Fiestas Patrias y Covid-19: “La apuesta del gobierno es muy riesgosa”

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Diputado y médico Juan Luis Castro dijo que esos días serán “la gran prueba de fuego que tengamos como país”, por los riesgos de aumento de contagios.

Equipo ES. 14/09/2020. “Este miércoles será clave porque posiblemente se anuncien salidas o entradas a cuarentenas u otras fases, en víspera de Fiestas Patrias”

“Hay una gran confusión comunicacional por una confusión dentro del propio gobierno”

“No sabemos el comportamiento que pueda haber en distintas regiones después de las Fiestas Patrias”

“Podemos tener muchos rebrotes, muchas localidades, comunas y regiones donde las cosas no se manejen bien, esa es la incertidumbre que está por delante”

El médico cirujano y diputado del Partido Socialista, Juan Luis Castro, sostuvo una entrevista en el programa on line “Tribuna Semanal” -una producción de Le Monde Diplomatique Chile, Revista DeFrente y El Siglo- donde abordó específicamente la situación de pandemia por el Covid-19 en el marco de las Fiestas Patrias y las controversias por decisiones del gobierno respecto a flexibilizar medidas de protección.

El siguiente es el diálogo que el parlamentario tuvo con el director de El Siglo, Hugo Guzmán:

Faltan unos días para las Fiestas Patria y serán en lo que se suele llamar un contexto de pandemia por el Covid-19. Hay preocupaciones en universidades, expertos del área científica, de la medicina, analistas, respecto de que no se está orientando bien a la población sobre cómo enfrentar esos días, con problemas como pérdida de trazabilidad, aumento de contagios, reforzamiento de la endemia. Usted es miembro de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados, es médico y ha estado cerca de todo este asunto de la pandemia. ¿Cuál es la mirada en relación a lo que viviremos estos días?

Esto ha sido muy controversial. Si bien en general está en baja la pandemia, hemos tenidos muchas reactivaciones y muchas sorpresas, y hay dos cosas que me preocupan. Primero, hay una gran confusión comunicacional por una confusión dentro del propio gobierno, en cuanto a lo que se llama el plan “fondéate seguro”, un plan que se ideó con la hipótesis de que podía manejarse equilibradamente una celebración de las Fiestas Patrias con una protección segura. Pero se cometieron muchos errores, de hecho hubo tres versiones distintas en pocos días, y al final nos quedamos con que las comunas en cuarentena no cambian en nada, las comunas en etapa 2 pueden tener ciertas restricciones pero con permiso de desplazamiento de seis horas y las comunas en etapa 3 y 4 pueden tener algunos límites para la población. Esto habla de que hay una controversia al interior del propio gobierno, entre las tendencias más hegemónicas de La Moneda, por colocar por delante el tema de la movilidad, reactivación económica, la vuelta al trabajo y la celebración, y una tendencia más sanitaria que a mi juicio la encarna el Ministro de Salud (Enrique Paris) en cuanto a intentar proteger de alguna manera lo valioso que son indicadores, en promedio, mejores que antes pero, al igual que en Europa, con muchas reactivaciones en distintos lugares, como hoy ocurre en Biobío, Maule, Magallanes, en situaciones que son bastante dramáticas.

En mi opinión, se habría ahorrado mucha polémica si se hubiera tenido una conducta algo más permisiva en comunas en las fases 3 y 4, pero no en las comunas que están en la transición o saliendo de cuarentena, que son muchas, y en las cuales no sabemos el comportamiento que habrá en los próximos días. Le puedo decir que aquí en la Región de O’Higgins, a lo menos hay dos comunas muy importantes, que son las más grandes, y están en riesgo de ir a cuarentena, como son Rancagua y San Fernando. Precisamente porque están viviendo altísima movilidad ciudadana, bajo control fiscalizador, y una ausencia de autoridad sanitaria. Debo decirle que en esta Región llevamos dos meses sin Seremi de Salud titular. Todo redunda en que la percepción de riesgo de la ciudadanía es cada vez menor. De hecho, la confusión del gobierno el ciudadano la interpreta como una disminución de la percepción de riesgo porque si la autoridad, dice la gente, está enredada en cuantos permisos da, cuanta gente se permite en los patios, en las casas, significa que la mano se está soltando, no que la mano se está apretando. Se genera una situación de confusión.

