Presidenta de la Confederación Nacional Sindical dijo que “el movimiento sindical se aseguró de que todos hagamos sacrificios para superar la crisis”. Apoyo directo a Pymes.
Amanda López. Periodista. 29/06/2020. Dinamarca estuvo entre los países que reaccionaron rápidamente frente al coronavirus. Con solo 500 contagiados aproximadamente de una población de 5 millones, el gobierno ordenó la suspensión de labores presenciales de los empleados públicos, canceló actividades, cerró muchas tiendas y aumentó el transporte público para poder asegurar la distancia social. Muchas empresas privadas permitieron a su personal trabajar desde casa, pero la limitada actividad rápidamente empezó a crearle serios problemas a las pequeñas y medianas empresas. Como en muchos países, el gobierno inició una ayuda económica a las PYMES e independientes, pero sin incluir a las grandes empresas, argumentando que ellos deberían tener liquidez suficiente como para aguantar unos meses de crisis. Además, las empresas privadas beneficiarias del apoyo estatal tuvieron que comprometerse a no pagar ganancias a sus dueños este año, ni el año que viene. Lo que más llama la atención es el hecho de que las medidas para el mercado laboral fueron acordadas en conjunto entre el gobierno, los empresarios y el movimiento sindical. El acuerdo consiste principalmente en lo siguiente:
-El Estado entrega a la empresa que solicita apoyo el 75% de los sueldos de sus empleados entre marzo y julio.
-La empresa privada beneficiaria se compromete a pagar a sus empleados la totalidad del sueldo normal y no despedir a nadie.
-Los empleados se comprometen a tomar 5 días de vacaciones (de sus 25 días de vacaciones pagadas anuales) durante el período en que no puedan trabajar presencialmente, o simplemente no pueden trabajar
Quien negoció por parte de los trabajadores fue la Confederación Nacional Sindical (FH) con 1,3 millones de afiliados y dirigida por su presidenta Lizette Risgaard, quien -desde Dinamarca- conversa con El Siglo.
¿Cómo se originaron estas negociaciones tripartitas sobre el paquete Covid-19?
En Dinamarca tenemos esa fuerte tradición de que cuando se requieren cambios importantes en la legislación del mercado laboral, el gobierno invita a las organizaciones de los empleados y de los empleadores para negociar. Así se asegura que ambas partes apoyen el resultado. En este caso, la Primer Ministra, Mette Frederiksen, invitó a las partes, ya que estaba claro que la propagación del Coronavirus iba a significar un cierre de gran parte del mercado laboral en Dinamarca.
¿Cuántos días estuvieron negociando?
Nos juntamos varias veces tanto en el Ministerio de la Primer Ministra como en el Ministerio del Trabajo. Pero nos demoramos pocos días, todas las partes estábamos interesadas en obtener un acuerdo lo más rápido posible para crear seguridad y tranquilidad en los lugares de trabajo, tanto entre los empleados como entre los empleadores.
¿Cómo influenció el movimiento sindical en el contenido del acuerdo?
Fuimos clave en asegurar un esquema, donde el Estado entregue compensación a las empresas, equivalente a gran parte del sueldo del personal, siempre y cuando la empresa se comprometiera a no despedir a los empleados. Y nosotros también tuvimos que ceder en algunos aspectos, aceptando que los empleados tuvieran que tomar 5 días de vacaciones durante el período en que no podían trabajar. Así que nuestro papel fue asegurar un balance razonable entre los sacrificios de los empleadores, el Estado y los empleados.
A parte de las negociaciones en sí, ¿cuál ha sido el papel de la organización sindical durante la crisis Covid-19?
La organización sindical ha jugado un rol importante en explicar a los empleados cuáles son sus derechos y deberes. Por ejemplo, en este momento es importante contarle a la gente cuál es su situación legal si se van de vacaciones al exterior y eventualmente tuvieran que hacer cuarentena al regresar.
Ahora que el coronavirus parece controlado en Dinamarca y el país empieza a abrirse nuevamente, ¿cuáles son los mayores desafíos para el movimiento sindical danés?
El desafío mayor sigue siendo la cesantía creada por la coronavirus. Calculamos que unos 46.000 puestos de trabajo han desaparecido durante la crisis. Es fundamental que los desempleados sigan asegurados económicamente, y que se les ofrezca educación y capacitación para que puedan seguir con su vida laboral. Hemos dedicado mucho tiempo negociando con el gobierno acerca de esto y recientemente hemos llegado a un acuerdo que implica que los desempleados reciban 110% de su pago normal de cesantía, si se inscriben en una carrera (gratuita, por cierto) dentro de los rubros en que falta mano de obra”.
La manera en que Dinamarca ha enfrentado el coronavirus significa que el país ahora se ha endeudado. ¿Cómo propone la organización sindical que se pague esa deuda?
Por suerte, Dinamarca tenía una economía fuerte antes de la crisis, y calculamos que en unos años nos habremos repuesto con respecto a la actividad económica. La deuda exterior de Dinamarca en periodos anteriores ha sido mayor. Con tal de conseguir que la gente se eduque y vuelva a trabajar, la economía danesa estará bien.