Reportaje. 1/05: El peor en décadas, para los trabajadores

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Tasa de desempleo aumentó a un 8,2%. Suspensión o no pago de sueldos. Se podría llegar a 2 millones de desempleados. 66 mil empresas solicitaron suspender el contrato de 516 mil asalariados.

Equipo ES. 30/04/2020. Este Primero de Mayo será distinto para los trabajadores y trabajadoras en el mundo, ya que producto de la pandemia de la Covid-19 no podrán realizarse las multitudinarias marchas y conmemoraciones tradicionales. Sin embargo, el virus para los chilenos y chilenas trajo algo más que contagios.

La dura realidad en materia de desempleo y precarización laboral que está sufriendo la fuerza trabajadora en el país es de las más complejas de los últimos años, producto de las normas que promulgó el gobierno y que fueron en directo beneficio del empleador en desmedro de los asalariados, quienes en plena pandemia tuvieron que hacer largas filas para cobrar sus seguros de cesantía.

Más de 300 mil despidos se generaron durante el mes de marzo en el país, con especial énfasis en las regiones. La región de Magallanes aumentó en un 76,5% su desempleo respecto a marzo del 2019. Luego sigue Tarapacá con 59,6%, Coquimbo con 56,5%, Los Lagos con 51,7% y la región del Biobío con un 51,6% de alza en los desocupados. En tanto, la Región Metropolitana aumentó un 39,9%.

La tasa de desempleo en Chile aumentó a 8,2% en el período enero-marzo, frente al 7,8% registrado en el trimestre móvil anterior. Una de las cifras más altas en al menos la última década.

Más de un millón 300 mil personas sin trabajo. Pero las cifras de economistas independientes y de centros de estudios, apuntan a que el desempleo real es de alrededor del 15%. Y podría llegar, el segundo semestre de este año, a 20%.

En el empleo informal, las cosas andan peor. La cesantía alcanzó en estos meses un 28,9%, un aumento en doce meses de 1,6 puntos porcentuales.

Para medir la gravedad de lo que ocurre y podrá ocurrir, el informe el INE hizo ver que estos datos del “trimestre móvil enero-marzo 2020 solo estuvieron impactados por la segunda quincena del mes de marzo, en lo que respecta a las restricciones de movilidad tomadas en virtud del Covid-19”. Es decir, es altamente probable que en estos momentos el desempleo sea más alto.

Estudios no oficiales indican que podría llegar pronto a 2 millones el número de chilenas y chilenos sin trabajo.

El INE reportó que los desocupados crecieron 15,8%, incididos principalmente por los cesantes y, en menor medida, por quienes buscan trabajo por primera vez.

Dentro de los ocupados destacaron los aumentos de los asalariados informales (16,9%) y formales (0,3%).

A nivel regional, resaltó la Región Metropolitana, en donde la tasa de desocupación del trimestre enero-marzo de 2020 fue 8,7%, creciendo 1,2 puntos en doce meses.

Según los datos entregados por el Ministerio del Trabajo unas 66 mil  compañías solicitaron acceso a la Ley de Protección del Empleo para más de 516 mil trabajadores, eso significa que suspenderán sus contratos mientras dure la crisis sanitaria.

“El gobierno no quiere proteger a todas y a todos los habitantes”

Respecto a este difícil cuadro la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, en entrevista con radio Nuevo Mundo, indicó que se seguirá profundizando la crisis mientras el gobierno siga impulsando proyectos de ley que sólo favorecen a los empleadores y muy particularmente al gran empresariado.

“Aquí hay un desafío planetario para frenar el contagio del Covid-19, pero si eso no viene acompañado de fuertes y potentes medidas económicas y de protección del empleo, lo que decimos en el discurso respecto a que se quiere proteger a la población, es vacío, porque el gobierno no quiere proteger a todas y a todos los habitantes, porque el Presidente de la República dijo que no podrán llegar salvarlos a todos y con eso retrata el objetivo que es salvar a los de siempre, a los poderosos, quienes saldrán airosos de la crisis y al contrario quienes viven de su trabajo no podrán tener la misma suerte y eso es muy desgarrador”, apuntó.

En declaraciones a Radio Nuevo Mundo, agregó que “es dramático y doloroso ver como el Presidente ha dejado en el abandono a los trabajadores, porque hay una diferencia en las políticas para los empresarios y los bonos extremadamente austeros que son pensados como una política de shock ante la indigencia y no para mantener una calidad de vida digna. Esa diferencia deja a millones y millones de trabajadores que no podrán hacer frente a la crisis y no podrán acceder a los beneficios. Eso nos preocupa mucho”.

