Las encuestas son controversiales, sobre todo porque muchos dudan que establezcan a ciencia cierta lo que ocurre u ocurrirá. Pero, cuando menos, pueden indicar hacia dónde se mueven o cómo se movieron ciertas cosas, más si coinciden con análisis y antecedentes cualitativos. Por ejemplo, este sondeo dejó en primer lugar en la carrera presidencial a Gabriel Boric, y reiteró la pésima evaluación de Sebastián Piñera. Mostró los principales temas que la gente quiere que el Gobierno atienda, colocándose pensiones, salud y educación entre los primeros.
Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 16/09/2011. Siempre la encuesta CEP (Centro de Estudios Públicos) es considerada en el ámbito periodístico y político, para bien o para mal, para creerle o no creerle. La conocida en estos días, como otras de esa institución, volvió a ocupar espacio en los medios de prensa, provocó reacciones de actores políticos, sirvió de cierta medición en temas como la Convención Constitucional y volvió a ser parte de los análisis sobre la situación nacional.
Las encuestas son controversiales -la de la CEP no es la excepción- sobre todo porque muchos dudan que establezcan a ciencia cierta lo que ocurre u ocurrirá. Pero, cuando menos, pueden indicar hacia dónde se mueven o cómo se movieron ciertas cosas, más si coinciden con análisis y antecedentes cualitativos. Por ejemplo, este sondeo dejó en primer lugar en la carrera presidencial a Gabriel Boric, algo instalado en cualquier mirada de la realidad, y reiteró la pésima evaluación de Sebastián Piñera, algo sabido y ratificado en cualquier análisis serio. También permitió mostrar cuáles son las preocupaciones principales de la opinión pública y el nuevo rechazo a los métodos de Carabineros para reprimir las manifestaciones.
La carrera presidencial. ¿Líquida?
En cuanto a la carrera presidencial, el sondeo del CEP simplemente consolidó el estado de situación en las encuestas y la mayoría de los análisis: que Boric lleva la punta, seguido del derechista Sebastián Sichel, y que hay una pelea abierta por la tercera posición, donde juega Yasna Provoste con las mejores posibilidades, y donde se podría meter el ultraderechista José Antonio Kast. Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés no marcaron en el sondeo CEP y Franco Parisi tuvo apenas un punto.
Hay articulistas que señalan que Enríquez-Ominami le podría complicar las cosas a Provoste, recogiendo electorado de la ex Concertación, y lo mismo pasaría con Kast frente a Sichel, quien con su maniobra de presentarse como “de centro” escondiendo su domicilio político en la derecha -alejándose de la Unión Demócrata Independiente y de Renovación Nacional, contradictoriamente las colectividades que lo apoyan-, estaría subiendo su porcentaje de votos.
Lo que dio que hablar en este punto de la encuesta CEP, fue el 50% que “no sabe o no contesta” frente a los nombres de presidenciables, lo que llevó a instalar que la competencia presidencial “está abierta” o “líquida”, al no haber nadie que se acerque al 20% (porcentaje mínimo de candidaturas favoritas en el pasado), y estar muy estrecho el margen entre los dos que van a la punta.
Obviamente, ese dato del 50%, que algunos subieron a un 60%, sumando los diez puntos de la mención de “otras respuestas”, le sirve a quienes están más lejos en las aprobaciones y apoyos, diciendo que todo podrá cambiar, que es mucha la gente indecisa, suponiendo que esos votos van a quienes están más abajo. Para muchos esto apareció, más bien, como una sombra del abstencionismo, que pudiera ser alto. Como sea, parece más un desafío para quienes tienen mayor respaldo y sigan sumando, que una oportunidad para quienes están muy atrás.
Pero varios analistas señalan que, a fin de cuentas, los sondeos están ubicando las posiciones más reales, que llevarían a Boric, Sichel o Provoste a la segunda vuelta, con una clara ventaja del candidato de Apruebo Dignidad.
Alta preocupación por pensiones, salud y educación
En términos de temas sociales y ciudadanos, llamó la atención que, a diferencia de encuestas de hace un par de años, las pensiones ocupa un segundo lugar en las preocupaciones de la gente, con un 41%, muy pegado al recurrente tema de la delincuencia, con un 42%.
Ratificando la instalación de preocupaciones de la población sobre acceso a derechos sociales, salud, educación y pobreza están entre los asuntos frente a los cuales se pide, en la encuesta, que sean de atención de parte del Gobierno.
