El complicado escenario para un gobierno golpeado y desgastado

Compartir

El fracaso personal de Piñera y colectivo de los ministros y dirigentes de gremios empresariales. Heridas abiertas y las fisuras entre doctrinarios y desordenados.

Equipo ES. 15/07/2020. Esta es otra dura derrota del gobierno de derecha. Particularmente es el fracaso político de las gestiones personales del Presidente Sebastian Piñera, de los ministros Gonzalo Blumel, Claudio Alvarado, Cristian Monckeberg e Ignacio Briones, y de los directivos de los gremios empresariales y patronales que se jugaron por reordenar el naipe en la derecha pero no les dio resultados las presiones y enojos ante parlamentarios de su sector. La aprobación en la Cámara Baja de la reforma constitucional para el retiro del 10% desde los fondos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) pegó, otra vez, en el corazón económico e ideológico de la derecha.

El Ministro del Interior salió a decir que se sufrió “un traspié”, mientras en círculos del gobierno y del “segundo piso” presidencial se extendía la molestia y el desconcierto por el fracaso en ordenar a los legisladores del oficialismo. En la primera señal del puñetazo político recibido, Piñera convocó al comité político donde lo primero sería constatar la deficiente operación política y las razones de no conseguir los votos para oponerse a la reforma. Claro que todo indica que el asimilar que se trata sobre todo de una presión ciudadana y de una constatable demanda social que muchos congresistas de derecha no pudieron desconocer, no es algo que esté en la agenda de La Moneda.

En ámbitos políticos se insistió esta tarde que definitivamente en elementos que rodean a la administración piñerista: el desgaste del gobierno, la falta de liderazgo, las equivocaciones en la lectura de la realidad y el fin tácito del mandato. Algunos aprovecharon de recordar que el Presidente ha estado entre el 6 y el 15 por ciento de aprobación en casi todos los sondeos, mientras el 80% de la población expresó respaldo al proyecto que Piñera y sus ministros quieren echar abajo.

En lo más suave que pudo decir el Ministro del Interior, confesó que “trabajamos muy intensamente junto al equipo y todo el equipo de gobierno para poder convencer a nuestra coalición, lamentablemente, no pudimos convencerlos a todos”. Añadió que “nos faltó nuevamente la capacidad de actuar en unidad”.

Este miércoles también hubo contactos entre personeros de los gremios patronales y empresariales, de donde está saliendo una dura crítica a La Moneda y particularmente al manejo de Piñera, aumentando cierto distanciamiento de la derecha económica de esta administración.

El gobierno, por lo demás, como no había sucedido en años, no logró evitar el quiebre en las Bancadas Parlamentarias de sus partidos y se hizo latente, con gran impacto, la presencia de personeros desordenados dentro del sector, que desafiaron a los doctrinarios y ultraconservadores.

Ahora el desafío de Piñera, sus ministros y los presidentes de Renovación Nacional, la Unión Demócrata Independiente y Evópoli es evitar el revés en el Senado que sería mortal políticamente y pondría en jaque mate a las AFP y los consorcios financieros. “Vamos a seguir insistiendo en el Senado, confiamos en que el Senado va a poder enmendar este error que ha cometido la Cámara de Diputados”, aseveró Blumel.

Sin embargo, esta es una derrota que no tiene vuelta atrás y que dejará heridas abiertas en la derecha, porque las confianzas y ordenamientos internos en las colectividades y en la Cámara de Diputadas y Diputados quedaron quebrados.

De hecho, ya en la Comisión Política de la UDI se estaba exigiendo citar al Tribunal Supremo (disciplinario) a los legisladores de esa colectividad que se abstuvieron o votaron a favor del retiro del 10%.

En medio de todo, se volvió a asomar el discurso de la violencia y el vandalismo y de insistencia de medidas autoritarias y represivas, de parte de miembros del gabinete, incluido el ministro de Salud, que debería estar preocupado de la batalla contra el nuevo coronavirus, lo que presagia un camino que decidiría seguir, de nueva cuenta, el gobierno ante los logros del movimiento social y las protestas ciudadanas.

 

Deja una respuesta