Histórica militante del PC, ocupó el cargo de Ministra del Trabajo en el gobierno de Allende. Hoy valora lo que se hizo en beneficio de los trabajadores y las mujeres.
Hugo Guzmán. Periodista. 03/09/2020. Fue la única mujer en integrar el gabinete ministerial del Presidente Salvador Allende. Su madre le avisó que el Presidente la había nombrado Ministra del Trabajo al iniciarse el gobierno popular. Llevaba años de militancia comunista y en ese momento integraba la dirección política del Partido Comunista. Fue la
Heredera de una familia modesta, del pueblo, Mireya Baltra estudió en el Liceo Manuel de Salas y el Liceo 5 de Niñas, luego trabajó como suplementera en el centro de Santiago, y la lectura cotidiana y asidua de la prensa la llevó a ser reportera en diarios como El Siglo, El Espectador y Última Hora.
Se convirtió, muy joven, en dirigenta sindical y participó activamente en la Federación Nacional de Suplementeros y en la Central Única de Trabajadores (CUT). Fundadora del Frente de Mujeres de la Unidad Popular. Fue diputada y regidora, y hace unos años obtuvo su título de socióloga.
Mireya, ¿cómo se enteró que el Presidente Salvador Allende la había nombrado ministra del Trabajo?
Mi mamá fue la que me dijo. Llegó a la casa y me dijo, Mireya, tienes que vestirte bien, eres ministra. Nos reímos, nos abrazamos, empezaron a llegar las flores, y mis hijos pensaban poner una florería porque eran muchas.
En ese tiempo, ¿qué tarea tenía en el Partido Comunista?
Eran varias tareas. Yo era miembro de la Comisión Política del partido, nos tocaban muchas tareas que estaban asignadas a la política, y la verdad es que teníamos el tiempo completo.
¿Cómo resumiría el periodo de labor en el Ministerio del Trabajo?
Le diría que a mí me gustaba ese trabajo. Era tiempo completo de dedicación, pleno de reuniones y de conversaciones con la gente, la visita a esos lugares que estaban prohibidos, que eran las casas de los pobres, las casas, los hogares, que quedaban fuera de la capital.
¿Fueron años muy difíciles?
No, yo estaba acostumbrada, antes de ser ministra yo estaba acostumbrada a todo ese trabajo. Me dolió cuando me sacaron, para reemplazarme por Luis Figueroa.
En su opinión, ¿dónde está el mayor legado de Salvador Allende y de la Unidad Popular?
Bueno, no es fácil decirlo en dos o tres frases. Era un conjunto de problemas que fueron resueltos, la legalización de todo el movimiento sindical, que no estaba por ley expresado, garantizado, y lo legalizamos. Los derechos de las mujeres que fueron completados, todos. El hecho que nombraran ministra del Trabajo a una mujer, en ese entonces, era delicado porque había muchos conflictos. Pero tuvimos la facultad, con un equipo de mujeres, de resolver los conflictos, de ir de un lado a otro, para estar junto al pueblo, escuchar más directamente la palabra del pueblo y, la verdad, yo creo que se hicieron muchas cosas para el pueblo y los trabajadores, en el poco período que estuve como ministra.
¿Cómo fue el aporte de las mujeres en el proceso de la Unidad Popular? ¿Usted cree que tuvieron más derechos?
Sí, se establecieron más derechos con el gobierno de Salvador Allende. Pero es todo un proceso, la participación de la mujer antes del gobierno de la Unidad Popular era mínima, no nos tomaban en cuenta, ni siquiera para cualquier cargo de menor cuantía en un gobierno. Por eso lo de Allende fue importante, más que la discriminación a la mujer, para que una mujer fuera ministro, por ejemplo, fue el hecho de que se dieron posibilidades y despertó a las mujeres chilenas de que sí éramos capaces de asumir cargos de importancia en el gobierno y había más derechos para las mujeres.
¿Qué hizo posible el triunfo de la Unidad Popular?
El desgaste del gobierno anterior (del democratacristiano Eduardo Frei Montalva), había un descontento muy grande, había cosas que se habían prometido y no se cumplieron, es un problema para analizar, a fondo, profundamente. Lo más importante es que ganó Salvador Allende y esa era la aspiración de la mayoría de nuestro pueblo.
Foto: Biblioteca del Congreso Nacional