Otro síntoma que se palpa y donde el sondeo podría haberse quedado corto, es que el 53% opinó que su situación económica no es ni buena, ni mala. Un 60% opinó que el país está “estancado”.
Reflejo de lo que la gente sufre en su situación, es que el 23% dijo justificar el evadir el pago del transporte si este sube. Y un 46% justificó el participar en marchas como forma de protesta.
Contradicciones en “confianza en instituciones”
En cuanto a la “confianza en instituciones”, los resultados de la CEP contrastan con realidades como la constatable corrupción y violaciones a los derechos humanos de parte de las Fuerzas Armadas y Carabineros, y frecuentes casos de irregularidades en los Municipios. Y se vuelve a colocar entidades ligadas directamente a la política como las peor evaluadas.
Las Universidades aparecen como las más confiables (47 puntos), seguidas de las radios (38 puntos), atribuible a las coberturas de estos medios de comunicación, sobre todo en pandemia; luego vienen PDI (36), Fuerzas Armadas (30), Municipalidades (29) y Carabineros (26 puntos).
Las instituciones en que menos confía la gente, según el sondeo del CEP, son los partidos políticos (con bajísimos 4 puntos), Congreso (8) y el Gobierno (11 puntos).
La Convención Constitucional, en contraste con encuestas de hace meses, tuvo 24 puntos de confianza, lo que se atribuye a una campaña sistemática de descrédito de ese organismo y a hechos bochornosos de irregularidades protagonizados sobre todo por convencionales de la disuelta Lista del Pueblo.
Extrañezas en cuanto a Convención, revuelta y nueva Constitución
La encuesta consultó sobre convicciones y percepciones en cuanto a los trabajos y objetivos de la Convención Constitucional. Una pregunta presuponía cuál sería la respuesta y más bien pudo tener una intencional respecto a lo que se está viviendo en esa institución: “¿Usted preferiría convencionales constituyentes que privilegien los acuerdos o sus propias posiciones?”. Obviamente, el 61% optó porque se privilegien los acuerdos.
El 49% opinó que una nueva Constitución ayudará “a resolver los problemas de Chile”, y un 30% indico que quizá “deje las cosas igual”. Para un 15%, la nueva Carta Magna podrá “empeorar las cosas” en el país. Esto refuerza la idea de que la mayoría de la población está de acuerdo en un nuevo texto constitucional, pero la encuesta apunta a que el porcentaje en esa línea ha bajado (las encuestas de los últimos dos años dieron un promedio de 60% de apoyo a una nueva Constitución, confiando en que cambiaría las condiciones en Chile).
También el sondeo mostró una baja en el apoyo a las manifestaciones en el marco de la revuelta social de 2019. Según este estudio, el 39% las apoyó, cuando el promedio a finales de 2020 era arriba del 55% (como lo marcó la propia CEP). Y aparece un 26% de rechazando esas protestas, a pesar de que otra encuesta del mismo organismo en diciembre de 2019, situó este punto en un 11%.
En definitiva, para varios analistas y personeros políticos, es entre sospechoso y extraño que la encuesta de la CEP muestre bajas en las percepciones positivas respecto a la nueva Constitución, la Convención Constitucional y el apoyo a las manifestaciones de 2019. Para otros, es un llamado de atención respecto a percepciones e instalaciones en la opinión pública.
Gobierno, sigue mal parado; Piñera peor
La encuesta CEP ratificó la pésima evaluación de la ciudadanía respecto al Gobierno y en especial el rechazo al Presidente Sebastián Piñera.
Un rotundo 68% desaprobó la manera en que Piñera está conduciendo el Gobierno y apenas un 16% lo aprobó. El mandatario tuvo un 41% de evaluación negativa.
De esta manera, el Presidente completa más de dos años saliendo con pésima evaluación en todo tipo de sondeos realizados en el país.
Contra métodos de Carabineros
Una pregunta relacionada con el actuar de Carabineros volvió a mostrar la desaprobación de los métodos que usa la policía uniformada para reprimir la manifestación social.
A pesar de la formulación de la pregunta de “¿Con qué frecuencia Ud. justificaría o no justificaría las siguientes acciones para controlar la violencia en manifestaciones?”, añadiendo intencionadamente la palabra “violencia” como una característica de las manifestaciones, la mayoría contestó en contra del accionar de Carabineros.
Un 60% en contra de que se use gas lacrimógeno, 50% en contra de que Carabineros “use la fuerza contra un manifestante violento”, y un 45% “use la fuerza para controlar
grupos de violentistas en las marchas”.