Un minuto de silencio por víctimas de violaciones a los derechos humanos, ceremonial de representantes de pueblos originarios, exigencia de libertad a presos políticos de la revuelta social, jurar o prometer, nada de vestimenta formal, y presencia de organizaciones sociales en los entornos de la sede del Congreso Nacional en Santiago – lugar de inicio de la Convención-, son cuestiones que se plantean y planifican de cara a la partida, este domingo 4 de julio, del órgano que redactará la nueva Constitución.
Equipo “El Siglo”. Santiago. 29/06/2021. La idea básica es que la inauguración de la Convención Constitucional, este domingo 4 de julio, deje atrás protocolos y formalidades tradicionales en este tipo de episodios, como sucede cuando comienza un período del Parlamento o una gestión presidencial. Y que se escuche la voz popular en la partida de los trabajados del órgano que redactará la nueva Constitución.
De tal manera que se vaticina, plantea y planifica que en la actividad de instalación de la Convención, haya un minuto de silencio en homenaje de las víctimas de violaciones a los derechos humanos, se exija la libertad de los presos políticos de la revuelta social (con muestras de sus fotos y otras acciones), se puedan realizar las ceremonias propias de quienes representan a los pueblos originarios, se dé el derecho a jurar o prometer según sea el caso cuando se formalice la calidad de convencional, y se eviten gastos grandes en esta ceremonia.
Según pudo conocer ElSiglo.cl, se está analizando que a las afueras del Congreso Nacional, sede Santiago, se hagan presentes grupos representativos del movimiento social, que vayan a expresar su voz y dar el respaldo a los convencionales que los representan. También se sabe que hay solicitudes de las y los convencionales para que no haya contingentes de Fuerzas Especiales de Carabineros en esa zona y sus alrededores, y que la seguridad sea discreta “y no amenazante”. Se explicó que “todo esto va en la lógica de que la Convención esté acompañada del pueblo y no de guardias policiales o privados”. Se espera que las y los manifestantes que lleguen el domingo a la instalación de la Convención, no sean reprimidos.
Ya se estableció con no habrá presencia de altas autoridades de los poderes del Estado, empezando por la exigencia de que no asistiera el Presidente Sebastián Piñera, lo que es un golpe a las representaciones formales de la institucionalidad, lo que se ve como otro efecto del rechazo popular a instituciones como el Ejecutivo y el Parlamento. Esto podría ser inédito en cuanto a inauguraciones de este tipo de organismos en otras naciones, aunque en su inmensa mayoría se trató de Asambleas Constituyentes y no de una Convención Constitucional como será en Chile.
En los detalles, no será obligatorio al momento de asumir individualmente cada convencional, jurar “en nombre de Dios” y algunas y algunos podría hacerlo “en nombre de los Pueblos”, como lo hizo la nueva alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, al asumir este lunes. El minuto de silencio será por las miles de víctimas de la dictadura cívico-militar, la represión durante la revuelta social, el genocidio contra indígenas y víctimas de la pandemia. Todas y todos los convencionales estarían de acuerdo en respetar las medidas sanitarias dadas las condiciones del Covid-19.
Algo en lo que se insistirá en el marco de la inauguración de los trabajos de convencionales, es en la renuncia o despido de Francisco Encina, secretario ejecutivo de la Secretaría Administrativa de la Convención, organismo creado por el Gobierno, por su hostilidad y negativa ante peticiones de convencionales de pueblos originarios, decisiones respecto al uso de los dineros públicos, haber validado que una empresa privada de seguridad con antecedentes de irregularidades y teniendo de gerente a un ex guardia de Augusto Pinochet se haga cargo de la seguridad, y no cumplir con las características jurídicas y normativas que esperan de esas funciones los miembros de la Convención.
En este marco, ya Juan José Ossa, ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), había dicho en una entrevista televisiva que el Gobierno y esa Secretaría Administrativa harían todo para que en la instalación de la Convención, “las cosas funcionen bien, de forma minimalista”. Informó que la actividad se efectuará “en los jardines del ex Congreso con todas las comodidades posibles y necesarias, medidas sanitarias que todas las personas deben adoptar. Vamos a estar calefaccionados”. Ossa manifestó que “estamos especialmente interesados en que los pueblos originarios se sientan cómodos, su cultura esté representada. Fuimos partidarios en su minuto de que contarán con participación en la Convención Constitucional, pero al mismo tiempo tenemos que ser muy respetuosos de la independencia de la Convención”, algo que a estas alturas no ocurre y la Segpres es blanco de críticas, empezando por Francisco Encina, mano derecha del ministro.