Rebelión popular en la pesca artesanal de Chile

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La noticia de esta gran movilización sigue en desarrollo y seguirá trayendo repercusiones. La situación que vive la pesca artesanal y comunidades costeras que es desastrosa.

Víctor Bahamonde. Defensa de los mares al sur del mundo. 08/06/2020. En el marco del Día Internacional de los Océanos, este lunes 8 de junio, las y los pescadores artesanales de Chile se movilizaron en decenas de caletas a lo largo del país. Desde muy temprano se han visto manifestaciones en la región de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, y continuarán durante todo el día. Así ha sido el llamado que han hecho diferentes sindicatos, federaciones y confederaciones, entre las que destaca la Coordinadora Nacional por la Dignidad de la Pesca Artesanal, que agrupa a hombres y mujeres, sindicatos y movimientos de comunidades costeras, que buscan defender el mar, las costas y los bienes comunes que aquí se encuentran, en el marco de las políticas neoliberales que se han implementado en el sector en las últimas décadas.

La demanda es clara: los trabajadores y trabajadoras del mar acusan la existencia de una maniobra política y jurídica para beneficiar a la industria pesquera, aquella que ha depredado los mares los últimos 40 años, situación que se ha agravado con la aprobación, a través de la corrupción, de la llamada “Ley Longueira”, lo que ha llevado a diversas pesquerías del país a una situación de exterminio total o parcial.

El último capítulo de esta incansable lucha se está librando en el Tribunal Constitucional (TC), al cual recurrió una industria pesquera de la jibia para volver a desarrollar el arte de arrastre en este recurso, cuestión que se había logrado prohibir el año 2019 con la aprobación de la “ley de la jibia”, que estableció la prohibición del arrastre en este recurso y su extracción solo a través del arte de potera y línea de mano.

Cabe señalar que la ley de la jibia fue promulgada en enero de 2019, después de una larga lucha de las y los pescadores artesanales que veían cómo la industria en un par de años casi depredó por completo la jibia de los mares. En ese contexto, el gobierno patrocinó, a mediados del 2019, a través de una moción presentada por sus parlamentarios, la idea de prorrogar la entrada en vigencia de esta ley para 2021, dándole tiempo a la industria para seguir realizando arrastre. Ese proyecto finalmente se cayó en la cámara de diputados, por la presión de las y los pescadores en todo Chile.

El sector de la pesca artesanal entra en una fase de rebelión popular por la situación que se vive entre las familias y comunidades costeras, donde las políticas del gobierno han sido erráticas y perjudiciales, favoreciendo a la industria pesquera, por ejemplo, con la aprobación de un decreto en la zona marítima norte del país estas últimas semanas, donde daba permiso a la industria para pescar en las 5 millas de la pesca artesanal, con el objetivo de mantener la producción de la harina de pescado, poniendo en riesgo el trabajo de pescadores y la alimentación de esa zona del país, o cambiando drásticamente las políticas de ayuda por la pandemia para las familias de pescadores y pescadoras, que finalmente redujo dramáticamente el número de beneficiarias y beneficiarias de las caletas del país.

Con todo esto, y dada la postergación del sector artesanal que se arrastra por décadas, sumado a la destrucción de los mares de parte de la industria pesquera, las y los pecadores artesanales han decretado el estado de rebelión popular hasta que estas políticas cesen y el gobierno sepa dar respuesta a sus demandas, entre las que destaca pedir la renuncia del Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, por encabezar estas políticas.

Gino Bavestrello, vocero de la Coordinadora Nacional por la Dignidad de la Pesca Artesanal, y presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de la bahía de Corral (Los Ríos), aseguró que “hoy hemos decidido dar una demostración de fuerza en las caletas de nuestro país, para mostrar nuestro malestar al Tribunal Constitucional por haber acogido este recurso, así como mostrarle al gobierno y los diferentes sectores políticos de las necesidades y las urgencias de todas y todos los pescadores del país, pues luchamos mucho por la entrada en vigencia de esta ley (de la jibia) y que hoy no vamos a permitir que eso se cambie por estas maniobras jurídicas y políticas”.

La noticia de esta gran movilización sigue en desarrollo y seguramente seguirá trayendo repercusiones en las semanas venideras. La situación que vive la pesca artesanal y las comunidades costeras que están vinculadas económica e históricamente con el mar, es desastrosa y está en peligro. El gobierno ha apostado por mantener a flote la ley Longueira, no se ha pronunciado sobre su derogación, pese a que ello fue una promesa que incluyeron en su campaña. A su vez, las leyes se hacen cada vez más estrictas para el sector artesanal y más permisivas para el sector industrial pesquero y acuícola, por ejemplo, manteniendo los estándares mínimos de fiscalización y sanción a la contaminación y afectación del medio acuático de parte de la industria pesquera y salmonera, donde las últimas semanas hemos sido testigo de masivos escapes de peces, que afecta tremendamente a la flora y fauna nativa, y por supuesto a la actividad de la pesca artesanal en la zona.

 

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