Precisamente, desde el sentido común, hay quienes piensan que siendo Fiestas Patrias, la gente se iba a relajar, iba a buscar formas de celebrar, igual iba a existir un relajamiento de algunos. Entonces, ¿no era mejor no tomar ninguna medida especial, mantener las restricciones, no haber entrado en un plan específico, sino mantener todo, previendo que igual iba a ver algo de relajamiento? Porque con este plan se instaló el relajamiento de medidas.

Yo no habría innovado en la etapa 1 y 2, es decir, donde hay cuarentena y donde hay transición. Acuérdese, por ejemplo, que en la etapa de transición, los sábados, domingos y festivos son de cuarentena, por tanto, los días específicos de Fiestas Patrias son ahí sin movilidad, si nos atenemos a las normas generales. No habría movido un ápice de eso porque era lo natural que había que hacer. Y habría puesto algunas acotaciones o flexibilidades, pero menores, en las comunas que están en la etapa 3 y 4 que son bastante, son más de 230 comunas en el país, en esa condición. En lo demás, esto ayudó a generar esta situación de fragilidad, de volatilidad en las decisiones, perdió fuerza la autoridad de Salud en esto, y no sabemos el comportamiento que pueda haber en distintas regiones después de las Fiestas Patrias, porque es evidente que así como Magallanes hoy está en la punta de casos, eso puede ocurrir en otras partes. ¿Sabe por qué Magallanes está en la punta de los casos? No por los aviones o los barcos que llegan, no por el turismo, es por contacto familiar, es decir, tal como va a ocurrir en los próximos días en muchas regiones, la gente se reunía en las casas, hacía comidas, conversaciones, y eso se multiplicó en Punta Arenas y terminó en este desastre que es peor que en mayo pasado. Debemos aprender de lo que está pasando en Punta Arenas, no es un fenómeno solo de la zona austral, puede pasar este fin de semana en cualquier localidad del país y puede generar brotes que son impensables.

¿En la Comisión de Salud han conocido, analizado, lo que están señalando los expertos, los científicos, los médicos, sobre esta situación, de que se perderá la trazabilidad, habrá más velocidad en los contagios?

No podemos negar que la positividad en los exámenes ha bajado en promedio. Pero a veces el bosque no deja ver los árboles. Entonces, tal como ocurre en todas partes del mundo, los rebrotes son regionales, son específicos. Tenemos claro que el virus no se comporta de manera homogénea en todo el país. Es asincrónico y, por lo tanto, la mirada específica a las regiones, a las comunas, es necesaria. Santiago hay que tomarlo con mucho cuidado, la gran urbe de la capital hasta el día de hoy tiene comunas que están en cuarentena, y si se les ocurre soltar ahí, la verdad es que se podría complicar aún más el fenómeno en Santiago. Ñuñoa, una comuna de clase media, tiene índices de expansión del virus en los últimos quince días. Santiago Centro está por verse, por el comercio sobre todo, lo que se viene esta semana. Pero en general el fenómeno ha ido fluctuando desde Arica, Tarapacá, la Región de Valparaíso que todavía tiene cuarentena, hacia el sur. Son situaciones altamente frágiles, vulnerables. Hay lugares donde pueden avanzar hacia transición, pero también pueden retroceder en cualquier instante.

En ese sentido, creo que aún tenemos mucho más que hacer de parte del discurso de la autoridad que, si uno lo mira, está haciendo esencialmente llamados al auto cuidado, ése es el planteamiento de la autoridad. Poco o nada se escucha respecto a las medidas de fiscalización real, porque la gente ve si hay fuerzas de Carabineros o de control en las calles, y no hay; ve si hay o no control en las ferias, ve si el comercio está abierto más allá de lo esencial; en la práctica la gente va palpando que la autoridad va relajando las medidas en los hechos, más allá del discurso del auto cuidado. Todo eso, que es una suerte de contradicción, la gente lo interpreta como que vamos avanzando, vamos dejando atrás el virus, y obviamente repercute en las conductas individuales, que usan menos la mascarilla, o se la sacan, no respetan la distancia física del metro y medio, o se lavan las manos menos veces al día, por hablar cosas concretas que pueden ser realidades que se están viendo con mayor fuerza.

Así las cosas, ¿habría que hacer un llamado a que independiente de lo que plantee la autoridad la gente debe enfatizar su auto cuidado? Porque está el tema, aunque uno no quisiera homologar discursos de ciertas autoridades, de la responsabilidad personal, familiar, sobre todo si hay confusión con lo que dicen las autoridades.