Figueroa recalcó que no debe ser el mundo laboral quien asuma los costos económicos de la crisis, sino que las grandes fortunas a través del pago de impuestos. “Lo lógico en un escenario como este es apuntar hacia un impuesto a los super ricos para que el Estado tenga recursos para ir en ayuda de las amplia mayorías, porque, por ejemplo, quien se hace cargo de los taxistas, los colectiveros, los independientes, los informales, quienes no pueden trabajar, y ellos no son indigentes ni están en la extrema pobreza, por tanto no acceden a los beneficios que se entregan hoy, aunque no estén pasando por un buen momento, entonces, quedan indefensos”, sostuvo la líder de la CUT.

Y añadió que “los países con mejor solvencia que Chile han impuesto medidas de aislamiento, pero a la vez han puesto freno al despido de trabajadores y han impulsado el pago de impuesto de los más ricos para que no sean los trabajadores los que paguen la crisis, sin embargo, en Chile se ha privilegiado el modelo económico, no la economía, porque en otros países se cuida la economía, pero se sostienen las cuarentenas, porque los costos de sus modelos no es a costa del trabajo y la depredación de los recursos naturales como en este país. Este modelo ha enriquecido a cientos de empresarios gracias a nuestro esfuerzo, por eso hemos dicho que es fundamental que quienes paguen sean quienes han usufructuado con nuestro esfuerzo por años”.

Respecto al rol que está jugando la Central para enfrentar la crisis la dirigenta aseguró que “desde marzo que estamos presentando propuestas que no han querido ser escuchadas, por eso esperamos que en el marco de la conmemoración del Primero de Mayo podamos poner un punto de inflección y ser muy críticos respecto a lo que está pasando con los trabajadores y mostrar a las autoridades y los parlamentarios, la necesidad que hay de frenar los proyectos del gobierno y comenzar a mostrar medidas integrales para detener una futura crisis de hambre”.

Dentro de las medidas que presentó la multisindical destaca el “Plan Nacional de Emergencia” ante la epidemia del coronavirus, que fue entregado a la ministra del Trabajo, María José Zaldívar y que contemplaba decretar cuarentena en el país, proteger empleos y salarios, cerrar malls y otros centros, e incentivar el diálogo social para encarar la crisis sanitaria.

Asimismo, la organización pidió al Ejecutivo que se convoque al Consejo Superior Laboral -órgano tripartito que convoca a empleadores, trabajadores y gobierno- para debatir un Plan de Emergencia Nacional. “No solo se debe responder con medidas sanitarias, sino que también genere propuestas para la protección del salario y el empleo y que considere además propuestas económicas que nos permitan dar certeza y seguridad a la población. No queremos que sean los trabajadores y trabajadores los grandes perjudicados ante esta situación sanitaria que vive el país”, se afirmó desde la multigremial.

Motivos e impactos

Ciertamente que el origen de la subida de cesantes radica en la llegada de la pandemia de la Covid-19. Pero irremediablemente a eso se agregan medidas tomadas y condiciones establecidas.

Por ejemplo, el pase que dio la Dirección del Trabajo para que las empresas tuvieran en condiciones de hacer despidos, rebajar los salarios o suspender los pagos de sueldos. En ello también está incidiendo la Ley de Protección del Empleo y decisiones de empresas que tienen amparos de la ley para desvincular empleados.

Hay un efecto por restricción de desplazamiento, que afecta a centros laborales, y manejo de pactos contractuales, ausentismo parcial o total, e inclusive medidas negativas para asalariados por la implantación, en estos meses forzosa, del teletrabajo o trabajo a distancia.

Empresas medianas y pequeñas, por ciertos las Pymes y MicroPymes, también pasan por momentos difíciles que implican despidos, o mantención del vínculo sin pago de salario.

Un efecto es la subida de porcentaje de masa laboral que comienza a vivir, algunos meses, del seguro de cesantía.

Esto en un marco estructural que presentaba una cifra de 500 mil desempleados antes de la pandemia, y más del 60% de los trabajadores ganando menos de 400 mil pesos al mes.

Sin cientos de miles de familias que están viendo agravadas sus condiciones de vida (sin hablar de la calidad de vida), con una población chilena altamente endeudada, una educación de alto costo, pago de cuentas de servicios, deudas hipotecarias, uno de los transportes públicos más caros a nivel mundial, atención de salud prioritariamente privada, y arriendos carísimos en la mayoría de las regiones del país.

 

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