“Señor Presidente, usted es un torturador”

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En aquel entonces, 1987, no podíamos sino agradecer a Blüm por ese gesto que mucho ayudó a reafirmar las denuncias de violaciones a los derechos humanos en dictadura.

Margarita Pastene. Periodista. 2404/2020. El obituario de Hans-Jürgen Schlamp en el influyente medio alemán, Spiegel, con motivo del fallecimiento del ex Ministro del Trabajo de ese país, Norbert Blüm es contundente y resume los aspectos más relevantes de este demócrata cristiano, que para nuestro país tuvo un significado especial. Estando en Chile, y frente a Pinochet le dijo directo a la cara: “Señor Presidente, usted es un torturador”.

En aquel entonces, 1987, no podíamos sino agradecer a Blüm por ese gesto que mucho ayudó a reafirmar las denuncias de violaciones a los derechos humanos en dictadura. En ese entonces, Blüm quiso visitar Colonia Dignidad, pero no se le permitió. El ultra derechista Hans Joseph Strauss, amigo de Pinochet, bramaba desde Múnich: este desastre había arruinado un negocio de un millón de dólares de venta de camiones en Chile.

“Hacer lo correcto y no rehuir” fue el lema del político y sindicalista que falleció este viernes, a los 84 años, señala Schlamp.

Más tarde, recuperada la democracia, la relación del ministro Norbert Blüm, sufrió un traspié con nuestro país, a raíz del denominado “Caso Honecker”. Durante las negociaciones que culminaron con una solución jurídico-diplomática y la llegada de Honecker a Chile, Blüm argumentaba que prestó apoyó a través de largos años a Chile en la lucha en favor de los derechos humanos, y apeló ante Aylwin, para que no efectuara ninguna gestión que ayudara a Honecker.

Carlos Huneeus, embajador de Chile en Alemania, redactó incluso una carta a Blüm reiterando el carácter humanitario de la posición de Chile, como resultado de los exámenes médicos efectuados a Honecker en un policlínico para el cuerpo diplomático en Moscú, asegurando que “un eventual viaje a Chile supondrá el acuerdo expreso de los tres países”, según señala el borrador que Hunneus envió para autorización del Ministro del Interior, desde la embajada en Bonn, el 23 de febrero de 1992.

Veinticuatro años más tarde, en el 2016, el Gobierno de Chile, distinguía al demócrata cristiano alemán y ex ministro del Trabajo, con un Diploma de Honor “por su compromiso humanitario para personas perseguidas en Chile durante la dictadura de Pinochet”. Blüm defendió a los perseguidos la dictadura cívico-militar de Pinochet y se preocupó, contra viento y marea, de salvar a 16 chilenos condenados a pena de muerte mediante la concesión de asilo en Alemania. No podía ser de otro modo.

Al enterarse del fallecimiento de Blüm, el líder de la izquierda alemana, parlamentario por el partido Die Linke, Gregor Gysi,  señaló en su cuenta de Twitter: “Nosotros perdemos en él a un conservador, con quien se podía pelear y discutir, incluso yo. En realidad, no solo le hará falta a la democracia cristiana”.

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