Es muy difícil separar las cosas. Porque la gente siempre busca una voz autorizada. Normalmente son los gobiernos, en todas partes del mundo. Cuando ahí hay debilidades, la gente tiende a pensar que si la máxima autoridad no está clara en lo que hay que hacer o discrepan entre ellos, obviamente se entiende que las medidas van abriéndose, flexibilizándose. A no ser que haya un control físico riguroso, sanciones, como fue en los primeros momentos, en mayo y junio. Van de la mano las conductas individuales con el liderazgo y la conducción que hace el gobierno. En ese sentido, creo que la apuesta del gobierno es muy riesgosa porque hoy las curvas epidemiológicas dicen que la bajada del peak es muchísimo más lenta que la subida del peak, lo que se llama técnicamente una endemia. Es decir, una cantidad estable del virus que no cae, que no disminuye a cero, sino que se mantiene en un nivel alto, eso es una endemia, es algo que nos puede acompañar muchos meses, podemos pasar al próximo año perfectamente hasta que lleguemos a la temporada otoñal, ojalá con vacuna, pero no está claro que haya vacuna. Y, entre medio, podemos tener muchos rebrotes, muchas localidades, comunas y regiones donde las cosas no se manejen bien, esa es la incertidumbre que está por delante.

Por lo tanto, sigo apostando a que el rol principal es de quien conduce y quien lidera, porque eso influye en cualquier sentido, bien o mal, en las conductas individuales de las personas. Eso es lo que se pone a prueba en estos días de Fiestas Patrias que están por llegar.

¿Qué noticias tiene usted en la Comisión de Salud u otros espacios, de que estos planes como el “fondéate seguro”, se discutan en ese grupo Covid-19, con instituciones o expertos en la materia, escuchando otras voces?

Yo sé que el ministro Paris está escuchando, mucho más que el anterior ministro (Jaime Mañalich), a voces autorizadas. Pero también entiendo que el propio Ministro de Salud tiene restricciones que se las coloca el gobierno. Por tanto, la decisión final pasa por La Moneda y me da la impresión que la situación es compleja. Este miércoles será un día clave porque posiblemente se anuncien salidas o entradas a cuarentenas u otras fases, y será en la víspera de las Fiestas Patrias. Espero que se tomen decisiones sensatas en los días inmediatamente previos a las celebraciones, porque eso será la gran prueba de fuego que tengamos como país, el momento de mayor movilidad de las personas y se pone en tensión el equilibrio de lograr una festividad tranquila, familiar, alegre, pero al mismo tiempo protegida, con medidas que no excedan ninguna de las situaciones que se están señalando. Por ejemplo, sería muy conveniente decirle con mayor fuerza a la ciudadanía que puede haber un permiso por seis horas por una vez, como lo habrá, pero otra cosa es que llamemos a la gente a usar ese permiso, que a mi modo de ver eso no debería ocurrir. Se debiera ser enfático en decir, habrá un permiso, pero colóquelo dentro de la excepcionalidad, no piense que lo mínimo es pedir ese permiso, no, el máximo que usted puede realizar es por una necesidad mayor, no por gusto, desplazarse de una comuna a otra, por seis horas, uno de los días de festividades. Eso ya es un nivel de riesgo elevado.

Preguntarle por último de la Región de O’Higgins, donde están las ciudades y comunas que usted representa en el Parlamento.

Está en una situación muy precaria. Como le decía, hace dos meses que no hay Seremi de Salud, lo cual es muy grave, muy delicado. Segundo, porque tiene dos comunas, San Vicente y Santa Cruz, en cuarentena, y tiene otras dos comunas, una de ellas Rancagua, que está en riesgo inminente de volver a cuarentena -hoy está en transición-, los números son malísimos, y San Fernando, que es la segunda ciudad más importante de la Región, que está al borde de entrar a cuarentena. Esa es la situación, por darle algunos botones de muestra. Es decir, la fragilidad de la Región de O’Higgins es muy elevada porque además la conducta epidemiológica de O’Higgins sigue con desfase de Santiago en más o menos cuatro o cinco semanas. Entonces, mucho del destino de O’Higgins tiene que ver sobre todo con las comunas del sector centro y sur de la Región Metropolitana que están muy conectadas a diario con miles de personas que viajan a trabajar, con movilidad muy grande entre las dos regiones. Por lo tanto, tiene una suerte asociada, así que la situación acá es muy incierta respecto a lo que va a suceder.

Foto: Biblioteca del Congreso Nacional

 

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