Salvador Barra Wöll: “Yo admiro más los esfuerzos de los héroes que se dedican a la ciencia y al trabajo, de cualquier nacionalidad que sean, me causa más admiración Pasteur, francés que hizo mucho bien a la humanidad, que nuestro General Baquedano que conquistó su gloria dirigiendo matanzas de hermanos nuestros para beneficiar las ambiciones de los capitalistas interesados en la guerra”.
Equipo El Siglo. Santiago. 14/03/2021. Patricio Barra, nieto del diputado comunista Salvador Barra Wöll, hizo llegar a El Siglo el siguiente texto, donde se verifica la oposición que hubo en su tiempo, y la argumentación dada, a la construcción de la estatua al general Manuel Baquedano, hoy retirada de la Plaza de la Dignidad ante las protestas ciudadanas.
Justo hoy día 12 de marzo del 2021, en que se ha determinado por el gobierno actual, tras fuerte presión ciudadana, sacar el monumento de la plaza principal de Santiago, erigido en 1928 al General Manuel Baquedano G., quien dirigió la campaña de Chile en la guerra del Pacífico y que también fue el receptor del mando de parte del Presidente José Manuel Balmaceda, al ser este derrocado por el golpe de Estado de los congresistas en 1891, el mismo personaje a quien Balmaceda requirió previo a su muerte que intercediera ante los vencedores para que no se efectuaran actos de venganza con sus partidarios, lo que igualmente ocurrió, la historia nos recuerda lo ocurrido en la Tercera Sesión Extraordinaria de la Cámara de Diputados del miércoles 13 de Octubre de 1926 cuando el Presidente de la República presentó el proyecto para erigir dicho monumento:
Después de varios discursos de apoyo de dicho proyecto de los señores diputados Luis Pereira I., Serrano, Ramón Gutiérrez y Edwards Matte entre otros, se planteó la opinión discordante de un grupo (Estay, Ramírez Frías) que sin oponerse a su construcción argumentaban en contra de este proyecto por la pésima oportunidad de la propuesta, haciendo que la gente incurriera en gastos de este tipo cuando había una aguda pobreza que el país estaba sufriendo, especialmente los obreros del salitre y los veteranos de las guerras, abandonados con el mal “pago de Chile”, los que deambulaban en sus últimos años por las ciudades en la más paupérrima pobreza.
Los únicos que se opusieron a su construcción fueron los COMUNISTAS, entre ellos el diputado Ramón Sepúlveda Leal quien expresó:
“La representación comunista que, tratándose de los conflictos internacionales tiene un criterio propio, determinado y muy claro, en estos momentos no votará el proyecto de que se trata, máximo cuando los pobres obreros que fueron a la guerra del Perú están ganando 30 pesos mensuales, mientras que los altos jefes del ejército tienen buenos sueldos, muy superiores por cierto, a los de esos infelices que en peores condiciones lucharon en aquellas campañas…”
Pero el principal orador fue el diputado Salvador Barra Wöll, quien se opuso rotundamente esgrimiendo que la figura del General Baquedano dividiría a los chilenos. Y así fue que dijo:
“Sr. Presidente, las cortas expresiones dichas por mi compañero Sepúlveda Leal, no contemplan a mi juicio todo el sentir nuestro, el de la clase trabajadora y especialmente el de los comunistas en este caso. Aun cuando no va a grabar al Estado erigir este monumento, tenemos forzosamente que votar en contra, porque hemos venido a esta Cámara a sostener en todo momento la integridad de nuestros principios.
“Los comunistas somos esencialmente enemigos de la guerra, creemos que nada ha hecho tanto daño en el mundo como las guerras. Para nosotros, esta es nuestra sincera opinión: un ejército de hombres armados en el régimen capitalista solamente está destinado a pelear con los hermanos de allende las fronteras, por intereses muy discutibles. A nuestro juicio ejerce la misma acción que hacen los bandoleros que se arman para ir a despojar a los vecinos de algo que a aquellos no les pertenece…
“Para los comunistas toda guerra es la guerra del salteador, destinada a despojar de los mismos bienes que tienen detentados los unos a los otros. Las revoluciones cuando son de carácter social están destinadas a establecer entre los hombres la justicia que siempre se les niega. Las guerras han hecho muchísimos daños a la humanidad.
“Yo no voy a entrar a hacer una exposición de los perjuicios que ocasionó por ejemplo, la última guerra europea, con sus 30 millones de víctimas, aparte de los gastos pecuniarios que agotaron todas las reservas de las naciones que en ella tomaron parte.
“El monumento que se va a erigir es a un general y por lo tanto, se erige un monumento al militarismo. Nosotros somos enemigos de los sistemas militares, del militarismo; por esto votaremos en contra y también porque los representantes de la clase trabajadora sostenemos que deben desenvolverse las actividades de la sociedad en medio de la paz y del trabajo; y en estos momentos el sentimiento de todo el mundo obrero vive con el íntimo deseo de conservar la paz para dedicarse al trabajo, que es la base de toda grandeza, de todo progreso.
“En estos instantes se quiere erigir un monumento a un general, lo que significa un monumento al terror y a la muerte. Por otra parte se dice que este monumento va a hacerse por colecta popular.
“Es ya demasiado conocido el procedimiento, la manera como se hacen estas colectas, es bien sabido que lo que se hace para obtener estas erogaciones es presionar a los elementos subalternos por los jefes superiores. Por ejemplo se obligará a todos los soldados del ejército a contribuir y se les hará descuento de parte de su sueldo; se presionará para que contribuyan a los niños de las escuelas, y en fin se adoptarían todo tipo de medios para hacer estas erogaciones populares de que se echa mano, que en resumidas cuentas no son otras que la presión, con la que se agravará más la pobreza de las clases trabajadoras.
“Yo admiro más los esfuerzos de los héroes que se dedican a la ciencia y al trabajo, de cualquier nacionalidad que sean, me causa más admiración Pasteur, francés que hizo mucho bien a la humanidad, que nuestro General Baquedano que conquistó su gloria dirigiendo matanzas de hermanos nuestros para beneficiar las ambiciones de los capitalistas interesados en la guerra.
“Sr. Presidente, vuelvo a repetir que estas erogaciones ‘voluntarias’ no son voluntarias, porque se apela a otros recursos para obtenerlas.
“Por lo tanto, nosotros votaremos en contra de este proyecto!!
Bueno, la división de los chilenos que hablaba Barra Wöll en ese entonces en torno a la figura de Manuel Baquedano, sigue, y plenamente vigente…
¡¡Adiós General!!