En América Latina y el Caribe hay más de 10 millones de niños, niñas y adolescentes que se ven obligados a trabajar.
Agencias. 02/2021. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró a 2021 como Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil en América Latina y el Caribe. En este año “no se trata de hablar, se trata de hacer”, dijo el director general de la OIT, Guy Ryder, al pedir un compromiso “para que tengamos mayores posibilidades de lograr nuestra ambiciosa meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): eliminar el trabajo infantil para 2025”.
De acuerdo con cifras del organismo, en América Latina y el Caribe hay más de 10 millones de niños, niñas y adolescentes que se ven obligados a trabajar, muchas veces sin siquiera recibir un salario mínimo ni ser tratados con dignidad. Muchos de ellos viven en la indigencia o la pobreza. Para la OIT llegó el momento de “pisar el acelerador” en la búsqueda de erradicar el trabajo infantil.
A comienzos de siglo 246 millones de niños debían trabajar en el mundo, de ellos 20 millones en América Latina y el Caribe, y los avances contra la pobreza redujeron esas cifras hacia 2017: a 152 millones globalmente y 10,5 millones en la región.
Sin embargo, la crisis desatada por la pandemia Covid-19 puede forzar el regreso al trabajo de otros 300.000 niños en la región, empleados principalmente (70 por ciento) en la agricultura y otras faenas del mundo rural, según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esa tendencia negativa contrasta con el ODS 8 adoptado por las Naciones Unidas en 2015, Trabajo Decente y Crecimiento Económico, el cual incluye como meta “poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025”.
“En vista del recrudecimiento de la emergencia sanitaria, la prolongación de medidas especiales de confinamiento y distanciamiento, y la persistencia de la crisis en estos últimos meses, esa situación está empeorando”, advirtió el director regional de la OIT, Vinícius Pinheiro.
“Hago un llamado a los gobiernos para establecer políticas de erradicación y prevención del trabajo infantil, que garanticen la protección de personas vulnerables y aseguren una educación de calidad”, pidió durante el encuentro la activista peruana y ex trabajadora infantil, como cuidadora, Sofía Mauricio.