Esta administradora pública de profesión, presidenta de las Juventudes Comunistas, feminista y ex dirigenta estudiantil, entró en la batalla electoral por la estratégica zona donde están las comunas de La Florida, Puente Alto, San José, La Pintana y Pirque. Aspira a suceder a la actual diputada Camila Vallejo y afirma que con ella, hay “una historia de causas compartidas”. En entrevista plantea objetivos a asumir en el Parlamento.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 17/09/2021. Tiene en frente la batalla de ser electa diputada por el Distrito 12, que reúne las estratégicas comunas de La Florida, Puente Alto, San José, La Pintana y Pirque, no solo por la densidad electoral en ellas, sino por las características sociales de esas zonas de la Región Metropolitana.
Cuando desde el Partido Comunista (PC) se formalizó su candidatura a congresista, y como sucesora de la actual diputada Camila Vallejo, escribió en Twitter: “Vamos a dar la pelea desde el distrito 12, donde continuaremos la senda de la compañera @camila_vallejo. Honrada con el desafío y convencida de que las juventudes populares debemos construir un Chile digno!!”.
Y ahora, Daniela Serrano Salazar, administradora pública de profesión, con estudios en la Universidad de Chile, presidenta de las Juventudes Comunistas (JJCC), ex dirigenta estudiantil, está de lleno metida en el desafío de llegar al Parlamento por el Distrito 12.
La propia Camila Vallejo indicó en su momento que Daniela, como “ex dirigente estudiantil, feminista, luchadora, joven, estaría entrando al Congreso más o menos a la misma edad que yo, y nos formamos en la misma escuela, en la de la alegre rebeldía. Entonces me da mucha esperanza y mucha confianza”. Junto a ella, le dijo: “Yo me veo muy reflejada en ti”.
Daniela Serrano ingresó a las JJCC a los 14 años, participa en el movimiento feminista, integró la Comisión Nacional de Estudiantes Secundarios e integra el Comité Central de las Juventudes Comunistas desde el 2015. Fue secretaria regional del Regional Universitario de la Universidad de Chile y lleva mucho tiempo en trabajo territorial popular.
A pesar de que aún no comienza formalmente la campaña, ¿cómo va su aproximación al Distrito, el contacto con la gente?
El contacto con la gente y la recepción ha sido muy positivo. Son varias las instancias en las que venimos participando en las comunas del Distrito hace ya un tiempo, principalmente con trabajos voluntarios de las Juventudes Comunistas y la Brigada Ramona Parra Cordillera. Hay nuevos y nuevas militantes en el Distrito, harta juventud popular motivada y eso nos ha permitido desplegarnos, trabajar con los y las vecinas y escuchar sus planteamientos y demandas.
¿Ve dificultosa su electividad?
Más que hacer cálculos políticos, estamos enfocadas en ofrecer una alternativa que siga poniendo al pueblo, y por sobre todo, a las juventudes populares al centro de sus decisiones.
¿Qué alcances tiene ser la candidata que aspira a reemplazar en el cupo de este Distrito a la diputada Camila Vallejo?
Es una gran responsabilidad, sin embargo, también es el reflejo de una historia de causas compartidas. El 2011, mientras Camila estaba en la FECH (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile), yo era presidenta del Liceo 1 en plena lucha por una educación pública, gratuita y de calidad. Son recorridos con similitudes y añado mi historia y la visión que queremos sea distintiva de nuestro proyecto.
¿Dónde situaría los temas clave de las comunas y territorios que conforman el Distrito?
Este es un Distrito muy diverso. Tiene sectores urbanos y también rurales; clases medias y clases trabajadoras en una profunda precariedad. Sin embargo, tal como a todas las personas que vivimos en este país, nos une la vulnerabilidad. Trabajadores y trabajadoras que se sacan la cresta, que viajan por horas de ida y de vuelta a sus trabajos, pero ante cualquier circunstancia, como una enfermedad, lo pueden perder todo. El tema de vivienda es un foco importante, con los campamentos y el hacinamiento en Puente Alto y La Florida; el problema del agua en San José de Maipo. También la falta de oportunidades para muchos y muchas jóvenes, esa falta de futuro que abre un espacio para la entrada del narco.
Es un distrito de gente trabajadora que necesita de manera urgente mejorar su calidad de vida.
Hay temas nacionales, como el proyecto de rebaja 40 horas laborales, relacionados con violencia hacia las mujeres, gratuidad y acceso a la educación, el de las pensiones. ¿Usted apuesta a la continuidad de ese tipo de iniciativas, piensa en otras nuevas?
Nuestro proyecto tiene continuidad y nuevas luchas. Con 40 horas ya estamos trabajando en el territorio, juntando firmas en los territorios para poner presión al senado. Seguiremos impulsando el proyecto “sin consentimiento es violación”, impuesto a los súper ricos y el de acceso internet asegurado para los y las estudiantes. Por nuestra parte, nos interesa el tema de vivienda, pero no cualquiera, sino una que permita a las familias habitar dignamente, con el espacio necesario para vivir bien. Además, tal como lo venimos trabajando, buscaremos fortalecer la participación, promoviendo las iniciativas populares de ley. El pueblo chileno merece tener la facultad de organizar y presentar proyectos de ley.
¿Su candidatura va en la línea de la equidad de género y nuevas generaciones en el Parlamento, o no ve solo en eso la prioridad?
Para nosotras el tema se trata de los sectores históricamente marginados que debe involucrarse y disputar los espacios de la institucionalidad. Mujeres, disidencias, juventudes populares, ese es el punto. En la revuelta quedó claro, el pueblo exige más representación, ¿por qué el 50% de las personas no vota?, ¿por qué La Pintana es una de las comunas que menos vota? Porque el Estado los ha dejado y dejadas de lado. Esto se trata de que por fin podamos participar en las decisiones de los temas país. Yo espero que a través de nuestro proyecto parlamentario, las juventudes populares y los sectores excluidos hagan sentir su voz.