante la OEA de la presencia del narcotráfico y su participación en las elecciones cuando ellos son los primeros y principales responsables de haber propiciado la integración de las redes e intereses criminales en los gobiernos y en las fuerzas de seguridad. Son parte de un régimen de corrupción que aún persiste en este proceso de transición hacia un nuevo régimen político. Con absoluto cinismo, los presidentes de los tres partidos del bloque de la derecha se presentan ante la OEA a denunciar y a solicitarle su intervención cuando es, nada más y nada menos, el instrumento de neo colonización de EU. Esta deshonrosa acción solo puede ser calificada como una verdadera infamia de la derecha mexicana.
